Siguiendo la iniciativa de Molí del canyer sobre escribir, mi aportación es la siguiente
Llevo un rato contemplando, absorta, la pantallita del
portátil. He abierto un nuevo documento word. De pronto, aparece una letra.
Luego otra. Las siguen otras más. Parece que se deslizan por un tobogán y vayan
a caer a una sopa, o una piscina, que en este caso es una página que fuera
blanca y que se va llenando de simbolitos en tinta negra. Forman palabras.
Luego se van separando o juntando formando frases, acabando por ser expresiones
con estructura gramatical. Son párrafos que reflejan ideas, o sentimientos, o
historias, inventadas casi siempre. Ahora veo cómo se forma el cuento de un
lápiz infantil, que dibujara letras en un cuaderno de caligrafía
"Redondo", con el recuerdo de la mano de nena presionando con el
entrecejo fruncido. Se esforzaba por escribir bien. Era una niña buena.
Pasó el tiempo, llegó la universidad, y la prisa por toma notas fue elongando los trazos, hasta formar palabras casi imposibles de identificar. Luego hizo su aparición la máquina de escribir, con los papeles de calco, los típex como borradores ante los errores, y los folios que tenían que tirarse por errores muy gordos. El tiempo siguió su curso y el ordenador llenó los escritorios. Esas teclitas me hechizaron, ya que, mágicamente, sin tinta, sin papel, sin más soporte que una pantalla, escribían. Pudiendo corregir todo, absolutamente todo. Se acabaron los borrones de las plumas estilográficas, los dedos sucios del calco. Se acabaron los folios arrebujados en las papeleras, se acabaron los errores, y hasta los fallos ortográficos, gracias a unos correctores muy listos. Me los imagino en el ordenador, enanitos diminutos y diligentes, esperando a que me siente y empiece a meter la pata. Entre ellos se explican mis despistes, mi hambre al comerme letras o conjunciones, y cuando guardo el documento, se me ocurre que abren alguna cerveza y bailan en ese espacio pequeño del teclado, esperando que vuelva en otro momento a seguir haciéndoles trabajar-
Compruebo que los pensamientos se transformaron en este texto que justo ahora concluyo.
Palabras 328
Siempre me han encantado las maquinas de escribir, las veo muy vintage
ResponderEliminarbsss
En mi época eran normales, pero reconozco que empiezo a ser yo misma "vintage" :-)
EliminarUn abrazo
Lo del calco tenia tela marinera con él si que se puede escribir novela negra.
ResponderEliminarMaripau, los enanitos esos deben ser los mismos que alguna vez la lían en el ordenador.
Un beso.
jaja, pero negra y tiznada, ya lo creo. Esos enanitos son juguetones, y de vez en cuando desfiguran el pc, para entretenerse viendo cómo intentamos arreglar el desaguisado :-)
EliminarUn abrazo
una interesante reflexión, escribiendo sobre el acto de escribir. lo podríamos llamar 'metaescritura'. :) alguna vez he pensado que los escritores antiguos como cervantes o muchos otros, escribían novelas extensísimas a pluma...
ResponderEliminarabrazos!
Yo lo pienso muchas veces, con pluma, así, con mínimas rectificaciones, y les admiro aún más, claro.
EliminarUn abrazo, Chema
Pues a mi aún me gusta escribir con pluma, tiene su encanto. De la maquina de escribir acabé hasta las cejas, así que encantada con los duendecillos de los ordenadores. Muy original, besos.
ResponderEliminarYo era negada para la pluma, porque cojo el bolígrafo de forma extraña, y aprieto, así que me cargaba las plumillas.
EliminarLa máquina era un suplicio, vaya manera de sufrir. Qué espada de Damocles ante el peligro de errar :-). Un abrazo
Buenísimo Albada! Un texto dinámico, entretenido, y que nos pone en perspectiva ante las distintas etapas que hemos atravesado en esta continúa experimentacion de la escritura. Un abrazo
ResponderEliminarDesde los inicios de la escritura, a estos emitonos que usan con exceso los jóvenes, ha habido un largo camino. Se usan ahora pocas palabras, de hecho, y acabaremos usando doscientas palabras, pero no los jóvenes, sino todos :-)
EliminarUn abrazo
Muy buen trabajo, y que bien descrito cada paso por donde se pasa en el aprendizaje. Me has hecho recordar mi OLivetti, regalo de mis 14 años , por cierto ni se por donde anda.
ResponderEliminarUn besazo y te felicito por tu escrito.
Esa portátil, con su funda y su asa, ya la recuerdo, ya :-)
EliminarUn abrazo y por la escritura, siempre
Los enanitos montan una fiesta cada vez que terminas... jajajaja
ResponderEliminarBesos.
Les imagino celebrando que conseguí guardar los cambios del texto :-), y me río imaginando, les llevo locos :-)
EliminarUn abrazo, Laura
Eh, me has robado el modelo de la Hispano Olivetti que tengo.
ResponderEliminarHaces una historia muy precisa y hasta emotiva de nuestro proceso de escritura, me identifico con él.
Hay un elemento que yo hubiera añadido -no es que a ti te falte ahí, porque en sí no era escritura directa, pero sí un elemento adjunto en algunos casos y que me apetece reconocer y celebrar- y es el sistema de ciclostil, ya fueran por multicopistas manuales o por las vietnamitas, que mucha gente no sabe hoy qué es.
Por cierto, los enanitos bullen en el coco cuando nos ponemos a teclear, ¿no crees? Esos son los más traviesos.
Yo era más de la portátil. Pero esta clásica está en el museo de Barcelona. El ciclostil lo conozco por haber sido "comunista" en los últimos instantes del franquismo. Era laborioso, y al pensar en ello recuerdo, Las últimas tardes con Teresa, de Marsé. Ese pijoaparte.
EliminarPor la escritura, por comunicar. Un abrazo
Creo que aquel mundo dentro de otros mundos de los que manejaban ciclostil y se jugaban el pellejo cada día merecerían una novela, siquiera corta, sobre lo que se traían entre manos. Era tan apasionante como silenciosa su labor, por la cuenta que les traía. Una labor no reconocida y que tuvo su valor. Tal vez aún se pueda escribir algo de aquello.
EliminarYo era casi una niña, dieciséis, pero recuerdo las instrucciones para depositar en el suelo y dar patada a la pila de pasquines para expandirlos. Íbamos como parejas, con los papeles en el bolso de mujer, por disimular. Algún beso robado me llevó :-) Tal vez el pijoaparte pueda escribir la diferencia entre lipotimia y linotipia :-)
EliminarQue bien lo has armado pasando por la escritura y sus cachivaches, para algunos recuerdos, para los jóvenes casi una adivinanza, papel de calco, el otro dia encontré una carpeta con un pliego. Un abrazo
ResponderEliminarUf, es chino, es imposible que imaginen los procesos de hacer original y dos copias, ¿recuerdas?. El tipex igual sí lo han llegado a conocer.
EliminarUn abrazo y feliz viernes
Todo un viaje creativo a través del tiempo has hilvanado letra a letra.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Muchas gracias. Me divertí, que para mí es la base de escribir,
EliminarUn abrazo, Dulce
La verdad es que ha dado un cambiazo enorme la forma de escribir. Se acabó lo de "pasar a limpio". El otro día tuve que escribir a mano haciendo buena letra y no tenía ninguna soltura.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me hables, que llevo una libreta nueva, por tomar notas. Y un boli. Uf, es que me cuesta un montón, con tanto que llegué a escribir a mano ¿no?
EliminarUn abrazo y buen finde
Hola, Albada!
ResponderEliminarRecuerdo con mucho cariño la máquina de escribir que me compró mi padre. Hermosa, de color verde, marca Olivetti. Fui feliz aprendiendo a escribir sin ver las teclas. Fue en secundaria y me volví una trome. Tiempo después me sirvió para hacer muchos trabajos, los cuales permitieron ganara algunas monedas para ayudar en cada.
Hoy por hoy gracias a ella, manejo la portátil con habilidad y sin olvidar las letras... Y jamás, a mi querida e inolvidable máquina de escribir.
Hermoso post.
Un fuerte abrazo. 🌷😘
A mí no me enseñaron mecanografía, y así me va jaja, y sí tuve la misma que tú, portátil y moderna, pero me gustaba más escribir a mano pues me equivocaba mucho o tardaba demasiado. Ahora es que lo de escribir a mano se me hace una montaña.
EliminarUn abrazo grande, Nuria
Muy lindo texto amiga, yo aun conservo mi vieja maquina de escribir, aveces la saco y la uso tan solo para recordar aquellos tiempos..... Saludos y abrazo a la distancia,
ResponderEliminarClaro, porque no es para nada operativa. Los ordenadores son tan cómodos, que ahí andan las máquinas de escribir, criando polvo. Suerte que hay personas como tú, que las sacan de paseo
EliminarUn abrazo, Sandra
¡Vaya que si se transformaron! Fueron tomando caminos diferentes mientras te salían las palabras... hasta llegar a un simpático final que me dejó hechizada con tus pequeños ayudantes.
ResponderEliminar¡Qué delicia de texto! Enhorabuena.
Un abrazo, Albada, y que disfrutes mucho el finde (y no los dejes descansar :)
Me alegra que imaginaras tal vez los enanitos juguetones. Y sí, disfrutaré del finde, que alargo hasta jueves. Ahora me da por salir lo que no puede hacer :-)
EliminarBuen finde, y un abrazo enorme
Qué bueno es recordar viejos tiempos de máquinas de escribir y plumas, hemos avanzado mucho y al mismo tiempo retrocedido, antes, recuerdo la buena caligrafía y la redondilla que ya es historia, hoy, a dudas penas la gente joven sabe escribir con pluma o bolígrafo eso ya es puro romanticismo.
ResponderEliminarPrecioso texto y fiesta de letras.
Un abrazo Alba.
Hemos avanzado enormemente. Esa redondilla qué lejos queda ya, sin embargo es lo que uno trasmite a tinta, en cualquier versión, lo que perdura. El romanticismo por cierta, qué de poco de moda está ya :-)
EliminarUn abrazo, y buen finde
A veces pienso que las palabras nos utilizan y que en realidad nosotros somos el instrumento que hacen servir para expresarse.
ResponderEliminarBesos.
El alma pide lugar para salir, y creo que dentro de nosotros ya habitan las palabras, y nos limitamos a dibujarlas.
EliminarUn beso
Un trayecto que hemos recorrido muchos, entre ellos yo, la viejilla máquina de escribir me encantaba. Después del "cole" mi padre me llevaba al despacho y me lo pasaba bomba dando a las teclas y corriendo el carril. Tin, tin, tin.
ResponderEliminarLas plumas estilográfias tan finas ellas y los tiralíneas para el dibujo lineal qué delicados eran, repetía la hoja casi siempre, mal pulso por lo visto.
Qué bien lo he pasado con tu escrito.
Un abrazo.
Cierto, hasta los compases escuadras y cartabones, qué tiempos. El sonido de la máquina me hace recordar a Lerry Lewis en https://youtu.be/W0WRfuDQHs4
EliminarGracias. Un abrazo, y por un finde estupendo
Boa tarde. Se não fosse a máquina de escrever, nunca teríamos um teclado de computador. Obrigado pela matéria maravilhosa.
ResponderEliminarEl teclado actual poco se parece a los de las máquinas d escribir :-)
EliminarUn abrazo
Tiene sus ventajas, puede ayudar escribir, con más prolijidad.
ResponderEliminarY me gustó como imaginaste a los correctores.
Un abrazo.
Mucho más, dónde va a parar, yo sufría mucho, pero por torpe :-)
EliminarUn abrazo y gracias
Muy buen relato interior sobre el fluir de la escritura de la memoria al espacio en blanco, con duendecillos y todo. Un abrazo
ResponderEliminarSí, ha sido ponerme, y los enanitos iban surgiendo ante las musas y los recuerdos :-)
EliminarUn abrazo, y a por un buen fin de semana
jaja, sin borrones, ni tipex :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Es que domesticar a los enanitos diminutos lleva su tiempo. Ellos tienen su idea, y la mente a veces tiene otra.
ResponderEliminarUn abrazo
Un bonito cuento has escrito.
ResponderEliminarUn beso
Qué bien que te gustara. Un abrazo
Eliminaralgo mucho de magia contiene cualquier escritura, poder plasmar en símbolos adecuados y reconocidos por todos , aquellos conceptos que la mente pretende transmitir sin que sea a través de de la palabra como expresión oral.
ResponderEliminarHemos progresado, y seguiremos haciéndolo desconociendo hasta que punto nos dirigimos. Un abrazo
Se necesitaba algo para dar permanencia la lenguaje oral, sin duda, y el camino ha sido largo. No sabemos hacia dónde irá la escritura, pero seguro que seguirá evolucionando
EliminarUn abrazo
Descubrí que tenía que repasar la ortografía, el día que me enteré, que todos los pequeñajos esos que hay trabajando en el ordenador, son la mayoría chinitos, con lo cual sus correcciones no siempre son correctas. ¡Qué cosas!
ResponderEliminarUn beso, bien por tu máquina de escribir.
jaja esos duendecillos, que no saben si una tilde o no va. :-)
EliminarUn beso
Así es Albada. Creemos que nosotros iniciamos el proceso de la escritura, pero... nos están esperando, anhelantes, impacientes, y cuando les trasmitimos la idea , las vocales y consonantes y los signos de puntuación, se sienten por fin en paz.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo. Enhorabuena guapa.
Besos y feliz domingo.
Las paleabas ya viven en nosotros, la historia que queremos contar ya existe, sólo nos falta que los enanitos se pongan, a través de nuestros dedos :-)
EliminarUn abrazo, y gracias, Berta
El papel tiene su encanto, quizás más que las pantallas, pero tal vez con la muerte dd casi todo o analógico, el futuro sea digital y ya no haya sitio para el papel.
ResponderEliminarHabrá que adaptarse a los tiempos.
Besos.
Tiene mucho más encanto, lo malo es que abulta, se pierde, se moja...Seguirá teniendo su sitio, no me cabe duda.
EliminarUn abrazo
Que creatividad! Y me hiciste recordar esas maquinas de escribir . Beso
ResponderEliminarPues me alegro, tenían su magia. Aunque yo me ponía ante ella con miedo, no creas
EliminarUn abrazo
Buen relato y como te han dicho antes, eso es "meta escritura" ¿no?.
ResponderEliminarLa Hispano Olivetti de mi padre la tiene mi hija guardada como oro en paño. Un abrazo
Ay esas máquinas, la de tareas que realizaron. Porque no se destruyan.
EliminarUn abrazo
Qué original relato de la evolución en los últimos tiempos del acto de escribir!
ResponderEliminarAbrazo!
Es que todo ha evolucionado, y la escritura no podía ser menos
EliminarUn abrazo y gracias
Recuerdo esas máquinas de escribir, yo conservo una legado de mis abuelos, qué tiempos aquellos cuando se escribía con máquina de escribir y si te confundías tenías que repetir todo el texto, ahora con los ordenadores todo es mucho más fácil.
ResponderEliminarBesos enormes.
Es mucho más fácil. Gabo decía que prefería el sonido de la pluma estilográfica, pero luego tiraba a la papelera montones y montones de folios irrecuperables :-)
EliminarUn abrazo, María, y feliz domingo
De la máquina de escribir al ordenador. El relato de excelencia. Recuerdo que a García Márquez-confesaba en un reportaje-en un principio le costaba el ordenador, decía que no se pensaba lo mismo escribiendo en una máquina tradicional, que en un computador. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarA máquina y a mano, Gabo no aceptó bien el ordenador Tal vez eso de la electricidad le parecía artificioso. Ya ves.
EliminarUn abrazo, Carlos. Por un domingo bonito
La tecnología nos ha hecho la vida un poco más fácil, pero las ideas tienen que seguir fluyendo de nuestro interior. Los enanitos que viven en nuestro ordenador solo podrán corregir algunos fallos estéticos, pero nunca nos suplantarán en la labor creadora, je,je.
ResponderEliminarUn relato muy original. Qué lejos quedan el lápiz y el papel.
Un abrazo.
Esos enanitos ayudan una barbaridad, pero es como una buena cámara de fotos, donde la mirada es imprescindible.
EliminarVamos a por este domingo, ya regresé de unos viajecillos :-)
Tu mente está conectada a esas teclas y haces magia amiga.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Pues no sabes cómo me peleo con ellas, las benditas teclas. Es que soy torpona con ellas, pero las musas a veces me siguen besando en la boca :-)
EliminarUn abrazo
Actualmente escribo en pantallas, pero también con bolígrafo en cuadernos. Todos los modos de escribir tienen su magia.
ResponderEliminarCuando usaba máquina de escribir a veces había errores, desde luego. Ahora... con los ordenadores hay más perfección en los textos.
De todos modos, todos los sistemas tienen su encanto.
Un texto bonito y con duende el que nos has regalado...
Un beso enorme
Muchas gracias. Ahora llevo un cuadernito, por si me llegan ideas, aunque en el móvil hay bloc de notas y grabadora...en fin, lo que importa no es el medio, sino el fondo :-)
EliminarUn abrazo, y a por un día espléndido
Hola mi bella Albada, chica cuanta
ResponderEliminarinventiva tienes, eres una maga,
y todo te queda hermoso.
Besitos dulces
Siby
Gracias. Bueno, es que eso d escribir me ha llevado mucha práctica :-), y los duendecillos los imagino así, diminutos y juguetones :-)
EliminarUn abrazo y a por este día, con ganas
Ainss qué bonito escribes, echo de menos escribir con la máquina de escribir, a mí me pilló casi casi el final pero recuerdo un verano que en mi casa dijeron tenéis que aprender a escribir a máquina con todos los dedos y hala a escribir a máquina. Ainss que veranos aquellos.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Pues a mí no me dijeron lo importante que llegaría ser. No hice mecanografía, y así me va...de mal :-)
EliminarUn abrazo, y muchas gracias
Al final escribir tanto de manera digital como en papel son necesarios ambos, ya que las ideas, incluso cuando utilizas papel y bolígrafo (te sientes con más seguridad, quizás) más una cosa no quita la otra. En su momento tuve una OLivetti Studio45 que la tengo olvidada. Más todo es cuestión de amoldarse a cada época y no sentirse esclavos de la tecnología.
ResponderEliminarEn cuanto al cuento está genial, Albada.
Abrazos gigantes y feliz día.
Esclavos nunca, escribir es un desahogo, una manera de explicar una historia o un explicarse. No importa el medio. Las ideas, o historietas, o versos, salen así, sin pedir permiso muchas veces y a saber qué medio tenemos más a mano
EliminarUn abrazo, y a por este día, que te deseo fenomenal
Me asomo a la ventana con mirada perdida en lo oscuro. Por arte de magia, el silencio se hace palabra en compañía a otras para formar una frase quizá ocurrente. Me dejo llevar por ese lado creativo como quién salta la vacío de lo oscuro; enlazando eslabones en una cadena de palabras que describe una idea fugaz. Recurro a los recuerdos, a los sentimientos, a la imaginacion, a la sensibilidad y muchas veces, a la sonrisa o al llanto... Me esfuerzo para hablarte en la lejanía; recurro a la sencillez o a la satisfacción del momento mientras mis dedos perdidos, siguen maltratanto a un teclado que pronto tendré que cambiar. Nunca sentí la libertad como cuando escribo. Me detengo con su sabor dulce o amargo. A veces río y otras lloro pero siempre soy yo al 100%. Es ese sentimiento agradable lo que me motiva a seguir adelante y si pasa un tiempo sin escribir, este corazón me recuerda que debo de regarlo porque de otra manera terminaría secándose.
ResponderEliminarCon palabras perdidas, mis pasos se vuelven a encontrar formando un conjunto; la búsqueda incánsable de lo que me espera.
Siempre es un placer leerte.
Ahí vamos, para adelante, abriendo ventanas, y dejando que las corrientes de aire se produzcan, se plasmen o no en textos. Los sentimientos suelen buscar la forma de versos, y como medio servilletas de bar, por ejemplo, y está bien. No elegimos ser quien somos, el caso es serlo, plenamente
EliminarPor la escritura, esa necesidad. Un abrazo enorme, amigo
Haber podido acceder a estas tecnologías ha sido una inmensa liberación. La de hojas que habremos destruido acerca de nuestros errores cometidos con la Olivetti!! Imaginaos lo que era hacer quintuplicados !!" Bueno, bueno, ya pasó ", como decía con su divina verba el compañero de mi Vida, la mitad de mi, mi compinche de todas las risas que poblaban este hogar !! Abrazo desde el ALMA para ti, ALBADA DOS y tus lectores !!
ResponderEliminarEsos errores, ese Titibillus que nunca nos abandona, sigue en portátil, como estaba en la pluma, o en la máquina de escribir. Al final es hacerse amigo de las tecnologías que nos hacen más fácil la vida. En todas las vertientes
EliminarUn abrazo grande, y a por un domingo de lujo
Me ha fascinado lo de los enanitos... Bellamente infantil
ResponderEliminarPaz
Isaac
Es poner la mente en la edad mágica, e imaginar cómo nos corrigen una b por una v, por ejemplo. Y la idea de enanitos, duendecillos escondidos, me pareció muy bonita imagen.
EliminarGracias. Un abrazo, Isaac
Esos días de máquinas de escribir....aún los recuerdo, tengo la fortuna de haber utilizado máquinas de escribir, el sonido de sus letras, el olor de la tinta, la hoja en blanco. Y esas clases de mecanografía que hacíamos trampa para ver el teclado que nos lo tapaban. Cuanto aprendimos y todavía ese aprendizaje continua sirviendo con las nuevas tecnologías.
ResponderEliminarBeso
jaja, las trampas. Yo recuerdo el calco, una pesadilla, y el tipex, una maravillosa herramienta. Eran tiempos, que ahora los jóvenes no pueden ni imaginar. Pero con los teléfonos pasa más de lo mismo, y más acentuado.
Eliminar¿Eh?.
Un abrazo y a por este día
Hola Mari Pau, querida Alba, qué entrañable historia, la nuestra. Fuimos todos los que pasamos del lápiz y la goma de borrar (me encantaba el olor de ambos) al teclado del ordenador. Esos enanitos son geniales. A ese final le has puesto un toque de fantasia. Esos cuadeernos de caligrafía y esas letras que corrian y se suicidaban en la universidad; ah, y el papel de calco de la máquina de escribir. Sabes, ahora soy feliz, fui de aquellas niñas que aprendieron a escribir a dos manos con todos los dedos. A veces le pregunto a mi mente como hace para no equivocarse; me sorprendo a mi mísma, me besaría todos los dedos jaja, paranoia dactilforme. Gracias corazón. Un beso grande, grande, grande.
ResponderEliminarDebemos ser de la misma quinta, o similar. La caligrafía se suicidaba, qué buena definición.
EliminarBésate tooooodos los dedos. Yo es que no hice mecanografía, y lo lamento cada día. Pero cada día de verdad.
Un abrazo enorme
Hemos pasado por diferentes tecnologías, si se me permite, y la pasión floreció en todas. Más fácil, más difícil, qué más da cuando las palabras florecen como en tu texto.
ResponderEliminarSaludos
Cada técnica es un medio, lo que acaba siendo importante es lo que expresamos con la escritura.
EliminarUn abrazo, y gracias
Cuánto ha cambiado todo en tan poco tiempo... Yo también hice mecanografía, aunque suelo escribir desde la tablet... y aquí me sobran dedos jeje
ResponderEliminarPrecioso tu texto.
Ves, la vida, a mí me faltan dedos. Cada tiempo con su herramienta, pero que no nos falte.
EliminarUn abrazo