Estoy bien, María, como todos. En este viajecillo de tren de mercancías donde el amor se regala, como no puede ser de otra forma, y a veces se malgasta. Pero ahora mismo, no es mi caso, la verdad.
Apuntaste al único lugar que no puede llevar armadura, y desde el único lugar que no se mide. Un beso
Apunto desde el arco de mi alma hasta su corazón.
ResponderEliminarHacía tiempo que no te leía, espero estés bien, Albada.
Un placer volver a pasarme por tu blog.
Un besazo.
Estoy bien, María, como todos. En este viajecillo de tren de mercancías donde el amor se regala, como no puede ser de otra forma, y a veces se malgasta. Pero ahora mismo, no es mi caso, la verdad.
EliminarApuntaste al único lugar que no puede llevar armadura, y desde el único lugar que no se mide. Un beso
Me encanta esta manera de llegar al corazón amado. ¡ Buena puntería!
ResponderEliminarUn abrazo.
O no!. Me gusta que me leas con esa benevolencia, pero en cuántas ocasiones se yerra el tino? Eso queda para los investigadores del CSIC.
EliminarUn beso
Se puede amar
ResponderEliminarhiriendo corazones
muy pacíficos.
Hay tantas maneras de amar como personas, pero todas se nutren de la máxima de no querer herir, sino hacer gozar, a ambos.
EliminarUn beso.
Lanza su flecha
ResponderEliminarla despiadada arquera
y hiere en su pecho
la flecha hiriente
Eliminarde rosas con espinas
caricias densas
Seguro que tienes buena puntería.
ResponderEliminarUn abrazo.
Honradamente, es sólo un haikú, pero no creo tener gran puntería. Si es la suficiente para cada diana pues ya está.
EliminarUn abrazo
Haikú certero.
ResponderEliminarY apasionado.
Besos.
De un gran arquero
EliminarUn beso
Estas líneas, un verdadero venablo de oro
ResponderEliminarViniendo de ti, huele a sabrosura.
EliminarUn beso Lucía