Ella oyó la llamada de una farola del parque, y él los cantos de una caracola de mar. Cualquiera diría que era una conversación entre amigos Quedaron en encontrarse, sobre una piedra del rompeolas. Derrocharon las palabras, alumbraron las posturas, inventaron nuevos gestos de algarabía. Descubrieron las risas en estéreo, sonando a brisa, a ecos nunca escuchados, a luz sin prisas. Acabaron con un beso, primero en ambas mejillas, luego las manos hablaron, con diccionario de seda. Rescataron los naufragios de otros sueños, las caracolas marinas disecadas, las sirenas de los bosques ya perdidas, y los volcanes sin fuego de anteriores travesías. Cayó la tarde. Despidieron a las lunas de los suspiros, a las semanas de preludio, a las muertas noches frías, dejándose caer en la playa de las certezas perdidas.
Desabrochando anhelos de sal con terciopelo, de arroyos con helechos, de
aroma a profecía, les encontró la noche, descorchando la alegría.
Vaya relato más bonito, y vaya imaginación la tuya; me gusta.
ResponderEliminarBesos Albada.
Muchas gracias, Rafa. La idea de la caracola como teléfono sonando me gustó, de un bloguero que usó el concepto. Por qué no podía escucharse una llamada en la farola de un parque y que dos desconocidos pudieran comunicarse, me dije. Luego el lápiz fue tomando carrerilla, sin más.
EliminarBesos y feliz tarde de viernes
Maravillosamente poético!! Casi parece una fábula vestida de hermosas metáforas…
ResponderEliminarUn placer, querida amiga…
(Acabo de recibir el libro; decirte que, con tu permiso, lo he compartido en el muro de mi blog, https://varietes-ginebra.blogspot.com.es/ poniendo el enlace al post donde lo compartiste)
Deseando ya disfrutarlo!
Un abrazo, y muy feliz finde! 😘
He entrado en ese blog. Tentaciones, una propuesta más que tentadora :-), no puedo seguirlo, pero iré leyendo tus entradas.
EliminarMuchas gracias, Ginebra por tan amable ayuda. Espero disfrutes de los textos y poemas. Un beso grande, como tú y feliz finde
Bien por ellos.
ResponderEliminarQue lo disfruten muchísimo.
Este relato es una invitación a la vida.
Besos.
Pretendía exactamente eso, que dos desconocidos llamados por objetos insólitos, llegasen a descubrir y descubrirse la alegría de vivir.
EliminarMuchas gracias, Toro, un beso
Poético relato pleno de lirismo y bellas metáforas. Tu diccionario también es de seda.
ResponderEliminarBesos.
Inventar palabras, o caricias, para ampliar el diccionario de los mejores amigos, y de los más lúdicos besos, era un punto de ese encuentro loco, de cachorros curiosos, de manera independiente a la edad.
EliminarVivir es duro tal vez, pero tan bello, que todo canto a seguir latiendo me parece el mejor homenaje a estar vivo. Besos
Lindo!
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Alfred. Era un canto a la alegría, y poca cosa más.
EliminarUn beso
Bello relato Albada, me ha gustado tu blog, me tendrás por aquí seguido.
ResponderEliminarUn beso al alma desde mis planetasdecristal.blogspot.com
He paseado por tu blog, que ahora sigo y me ha gustado encontrar versos cargados de rocío y prosas alineados con el ritmos.
EliminarUn gracias, y bienvenida a este rincón sin mimbres. Un beso
Aquí va una onomatopeya de albricias, o de yupi, o genial. Que bonito, que maravilla que bien escrito, cuanto me ha gustado. El fina es una joya. Abrazos
ResponderEliminarEsos besos con pan como canto a la vida salieron a pequeños trompicones, del lápiz de un amanecer parecido al de la foto, tomada en Comarruga hace unos meses, donde hay artefactos de juegos infantiles y unos oasis artificiales que cobijan.
EliminarGracias. Un abrazo y feliz sábado
Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuánto me alegra. Esos textos que no tienen un objetivo fijo, ni un esquema previo, cuando salen así fluidos de la mano, parece que sólo tenían un sentido:nacer.
EliminarGracias Macondo, un abrazo y feliz finde
Siempre es bueno imaginar a dos queriéndose.
ResponderEliminarSiempre es bueno, ya lo dices bien. Tosas las parejas empiezan por ser extraños, y la magia de la chispa se da, en ocasiones, de manera más absurda, y sin saber cómo, prende la alegría de vivir y la de saberse intensamente vivo
EliminarUn abrazo
¡Qué maravilla esta entrada! has escrito en prosa pero se siente tan poético este texto, la verdad es que me ha encantado.
ResponderEliminarEs como sentir el arrullo del mar, e ir imaginando los gestos, las posturas, las risas, a la vez oler el aroma de tus palabras, y me ha encantado la metáfora que utilizaste al final con la frase ***descorchando la alegría***.
Con tu permiso, te doy un fuerte aplauso ¡¡¡plasf plasf pasf!!!
No se si la imagen es de tu autoría, también es preciosa.
Besos enormes y feliz tarde.
Era la opción, re descubrir la alegría, partir de cero, sin atender a cómo se conocen, ni por qué, simplemente dejarse llevar por la alegría de estar vivos , y juntos en ese instante, en esa tarde, en ese universo creado por ellos.
EliminarLa foto es de la playa de Comarruga, donde veraneaba desde la adolescencia y hasta hace dos años. Ahora, de paso, o expresamente, me sigue atrayendo escuchar el mar. Un beso y feliz finde
Ante usted, señora poeta me quito el sombrero. Es un texto muy bello, muy fresco y muy atrapador gracias a esas imágenes marinas para que el don de la palabras entre dos almas sea en esa tarde un encuentro sin igual.
ResponderEliminarUn saludo desde la otra orilla, desde Colombia.
Gracias amigo. La tarde se conjugó con los planetas, la magia de farolas y caracolas, y esos corazones abiertos a la alegría de vivir, dejando que el pasado y sus quebrantos queden en la baúl de los olvidos.
EliminarComprendo que parece imposible, que sería puro onirismo, pero quise imaginar la realidad de manos, bocas, mariposas en el estomago en dos desconocidos Un abrazo grande, desde este rincón blanco que se escribe en España
! Que imaginación ! y cuánta poesía en un texto tan corto.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un beso
Muchas gracias, Ambar. Era un fluir de alegría.
EliminarUn beso y feliz lunes