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En una atmósfera de negruras, de nieblas densas y de recuerdos anquilosados, decías hace semanas, ante un café, que deseabas que el otoño, o el viento, o los hados trajeran un cambio de colores a tu vida.
Esta mañana, una pitonisa empeñada en mirar en una bola de cristal, me advertía de un cambio de look espectacular. Era la Aladina que aladina en una carpa de circo ambulante, toda ella llena de abalorios de colores, con sus ojos llenos de rimel entre aplastado y a pegotes, y unos labios repintados de color granate aventurero vampírico. Por supuesto, como no espero ni deseo cambio alguno, me dije, -"será el de mi querida Patricia", a lo que ella no pudo alegar nada, ni para afirmar ni negar. Tan solo me dijo que la nueva imagen sería de arcoiris en sabores, y polifónico en colores, dando una textura de similar estilo al que yo veía en mi infancia, cuando ni llovía ni hacía sol.
Cuando te he visto, desde mi ventana, paseando por la acera me he dicho ipsofacto: " pues adivinó la adivina adivinadora". Tal vez adivinó que, en las tardes, un grupo de señores jugarían a ser chicos malos y dejarían a este país con una enorme desesperanza, unas cifras de paro de escalofrío, y con poca capacidad de movimientos para el disfrute, y que entre la gente vestida de gris, una amiga recién contratada estaba de fiesta, gloriosa y sonriente por mantener abierta la puerta a la esperanza, y las arterias a la sangre.
Como serpiente en muda, parece que habías de romper la piel porque has crecido, y porque el horizonte a corto plazo era corto de vista y lerdo de piernas. De una vez vislumbras esas estrellas que están por abrirse en la bóveda nocturna de tu playa de Palafrugell. Esa playa sólo para ti, para la flor humilde y excelsa de tu pensamiento alegre y de tu mirada pícara .
Sé que ahora te vistes, de a ratos, con esa claridad que sólo las mujeres poseen en la oscuridad, y que puedes relajar tu mirada hacia el firmamento estrellado, para al fin soltar una risa cómplice al destino. Ese que se abre ante los ojos, abierto y con vocación de largo recorrido. Dejarás atrás entonces, por fin, como un sueño, ese presente que se desvanecía en cada arrebato de viento del norte o en cada zancadilla del viento del sur.
Te imagino presta a dejarte mecer por el ritmo de tu propio corazón, al fin acompasado a los latidos de tu voluntad. Hoy...tan segura...Hoy me encanta haberte visto, destacando entre la gente, como una canica al sol
Esos cambios que se producen en la vida y del que no siempre somos muy conscientes, a no ser que nos los hagan saber con toda la picardía del mundo, aquellos a quienes queremos deslumbrar, cual luciernagas en la noches de los tiempos.
ResponderEliminarUn beso.
A veces son cosas simples las que desnudan las alas tornasoladas que estaban ´plegadas, esperando una voz, cual un Lázaro cualquiera, que nos diga....levántate y anda :-)
EliminarUn beso
Los matices que puede llegar a tener un color granate en la pluma de una mujer y además imaginativa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los matices de esos colores que prenden de los ojos, a veces, ante un cambio en las personas que te importan, pueden ser ilimitados, sin duda.
EliminarUn abrazo