Imagen de Bic naranja
Teo, Teodora en su carnet, había
decido huir de su marido, un estúpido que era feliz comentando sus
limitaciones, a diestro y siniestro, y hablando de ella en tercera persona
estando presente la propia Teo. En su huida, renacer para ser exactos, recurrió
a amigos y familiares, y acabó por cambiar de aspecto, por tatuarse, por
empezar a fumar y por hacerse monitora de comedor en un colegio.
Cada verano desde su divorcio, no
ratificado por juez alguno, porque optó por el “ahí te quedas”, se apuntaba a
un club de tenis cercano, esperando que alguien quisiera jugar con ella, pues
contra ella era muy fácil, siempre perdía. Así conoció a Luisa, de edad similar
y tatuajes del mismo estilo, y con tan mal revés como el suyo. Se
hicieron amigas, y compartían un café cada jueves y sábado. Llegaron a
intimar.
Luisa acabó explicando su
historia, diferente a la de Teo radicalmente. Su marido era Javier, y seguía
casada. Él era un alto cargo de la mayor empresa de vigilancia del país.
Viajaba mucho y tenía la afición de hacer, cada fin de semana, circuitos de
bicicleta de horas. Se sentía mimada, cuidada y consentida, pero no era feliz.
Por rebeldía se hizo tatuar y se tiñó el pelo, a ver si así llamaba la atención
de Javier, cuyo comportamiento era de asertividad siempre. Todo lo que ella comentaba o proponía le
parecía estupendo, si bien en la cama estaba como poco motivado, siempre.
El día que captaron en la imagen,
acababan de quedar en ir a París las dos solas. Sin avisar a nadie, conduciendo
el Mercedes de Luisa. Lo primero que hicieron fue tirar los móviles por las
ventanas, antes de llegar a La Junquera, muertas de risa, y saboreando por
anticipado perderse en los salones de Versalles.
El ex de Teo se enteró del viaje
y la denunció por abandono de hogar. Javier denunció a Luisa por posible
desaparición o secuestro. Ellas, llegando a le Champs Eliseés buscaron hospedaje, y dejaron los DNI en
recepción del hotel. Para su sorpresa, a las dos de la noche llamaron a la
habitación. Una policía de la Interpol las acompañó a declarar a la gendarmerie
del distrito X, donde amaneció el día con tres mujeres tronchándose de la risa.
La aventura había acabado, “que viva la aventura”, dijeron las dos españolas.
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lunes, 20 de julio de 2020
Ni Thelma ni Louise
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¡París, toujours París!
ResponderEliminarUn Thelma & Louise, pero a la española.
;)
Un beso.
Un poquito sí. Qué tendrá París, que siempre es una fiesta :-)
EliminarUn beso
Paso a dejarte un abrazón.
ResponderEliminarEstoy y no estoy, jeeeeee
Estás a ratos, pues tranquila. Disfruta del verano y las vacaciones.
EliminarUn abrazo
la felicidad dura poco dicen... pero quien te quita lo bailado!
ResponderEliminarla foto es actual aunque con diseño vintage, hermosa... besos!
Hay que agarrarla, a la felicidad. y que dure lo que esté de ser :-)
EliminarUna imagen extraña, que me llamó la a atención. Un abrazo.
No duró mucho pero todo es empezar volverán a París o a cualquier sitio, ahora ya saben lo que es la felicidad. Abrazos
ResponderEliminarHay que saber de qué no se quiere más, una vez se sabe, todo es fácil. :-)
EliminarUn abrazote
Hola Albada.. Siempre les quedará París, aunque sea por poco tiempo, suerte que acabo mejor que Thelma & Louise..
ResponderEliminarUn abrazo y buen verano, hasta la vuelta.
Parece que no, pero desde Casablanca, siempre nos queda París :)
EliminarDisfruta mucho, que el verano, con su bicicletas, es tiempo de asueto y aventuras. Un abrazo
París bien vale una misa. Un relato excelente donde cada día parece que la felicidad parece que está evaporada. Más es normal que haya estos contrastes. Somos humanos y en ello está en buscar esa emoción tan maravillosa.
ResponderEliminarUn abrazo y buen comienzo de semana, Albada.
Pues sí, una misa, pronto de nuevo en Notre Dame. La vida tiene contrastes, y si no, se inventa uno aventuras que le de chispa.
EliminarUn abrazo y feliz día
Que hay en París que todos se quedan.??
ResponderEliminarjaaaaa, me agrado tu relato.
Besitos dulces
Siby
Bueno, se quedan los que pueden pagarse un piso en la urbe. Tiene encanto eso sí :), tal vez por eso las chicas de mi texto la eligen como destino de su aventura de rebeldía.
EliminarUn abrazo.
las relaciones tóxicas son muy puñeteras. mi gran aplauso a teodora. a luisa también, no te digo que no, pero es que estoy especialmente sensibilizado con el tipo de maltrato psicológico que sufría teo.
ResponderEliminarparece que la policía se unió a la fiesta de teo y luisa. :D
abrazos!
Son muy puñeteras, porque no ha matarlo que pueda verse, pero es más habitual de lo que pensamos. Luisa está aburrida, parece, pero quise buscar dos perfiles muy diferentes, que coinciden en la necesidad de hacer una escapada. La poli entendió a esa pareja de españolas.
EliminarUn abrazo, y por un día bonito para ti
Que buena historia , la peli la habré visto un montón de veces y siempre encuentro algo nuevo en ella.
ResponderEliminarEn este caso terminó mejor su aventura bien mereció la pena.
Al alma hay que dejarle ir de excursión de vez en cuando .
Un fuerte abrazo !!
La ventura de mis chicas es muy suave, y seguramente con consecuencias, pero de momento, disfrutaron mucho.
EliminarUn abrazo y por las aventuras para el alma
Desde luego que si ¡qué viva la aventura! Y que les quiten lo bailao.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya verán luego las consecuencias, pero de momento, eso, que les quiten las risas :-)
EliminarUn abrazo, Rita
Al menos no acabó en el Grand Canyon la aventura.
ResponderEliminarNo, es que ese vuelo de libertad postrera impacta. Y no merecen ese final, ni en la peli ni estas chicas.
EliminarUn abrazo
Qué genial la foto!!!
ResponderEliminarMe encanta.
Me cautivó a mí también. Un beso
EliminarPobres... un par de aburridas, la una por mucho y la otra por "ni caso". Una cana al aire y en París, es una valiente opción.
ResponderEliminarEstupendo.
La expresión de cana al aire me pareció muy acertada. Porque así he planteado el aburrimiento de una y el resarcirse de una relación de la otra.
EliminarUn abrazo y vamos a por este día
Hay que disfrutar de la vida aunque sea a ratos... Y París... ¡Oh, París!
ResponderEliminarUn beso enorme.
Oh lá lá. Siempre imaginable con luces y diversión. Hay que disfrutar de la vida, o inventarse la manera.
EliminarUn abrazo
Esos deseos de liberación, tal vez en esos casos lo mejor sea realmente romper con toda atadura. Y sí que tenían tatuajes.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Muchos tatuajes, me pareció excesivo, pero la foto tiene mucho encanto y una complicidad a la que quise dar cuerpo, o voz :-)
EliminarUn abrazo, y por un martes bonito y amable para ti .
Me imagino a las tres saltando el precipicio en un coche patrulla descapotable
ResponderEliminarSaludos 😘🌀
Capaz que la poli se les uniera :-), donde caben dos, caben tres :-)
EliminarUn abrazo
Me ha encantado la historia a la española y es que París potencia la complicidad. Como siempre, te felicito y es un placer leerte, Albada.
ResponderEliminarMil besitos para ti ♥
Muchas gracias. Visitar París sí potencia complicidad, y mirada, porque esa buhardillas dan un toque a los paseos, amén de sus avenidas y monumentos, claro.
EliminarUn abrazo y por un día estupendo para ti
Parece ser que el fin de semana del marido y del ex no resultaban plenamente satisfactorios si la mujer y la ex estaban pasándolo bien también.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los varones, uno que no sabía ni dónde estaba Leo, y el otro seguro de tener como una reina a Luisa, debieron alucinar con patatas :-)
EliminarUn abrazo, Macondo
Ohh me encanta!! Qué buen giro! Un relato que te atrapa,como siempre Albada! Impecable.
ResponderEliminarUn beso enorme!
Pues muchas gracias, Luna. La imagen proponía complicidad, y así lo urdí. Alrededor de la imagen.
EliminarUn abrazo grande, y por un día genial para ti
Parabéns pelo maravilhoso relato. Você tem um fã brasileiro.
ResponderEliminarGracias, fan brasileño :-). Un abrazo
EliminarMuy buena historia de esas mujeres hartas de la rutina..
ResponderEliminarMe encantó
Besos al alma, muakkkk
Las rutinas nos comen el alma, nos dejan con moho las entrañas. De vez en cuando, a por una aventura :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
A por ella, di que sí :-). Un abrazo
ResponderEliminarNo se lo quita nadie. No sé si es todo, capaz que la poli se les une y siguen la aventura unos días, siendo tres mujeres pasando de todo conformismo :-)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día
No importa lo que durara la aventura, esos momentos de felicidad serán inolvidables para ellas. Lindo relato amiga, saludos y abrazo.
ResponderEliminarLa duración es lo de menos, ellas fueron felices, y eso es lo que importa :-)
EliminarUn abrazo
Y "vive la France", podríamos añadir, je,je.
ResponderEliminarMuy buen relato. Me ha encantado, tanto en su forma como en su fondo.
Un abrazo.
Pues casi que sí. Tan cerquita que tenemos ese país :-)
EliminarUn abrazo, y feliz día
Una escapada así es necesaria, valió la pena disfrutaron y con ello se quedan. Mi abrazo y cariño.
ResponderEliminarEscapaditas así siempre son gozosas y terapéuticas, estoy segura.
EliminarUn abrazo, Rosana
Es un canto a la libertad, aunque durase poco tiempo para disfrutarla. Un relato con buen ritmo. Feliz día
ResponderEliminarPoquito, pero a saber el tiempo que recordarán con unas sonrisas esa escapada aventurera :-)
EliminarPor un día estupendo para ti. Un abrazo
Dos historias, dos aventureras; pero me dejaron un sinsabor porque ignoro qué es intimar.
ResponderEliminarSaludos, estimada amiga.
Intimar aquí lo usamos como sinónimo de compartir confidencias, cosa que entre las mujeres se produce. Por ello se animan la aventura unidas, con complicidad.
EliminarUn abrazo, amigo
Lo pregunté porque soy mal pensado. Ja, ja, ja
EliminarJaja. :-)
EliminarQué bueno! Fueron más listas que Thelma y Louise. Supieron ponerse el mundo por montera pero se aseguraron no buscarse un final dramático.
ResponderEliminarBravo, Alba 👏🏼
Son españolas, que pueden ser muy heroicas, pero cuando se ponen a ello, acotan sus aventuras. :-). Me haces recordar que pocas comentan sus infidelidades, por ejemplo :-)
EliminarUn abrazo
No hay razón para no seguir la aventura... Y París es un buen lugar para hacerlo.
ResponderEliminarBonita fotografía
Un abrazo grande
Pues a seguir la aventura. De hecho la propia policía francesa se ríe con ellas. Sí, era un foto extraña.
EliminarUn abrazo enorme, y por un sábado perfecto
Que vivan las mujeres!
ResponderEliminar(como diría Miguel Bosé)
Al menos no saltaron...
😊
Besos.
Eso, Miguel Bosé, sin creer en el coronavirus este, diría exactamente eso :-)
EliminarUn abrazote.
Excelente relato aunque me hubiera gustado que el final habría sido más feliz.
ResponderEliminarBesos
Ese final riendo parece indicar que la aventura sigue, sin mayores problemas con la justicia.
EliminarMe alegro que te gustara. Un abrazo