Tomado de Google. |
Me matriculé en un curso semi-presencial de enología para principiantes. El primer día nos dieron a los cinco matriculados toda una relación de tipos de uva, sus características esenciales, tierra de cultivo y formas de reconocer más comunes, junto con un dossier pormenorizado de las composiciones más usadas en los caldos de la zona.
La primera práctica on-line fue hace dos jueves. A las 17 horas, con el dossier en la mesa, el portátil recién cargado, habiendo avisado de que por favor no me distrajesen y con un vaso de agua a mi alcance, desde la pantalla emergió una copa balón con un tinto que sujeté algo torpe y a los 10 segundos un cuestionario para rellenar las apreciaciones con una línea final donde hacer un resumen donde al fin y tras mucho pensarlo me atreví a escribir:
“Evocador y delicado bouquet floral sobre una pétrea base de taninos, especias y vainilla. Vibrante e inolvidable.”
El segundo jueves me conecté a la hora acordada, y con una lucecita verde junto al nombre del tutor y ningún estudiante conectado al campus virtual se me hizo llegar otra copa, de vino blanco esta vez y una cartulina roja donde en letra gótica escrita en tinta china y a plumilla rezaba:
“Le ruego concrete su comentario e intente delimitar zona y composición de la cosecha . La base de datos quedó inservible tras su entrada en ella el jueves pasado.”
Atentamente.
Profesor Falanix
Todas las memeces, oídas cien veces, resumidas en un breve genial, que se sale de la pantalla, chapeau!
ResponderEliminarAunque no sean memeces y los caldos tengan una alquimia que un científico pueda explicar...me quedo con la definición que sale del primer o segundo instante en que un buen vino acompaña un plato, que siempre mejora con la oxigenación de una buena compañía o una distendida charla.
ResponderEliminarUn abrazo Alfred.
Jejeje, pues yo me he quedado con las ganas de probar esos vinos, para qué nos vamos a engañar. Muy bueno, Albada.
ResponderEliminarDivertido y reflexivo al mismo tiempo. Esto de la realidad virtual no deja de tener su gracia y su desgracia. Lamentablemente,,para el vino, no le veo yo el punto virtual. me ha encantado el micro. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Hank. El precio de una botella a veces se ha de justificar con una definición de un caldo similar al que apuntaba.
ResponderEliminarYa me enteraré si existe porque hasta yo me he quedado con ganas de probarlo, y por supuesto...invitar a los amigos.
Un abrazo
Ay Francisco...Esto de la realidad virtual no creo que pueda llegar al campo de la enología u otros ámbitos pero me encanta que te haya parecido divertido porque, para no perder la costumbre, me divertí escribiéndolo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarMuy bueno el vino..me hubiera gustado probar alguno mas..intentare hacerlo yo virtualmente
Un abrazo y te felicito
Gracias J. Valentina.
ResponderEliminarLa definición de un vino es muy agradecido. Me encantará compartir...virtualmente si es el caso, el caldo que describo.
Un abrazo.
Eres tremenda, Albada. Tu ironía seduce de una forma elegante, tanto, como ese vino catado virtualmente.
ResponderEliminarYa te contaré una anécdota que tuve en un curso de catador de vinos...
Un beso, guapa.
Veintiuno...gracias por leer y comentar. Las anécdotas de los concursos y cómo no, de los cursos de catadores de vinos me temo que dan para un tomo de 210 páginas cuanto menos.
ResponderEliminarSin duda la que recuerdas será de inestimable valor lúdico.
Un abrazo.
Buenísimo, Albada, menos mal que este relato se descorcha sin que pierda sus virtudes, porque ya sabes que te visito de cuándo en cuándo, y bien que siento no hacerlo más a menudo.
ResponderEliminarHumor irónico del fino, chiquilla. ¿Y sabes?. Me recordaba de algún modo a estos comentarios de los blogs, que, cuando tienes uno bien parido, va el sistema y te dice que ha fallado el envío.
Muchos besos
Gracias Luis. Me ha pasado a veces lo que dices de comentar un blog e irse a pique el sistema en el momento menos oportuno.
ResponderEliminarLa informática, ya se sabe, que a veces está guasona.
Un abrazo.