Siguiendo la propuesta de La trastienda del pecado, como homenaje a Lorca, mi aportación es la que sigue
Fue este abril. Una tímida lluvia asolaba
la ciudad, dejándola entre nostálgica y cansina. El paseo vespertino me alimentaba
las ganas de ver colores, y me senté en el banco de una plazuela, con esa
escultura de un poeta con alondra. La plaza de Santa Ana solía ser un lugar donde leer, pero esa tarde, con la
lluvia silenciosa, me quedé sentado, con el paraguas en la mano, mirando a los
transeúntes, con su quehacer y su trajín de gran urbe,
Una pareja de jóvenes llamó mi
atención. Ella era colores en bandolera, con una rebeca amarilla y una melena
pelirroja al viento. Iban cogidos de la mano hasta detenerse. Se guarecieron en la marquesina de una parada
de autobús, y les observé, para pasar el rato. Ella miraba al chico como una enorme luz
que fuera luciérnaga de otra, en un campo de miradas rotas. Él desgranaba
el deseo como una margarita. Le imaginé calibrando lugares posibles de pasión.
Yo me iba enamorando de la chica, con sus pecas, su luz de amapola entre campos
de cemento, y sus manos que apostillaban las palabras. Cuando llegó el bus no
pude evitar subir en él. Yo era un enamorado cincuentón en pos de un sueño imposible. Me
limité a mirarlos, con esos arrumacos de adolescencia sin límites, recordando
mi propia juventud, cuando Eloísa se tronchó de la risa cuando le pedí salir
juntos. Aquella lejana primavera, escribí el desgarro de mi corazón, en las
páginas de mi libreta de papel cuadriculado.
"Mirando sus ojos me parece que
bebo su sangre lentamente, me parece que muero quedamente, cuando ella me
mira desde el minarete de su belleza, me parece que mi corazón anda buscando un
lugar donde enterrarse".
Echando la vista atrás, esa tarde
comprendí, mejor que nunca, que Eloísa no era para mí. Hoy he vuelto a ver a la
chica pelirroja. Iba sola, sujetando carpetas y libros. Ha esperado el autobús y
la he visto alejarse, como una llama de posibles pecados, dejando a su alrededor
un espacio de admiración, que ya nunca podré ocupar. Ni quiero, en este junio que empieza.
Palabras: 347
Buen homenaje a uno de los más grandes de nuestra literatura.
ResponderEliminarUn beso.
Su escultura en esa plaza, en realidad me inspiró. :-)
EliminarUn beso
Una historia de enamoramientos, de esos que suceden sin explicación, que duran lo que la lluvia porque parecen imposibles. Lorca se sentiria contento de cuanto te ha inspirado. Unos abrazos
ResponderEliminarSon imposibles. El cincuentón recuerda su propia pelirroja, Eloísa, sin mas .
EliminarMuchas gracias, Ester
Bonito relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Amapola. Un abrazo
EliminarAins como me gustan estas historias platónicas de amor, ese cincuentón enamorado de esa bella estampa que nos has descrito. Te felicito te salio de super lujo.
ResponderEliminarAbrazos y una feliz jornada.
Esos platónicos son muy boatos, desde fuera ¿eh?.
EliminarUn abrazo
Qué preciosidad de relato, Albada *.* Qué bonitos son los enamoramientos, sobre todo los realistas, puesto que los platónicos (desde mi punto de vista) hacen más daño que bien.
ResponderEliminarUn besazo enorme y feliz jueves
Opino igual. Los platónicos, en este caso si se enamora dé la pelirroja y no del reflejo de la Eloísa, sufrirá mucho.
EliminarUn abrazo, y buen finde
Hola, Albada.
ResponderEliminarMil gracias por acompañarnos en esta convocatoria con un texto delicado, lleno de poesía, de prosa maravillosa, adaptando las frases como propias, sin forzar, en la voz y recuerdo de ese caballero que sueña con un amor que le hace sentir bien, consciente de la realidad pero, ¿por qué no se puede ser feliz así?
Muchísimas gracias de nuevo y un beso enorme.
Muchas gracias. No imaginé al cincuentón enamorado de recuerdo de una mujer joven y pelirroja. Pero si hay amor, no importan las diferencias, porque el amor es tan poderoso, si lo es, que parece ciego, el refrán lo dice muy bien.
EliminarUn abrazo, y a por un finde estupendo
Magnífico Lorca y magnífico tu texto.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Pues muchas gracias, Rocío. Que pases un día feliz
EliminarMuy bueno querida amiga , te felicito
ResponderEliminarbesos de flor.
Me alegro ue te gustase, Flor. Un abrazo grande
EliminarPrecioso relato. ¡Qué bonita es la juventud! Y qué bonito es enamorarse.
ResponderEliminarUn abrazo y buen jueves.
Lo es, los retozos y escarceos de la juventud son maravillosos.
EliminarUn abrazo.
Primera vez wue escucho la expresión "colores en bandolera“ y me gusta. Tu texto ha cuajado el de FGL con armonía al tiempo que has hablado de mores y desamores, de recuerdos, deseos y realidades. Y todo eso en menos de 350 palabras. Siempre me sorprendes gratamente. Besos y me alegro muchísim de que ezta vez sí pudieras participar.
ResponderEliminarMujer, es inventada. Me parecía una imagen de lo que quería explicar. Muchas gracias, Myriam.
EliminarUn abrazo, y por un bonito finde
Magnífico relato de amores imposibles.
ResponderEliminarUn beso enorme
Muchas gracias. Ese del tipo hacia la chica, era imposible.
EliminarJu abrazo, Ana
Ella era colores en bandolera, con una rebeca amarilla , con esta frase ya llenas de color tu relato , un instante y todo cambia menos la pasión levantada para siempre para el perdedor. Un abrazo
ResponderEliminarEn la tarde grisácea era dotar a la chica de un impacto visual. Y sí, hay un clip para el tipo, al verla.
EliminarUn abrazo, Rodolfo, y feliz finde
Un relato magnífico. Una historia de reminiscencias de juventud, de añoranzas y de sentimientos amorosos; nunca es tarde para hacer despertar nuevas ilusiones.
ResponderEliminarEnhorabuena me ha encantado.
Un abrazo.
Gracias. Es verdad, nunca es tarde para el amor, para sentir esas mariposas en el corazón.
EliminarUn abrazo
Me ha gustado tu relato con ese tono de amores posibles e imposibles, algo que en los poetas siempre está muy presente, sobre todo lo segundo. Buena inspiración.
ResponderEliminarUn beso dulce.
El poeta suele tender a los imposibles. Como metáfora de la vida.
EliminarUn abrazo, Dulce
¡Felicidades! Me ha encantado el relato.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Conchi. Un abrazo viajero va hacia ti
EliminarEnhorabuena, es una maravilla de relato... creo que todos nos hemos quedado prendados de la melena pelirroja al viento...
ResponderEliminarBss
Tal vez era una mujer joven que llamaba la atención, y ese tipo, y más personas, estarán dispuestos a pecar, por ella
EliminarUn abrazo.
Que buena historia y lo de "colores en bandolera, con chaqueta amarilla" una delicia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Intenté que fuera muy visual. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Una preciosidad,poético,emocionante, estos amores eternos...
ResponderEliminarMe ha encantado, tu manera de relatar hace de la experiencia de leerte un placer.
Un abrazo.
Eres un a lectora muy amable para conmigo. Disfruto escribiendo, Luna, como tú en tu blog.
EliminarUn abrazo, y feliz finde
Es muy buen post me ha gustado mucho
ResponderEliminarBsss
Gracias, Nail. Un abrazo
Eliminar¡Qué maravilla de relato! Los colorines siempre dan alegría.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Son los que iluminan las tardes grises, es verdad.
EliminarUn abrazo
¡Qué bonito!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Macondo. Un abrazo
EliminarEl fuego de la pasión suele darse en la primavera de la vida. Durante el otoño, más que flamas, queda el recuerdo de lo que fue ardor y se fue quemando en el olvido. Muy buen aporte para este jueves de Federico
ResponderEliminar=)
En el otoño vital, seguramente son trampantojos de un pasado. Pero sigue siendo una sensación de vértigo, y a veces muy dolorosa.
EliminarUn abrazo, y vamos a por este sábado
Por un momento, me he puesto a soñar que estaba en Granada, seguramente que son muchas las ciudades con una plaza Santa Ana pero como estamos con Lorca me has llevado directamente mi ciudad, de tal manera que me he sentido como tu enamorado cincuentón, y he vuelto con él a mi adolescencia en Granada, como él parecía que la estuviese persiguiendo, la juventud y la sensación de la ciudad. Qué buen relato, gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarEs una ciudad con su parque, con su Lorca sentado en un banco. Pero me refería la aplaza de Madrid, céntrica y urbana. Me alegro que te dejaraa llevar a tu juventud, amiga.
EliminarUn abrazo
Que relato tan bello y especial
ResponderEliminara Lorca, es una lindura.
Besitos dulces
Siby
Muchas gracias. Me alegra que te gustara.
EliminarUn abrazo grande
Muy inspirada Albada, has hecho un hermoso homenaje al Gran Lorca. Me gusto mucho amiga. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Era meter esas frases, y me pareció posible esta historia de recuerdos ante la explosión de la juventud.
EliminarUn abrazo, Sandra
La pequeña hija de Bernarda Alba corretea por tu relato, Albada.
ResponderEliminarBuen relato.
Un beso
Por supuesto, es la gracia, Juan Carlos. Si te gustó, me alegra.
EliminarUn abrazo
Tan imbuida en las palabras del poeta, que en este relato lo has "bordado". Quizás leíste "en algún libro de versos que dejó abandonado sobre el musgo un poeta de los pocos que van al campo, y se envenenó con aquello de << yo te amo, mujer imposible>>.Por eso, yo suplico a todos que no dejéis libros de versos en las praderas, porque podéis causar mucha desolación".
ResponderEliminarBesos.
Es una conclusión meridiana, nada de abandonar poemarios en los campos, porque pueden formar trigos, o ponzoña, si hay demasiado desamor.
EliminarUn abrazo enorme
Un estupendo relato donde haces brillar amores imposibles y posibles donde el mismo Lorca te hubiera firmado esta gran aportación, Albada. Felicidades por ello !!!
ResponderEliminarAbrazos y feliz día.
No lo creo, pero me halagas. Amores, rehuidos y desamores o decepciones, son tan universales ¿verdad?.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, Joaquín.
Guaauuu..lamento repetir comentarios anteriores , pero lo has bordado . Poe las comillas, me atrevería a decir que incluso has prolongado la frase de la propuesta, utilizando un párrafo entero, sin que desentone ni un ápice. . Todo perfectamente enmarcado en un alud de sentimientos adornado de recuerdos ( o al revés)
ResponderEliminarBesossss amigas!!
Me parecía que era mejor poner las frases, y dejarlas inmersas, sin que fueran un escándalo, en una historia de junio, ante una pelirroja explosiva.
EliminarUn abrazo, amigo
Parece escrito por Lorca.
ResponderEliminarAplauso y ovación.
Te los has ganado.
Besos.
Me halagas, Toro. Un beso
EliminarBien traídos los versos de Lorca, en tu cuento, que es una bella nostalgia de la juventud. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarLa historia era eso, teñir de luz una tarde gris, y que eso llevara recordar un amor imposible. También este que parece asomar es imposible.
EliminarUn abrazo, Carlos
Enamoramientos fugaces. Enhorabuena por ese relato, seguro que Lorca te aplaudiría si lo leyese.
ResponderEliminarUn abrazo
Son así, esos amores adolescentes son fugaces, pero el cincuentón recuerda a otra pelirroja. Gracias.
EliminarUn abrazo, Chelo
Es muy difícil ponerse a nivel de García Lorca, lo has logrado con un relato precioso.
ResponderEliminarUn besote y mi enhorabuena.
Me halagas, pero no, es que Federico era muy especial. Ojalá, por supuesto.
EliminarUn abrazo
uff, ver a los jóvenes y darse cuenta de la juventud que se va, me suena eso.
ResponderEliminarhas incorporado a la perfección las citas de lorca en tu relato.
abrazos!
Uno se percata del tiempo cuando es casi innegable. A mí cuando un joven me llamó señora se me cayó el mundo a los pies. Ahora ya no :-)
EliminarUn abrazo, Chema
Divino tesoro la juventud, aunque también están esos amores imposibles de aquellas épocas, pero son emociones que son inevitables sentirlas.
ResponderEliminarTe ha quedado chapó el relato, Albada.
Besos enormes.
Son el motor del ser humano. El amor, a cualquier edad, es motivador, aunque algunos son imposibles, claro.
EliminarMuchas gracias, María. Un abrazo enorme
Como siempre un 10 en literatura.
ResponderEliminarUn abrazo de señora a señora.
Muchas gracias. Vaya ese abrazo en féminas :-), por supuesto
EliminarFeliz domingo
Los jóvenes y su pasión, drama, decisión y confusión etc. Es lo que circunda el mundo y nuestro futuro.
ResponderEliminarUn placer leer ese tierno texto.
Besos
La pasión juvenil está poco valorada, pero son sentimientos de una potencia enorme.
EliminarUn abrazo, y a por este día
Boa tarde Alba. Obrigado pela matéria incrível e maravilhosa.
ResponderEliminarGracias Luiz. Feliz domingo
EliminarUn relato de amores como corresponde a Lorca, lo has fraguado también que el poeta estaría orgulloso de leerte.
ResponderEliminarBesitos.
Muchas gracias. Me parecía que encajaba una historia de nostalgia, pero de amor.
EliminarUn abrazo
Preciosas letras llenas de delicada nostalgia... Entiendo bien lo que dices
ResponderEliminarPaz
Isaac
Pues me alegro que entiendas, el amor, esa potencia viva, puede ser real o un trampantojo a cualquier edad.
EliminarUn abrazo. Buena semana
Nos pusiste en la mente de alguien enamorado, sabiendo que no será correspondido. Que sabe que esa mujer pelirroja está enamorada de otro, con intensidad. Que la pelirroja nunca lo mirará de esa manera.
ResponderEliminarNo le creo esa oración final. Me parece un intento de racionalizar.
Usaste bien esas dos frases.
Un abrazo.
Lo que no se puede controlar es le realidad de un sentimiento, pero racionalizar es lo único que puede hacer el cincuentón.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Hola Albada.. A menudo es suficiente estar con alguien. No tocarlo. Ni siquiera hablar. Una sensación pasa entre los dos. Las mejores y más bellas cosas en el mundo no se pueden ver, ni siquiera tocar. Deben sentirse con el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay fogonazos, en algunas ocasiones son realmente enamoramientos instantáneos. Se llama flechazos, y lo ideal es que sea para ambos, porque si no, va muy mal :-)
EliminarUn abrazo
Ese apasionado amor juvenil analizado desde la experiencia de lo vivido.
ResponderEliminarGenial! Me ha encantado.
Creo que hay amores que no se olvidan, que aparecen en la memoria tras décadas, por cualquier motivo. Y son bellos recuerdos.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.