Imagen de Raquel Rodriguez Suarez |
Inspirado en la propuesta de https://elbicnaranja.wordpress.com/
Paula y Luisito gozaban de la
libertad de vestirse de lo que quisieran. Cerca de su casa pasaban los trenes que iban a cualquier lugar que la enciclopedia mostraba como ciudades, y
que ellos no creían poder visitar jamás.
Tenían el permiso paterno para
irse a dar una vuelta tras la siesta, y ellos llevaban
semanas posando en la alameda del pueblo, poco concurrida a las cinco de la
tarde.
Ese día aciago, en el que
desaparecieron para no volverse a hallar, se habían colocado unos trapos,
fingiendo ella ser un hada madrina bruja y él un arlequín loco, y como cada viernes,
posaron para los viajeros. Consistía en quedarse quietos por un minuto, mirando al convoy. Luego volvían a casa.
Al llegar la noche les echaron en falta.
Y hasta siete días después les estuvieron buscando, con ahínco ,pero sin resultados. En los años sesenta los críos que
desaparecían no armaban tanto revuelo en los medios de comunicación como ahora. Los padres, afligidos, acabaron por darles por muertos, entre sollozos y réquiems sin ataúdes para olvidar.
Desde entonces corre la voz, de
que, desde el tren de Ourense a Monforte de Lemos, cuando llueve, si miras hacia poniente, ves burbujas
irisadas. Todas ellas con Paula y Luisito viviendo en ellas. Inmortales en su pose frente al destino de un billete de tren.
Parece una leyenda, de los viejos lugares norteños. ;)
ResponderEliminarUn beso.
Las leyendas, urbanas o rurales, parten de imágenes que se fabrican en la mente, siempre desinhibida.
EliminarUn beso
Qué preciosa historia has narrado, querida Albada, e imagino esas burbujas irisadas que cuando llueve desde el tren mirando hacia poniente se ven.
ResponderEliminarBesos enormes.
Es una historia, o leyenda, que bien pudiera ser. Los niños de la imagen producen un disconfort que parecen posando, así que tejí ese relato.
EliminarBuen finde, dulce María, un beso
Es que la imagen también es muy bonita, se me olvidó decírtelo.
EliminarFeliz fin de semana, preciosa.
Muackssss!!!!!!!!!!!
A mí me produjo desasosiego, aún creyéndose bonita.
EliminarUn beso
Qué chulo!!!
ResponderEliminarEs un relato genial.
Magnífico.
Besos.
Gracias Toro!!
EliminarFeliz domingo. Un beso
Estas cosas de niños muertos me dan un poco de yuyu.
ResponderEliminarUn abrazo.
No creo que muriesen, aunque desaparecieron. Y sí, un poco de yuyu siempre dan las historias de niños muertos.
EliminarUn abrazo
Viajar en unas burbujas es un medio de transporte que jamás se me habría ocurrido, pero al ver la imagen, es una posibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo