Aún a sabiendas de que no había lugar para su regreso, su fidelidad a la vida, con sus aves y paisajes, pero sobre todo, con su amada, hizo posible lo imposible. Una tarde de febrero se presentó en el dormitorio donde Amanda hacía su siesta. Descansaba entre vapores de eucalipto y varios pañuelos, impregnados de espliego, decoraban todos los rincones del cuarto. El aroma familiar le traía muchos recuerdos. Se sentó en la mecedora de mimbre donde tantas horas pasara, cuando estaba vivo, leyéndole Rayuela. Tomó un libro, que no leería, porque había venido a contemplarla. Miraba su dormir agitado y sus denodados intentos de vencer un asma tan caprichoso como tenaz.
Amanda dormía entre suaves estridores, soñando su propia muerte. Vestía, en el sueño, un camisón con ribetes de encaje en puños y cuello, y su cabello lucía trenzado a ambos lados de la cara, un peinado que nunca usaría. En el sueño, miraba la mecedora, que ocupara Alfonso, con su eterno batín canela y sus ojos verdes enmarcados en las gafas de pasta. Él hacía como que leía el libro, que tantas veces recitara en voz alta, para calmar su respiración agitada, y su corazón al galope. Ella había defendido la vida hasta que él la llamara, para descansar por siempre en la paz del respirar profundo y sosegado de un amor eterno. Y es que sólo Alfonso podría podría ofrecerle un amor sin fisuras, incluso hasta un poco más allá de la muerte.
La cuidadora la encontró muerta, con una cara de felicidad difícil de interpretar. Sin saber por qué, le colocó un camisón que había pertenecido a la madre, y le sujetó el cabello en dos trenzas enmarcando el rostro. Un libro abierto dormía en la mecedora de mimbre, mientras un sol en retirada iluminaba el cuarto con aroma a vick vaporub.
Ella estaba enferma. El dormía a su lado siempre cogido de su mano o en contacto con su cuerpo por si le daba otro ataque. Las noches pasaban casi en vela pendiente de administrarle la medecina porque de otra manera, ella moriría...Siempre sobre las tres, una sacudida de la columna vertebral indicaba la urgencia del medicamento. Eran insufribles las horas cuando esa mujer era lo más preciado que tenía en la vida...ella estaba cansada de vivir; demasiado harta del agotamiento que suponían esos ataques cuyo fín jamás llegaba. El era el guardian de sus sueños, el hombre que nunca la abandonaba; el fiel amor que aquella noche del 14 de febrero le regaló un anillo de diamantes.
ResponderEliminarPero ella no quería vivir más y en el vaso de leche que tomaba su marido puso dos pastillas para dormir. El tomó la leche y se fueron a dormir. A las tres de la mañana, el ataque volvió como venido de la nada mientras que Fernando no despertó...Alba murió pasados unos instantes de angustia y al amanecer, el perrito despertó a Fernando tirando de la manta con un lamento.
El amor es así. La fidelidad del perro en ese final está estupendo.
EliminarGracias por tu historia. Un abrazo y feliz viernes
Bonita escena y entercedora...
ResponderEliminarUn abrazo.
A veces se queda quien está más enfermo, y se va quien no debía hacerlo. Aquí era un amor más allá de la muerte. Era una visión de l afuerza del amor.
EliminarUn abrazo y feliz día con almendros en flor
Precioso. Una escena que conmueve y toca la fibra.
ResponderEliminarAy de esos amores que trascienden más allá de tiempo y espacio...
Este género me encanta, y tú lo has relatado maravillosamente.
Un placer leerte en esta noche, mi querida amiga.
Un abrazo grande 😘
El romanticismo no pasa de moda, a pesar de los tiempos de amores de quita y pon. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo grande y feliz viernes
Que bonito relato nos has dejado , es una muestra de amor sin duda la mejor ..esa que lleva al limite y sin embargo el uno cuida del otro hasta más allá de la muerte .
ResponderEliminarLa escena nos las has hecho sentir por tu manera de describirla .
Gracias por escribir así al amor .
Un abrazo enorme ..feliz noche .
Muchas gracias. Cuidar el uno del otro, es así. Hace poco salía en la prensa el suicidio de una pareja de ancianos. Me generó pena, por supuesto, pero una gran ternura.
EliminarUn abrazo y feliz viernes, con amores de largo recorrido
se supone que cuando dejas esta vida, tu cara refleja las últimas emociones que viviste. mejor que sea con paz y sin sufrimiento.
ResponderEliminarcuentan que una tía de mi madre, nonagenaria o poco le faltaba, murió comiendo un pastel 'borracho'.
abrazos!
Buena forma de morir, disfrutando, claro que sí. O durmiendo. Para el que qe queda puede que sea más traumático, pero ya que todos tenemos que morir, que sea gozando, con serenidad
EliminarUn abrazo y feliz día
Dos dimensiones distintas y un único amor. Ahora pertenecerán al mismo universo. Eres única inventando historias y finales geniales. Abrazos
ResponderEliminarEn esa segunda vida, volverán a encontrarse, porque nunca se separaron, ni la con la muerte de Alfonso.
EliminarBueno, hoy tocaba un amor del bueno. De los que quedan pocos. Un abrazo, Ester
El sueño más romántico de todos quienes aman, tener un amor eterno que traspase lo físico. Lo relatas tan suave como ese espliego.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Me alegro te haya gustado la forma en que abordé esa fuerza del amor. Es un compromiso de amor, seguir amando traspasando la barrera de lo físico.
EliminarGracias. Un abrazo grande, Dulce
Me has tocado el fondo, con esa fuerza romántica del amor,merece la pena traspasar ese barrera de lo físico, para recoger el verdadero Amor, ese que es eterno.
ResponderEliminarExcelente manera con la que has bordado ese amor eterno.
Feliz viernes Albada.
Un beso
Me alegro que te haya gustado. Buscaba una atmósfera de vahos y un pasado compartido y disfrutado.
EliminarUn abrazo y feliz vierens
Ese es el amor para siempre, hasta que la muerte los separe. Un relato precioso, romántico y muy tierno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero fíjate, que no hay quien pueda jurar por ese "para siempre", sucede, o no. Aquí quise dar la opción de que más allá de la muerte, el amante sigue vigilando el sueño del ser amado
EliminarUn abrazo y feliz viernes, con sol aquí
El "hasta que la muerte nos separe" se ha quedado chico para el amor.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Un abrazo.
En algunas inmensas historias de amor, van mucho más allá. Me alegro que te haya gustado
EliminarUn abrazo.
Amor eterno.
ResponderEliminarUn beso.
Los hay. Seguramente cada vez menos, porque los tiempos de la inmediatez y los resultados instantáneos no dan para mucho más que el café en polvo, pero los hay.
EliminarUn beso y por un sábado cargado de buenos ratos
Me ha recordado una escena de otro tiempo. Cambiando lo protagonistas estoy viendo a mi abuelo postrado en la cama con disnea, mi abuela en la mecedora tejiendo unos guantes que nunca llegaría a estrenar y a una niña de tres años subiendo por las escaleras que llevaban a la habitación. Aquella niña era yo.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo.🌹
Como ves, la realidad supera a la ficción. Me alegra te haya gustado.
EliminarUn abrazo grande
No tengo más remedio que descubrirme ante este genial relato del amor entre dos personas mayores.
ResponderEliminarYa me gustaría poder tener tu imaginación y la facilidad resolutiva de tus escritos.
Magnifico.
Besos.
Muchas gracias. La imaginación permite fabricar escenas, ene ste caso más que posibles.
EliminarUn abrazo y feliz sábado, Juan L.
El amor más allá de la muerte, un relato enternecedor.
ResponderEliminarTe deseo una feliz noche. Besosss
Muchas gracias. Todos sabemos de amores así, hasta la muerte, y un poco más allá.
EliminarUn abrazo, Maite y por un sábado feliz
El amor es una de las respuestas que el hombre ha inventado para hacer frente a la muerte.
ResponderEliminarAbrazo.
Es un trampantojo, seguramente, porque cuando amamos, la muerte queda muy lejos en la mente.
EliminarUn abrazo
Una historia conmovedora, de esas que como dices, ya no son de largo aliento, sino de dejar y reponer. Siempre el amor reivindicándolo todo y hasta justificando la muerte.
ResponderEliminarBien lograda tu historia entre el pasar sutil de esencias y vapores del diario vivir nuestro.
Cariñoso abrazo desde la distancia azul y desde mi correspondiente orilla.
Me alegro que te haya gustado. La atmósfera de vapores, aromas y lectura me pareció un buen escenario donde ubicar una historia de amor. No lo imaginé en ancianos, pero al leerlo, sí parece la de un amor de largo recorrido.
EliminarUn abrazo grande, este lado del mar. Por un día cargado de aromas para recordar
Más romántico es imposible.
ResponderEliminarY bonito también.
Me ha gustado mucho.
Besos.
Me alegra de verdad que te haya gustado. El romanticismo no estará de moda, pero en las bellas historias de amor hay un algo que nos hace estremecer.
EliminarUn beso, Toro