Imagen de Bic naranja
Eva Cercedilla se dejó caer por
el tobogán de los sueños anegados una noche, en la que cambió como calcetín
dado la vuelta. Había conquistado la esquina de los sueños de Raúl, quien, a
veces, desde la marquesina de un paseo marítimo de Cadaqués, le enviaba besos en
Arial o en Calibrí.
Eran besos viajeros, dejados caer
como hojas de otoño, sin mayor intención que seguir el curso de lo natural de
cada estación. Los otros besos, los de
verdad, los robados, o conquistados, los que le dejaban colgado de unos labios
en flor, eran para Gisela Masip Villalegre, la chica que desde el instituto
abrió la veda a las hormonas desmandadas de Raúl, y de algún muchacho más.
A mil quilómetros de distancia de
ese pueblo con mar cuajado de veleros y chiribitas de luz de luna, ella
escribía versos de un amor desaforado, sin más afán que dejar salir de su
corazón de golosina los latidos enamorados en su taquicardia al galope cuando
recibía algún mensaje del otro lado de la península. Raúl calculó mal el
impacto, el peso, la puntería certera en el corazón de ella. Siguió esquivando
comunicaciones con vídeo, posponiendo encuentros en un futuro que se elongaba
como un chicle de fresa infantil. En un comienzo de la relación, el futuro se
llamaba “cuando apruebe primero”, y hace poco, “tras la graduación y la entrega
de tesina”.
Eva había rechazado a los
moscones que atraía su cabezo rubio como un trigo por cosechar, y esos ojos que
sabían ver más allá de la piel del otro. En su playa de A Coruña hacia planes
de tomar un tren, y por años, quedaron en planes, pero hace días, sin avisar ni
a su familia, se plantó en la estación, dispuesta a ver a Raúl, sí o sí.
Se durmió pronto con el traqueteo
propio del ferrocarril, y soñó en comida, de hecho eran vagones de comida, y que al
despertar tomó como presagio de que le esperaba el hombre que la llenaría.
Llegó a Cadaqués a las trece
horas, y contactó enseguida con él, imaginando su sorpresa y dicha. La realidad
es que estaba en Barcelona, con Gisela, en el piso que compartían durante el
curso escolar. Y así se lo dijo, aseverando que nunca había soñado con poder
estar por ella. Que había sido una estupenda conversadora, pero que nada más.
Eva tomó una habitación en el
hotel costero y pasó toda la noche en vela, entre llantinas inconsolables y
desaprendiendo ese amor que ella había inventado sin base sustentadora. Por la
mañana, tras un desayuno con pescado, reconoció haber pasado de un amor desprendido
(sin esperar nada), a un amor desaprendido. Y así, sin más dolor que un tiempo invertido
en nada, coqueteó con un turista ante la escultura de Dalí, más provocadora de
lo que nunca pensó ser.
El titulo le va como anillo al dedo. Tal vez Eva vio destellos de amor donde solo habla amistad y ya se sabe a cierta edad confundirlas suele pasar. Pero me alegro que después de una pataleta volviera a tener esperanza en el amor tal como ocurrir con ese turista despistado ...Muy buen relato con una fantasía e imaginación barbara. Un feliz domingo.
ResponderEliminarbesotes.
Bueno, se aprende tras vivir, y los jóvenes pueden confundir los sentimientos, los propios, y los ajenos :-)
EliminarPor una semana excelente. Un abrazo grande
A veces es muy fácil confundir las emociones y los sentimientos.
ResponderEliminarMe ha encantado la imaginación, la creatividad, Albada.
Un beso muy grande y feliz domingo.
Sí, y casi que eso no tiene edad. Me alegra que te gustara la narrativa.
EliminarUn abrazo, y vamos a por una semana bonita
¡Ay los sueños...!
ResponderEliminarUn abrazo.
Son sueños, y así se llega a aprender a distinguir de la realidad.
EliminarUn abrazo
Y yo que siempre he pensado que amor y comilona son antitéticos...Incluso en los sueños.
ResponderEliminarNo, recuerdo a Isabel Allende, y ese resurgir tras un luto inmenso, soñando en arroz con leche como preludio de alivio de luto :-)
EliminarUn abrazo
Es más fácil construir mentalmente un amor que mantenerlo vivo en el día a día. Entrañable y original manera de narrar tu historia. Me encanta la imagen, además (y el sushi). Un abrazo
ResponderEliminarEs demasiado fácil, habiendo distancia por medio, seguro.
EliminarGracias, mi manera de narrar creo que no puedo cambiarla :-). Un abrazo con sushi
Así es, los sueños sueños son y las ilusiones se evapora, más en el amor cuando nos e es correspondido, al menos Eva no pierde el tiempo.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Se ha de dejar que se evaporen, que no lastren. Ella en eso fue lista :-)
EliminarUn abrazo, Dulce
Boa tarde Alba. Matéria que nos faz refletir sobre sonhos e realidades. Bom início de semana.
ResponderEliminarSueño y relidad no deben confurdirse nunca, en el amor menos :-). Un abrazo
EliminarQue hermosos son los amores imaginados, ahora la realidad es otra cosa.
ResponderEliminarUn relato a la altura de la imagen, todo fantasía.
Un abrazo.
Fíjate en las carpetas de los adolescentes, con esos amores ficticios hacia sus personajes idolatrados. Es muy fácil construir un amor.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, Ángel
Muchas gracias por tu visita y dejar tu huella en el blog
ResponderEliminarte lo agradezco mucho
Entrañable y original manera de narrar tu historia.
Me encanta la imagen
Besos
La imagen era muy tentadora, en más de un sentido :-)
EliminarGracias, Anna. Un abrazo
Suele pasar que una cosa son los sueños y otras las ilusiones. Pero tampoco es nada sencillo a determinadas edades (y aunque no lo sean) nos pasan factura. Más lo bueno es que esa Eva aprendió a diferenciar las ilusiones de los sueños en un abrir y cerrar de ojos. Muy buen relato, Albada.
ResponderEliminarGracias por compartir. Abrazos y buenas noches en domingo.
Fue lista y práctica, porque tras cuatro años de amor invenatdo, reinventa un adiós muy lógico. No siempre se es tan listo, por desgracia para quien confunde los términos.
EliminarUn abrazo, y gracias, Joaquín
Cosas así pasan en la vida. Amar es bello, no i8mporta lo demás..... Muy buen texto amiga. Saludos y abrazo a la distancia.
ResponderEliminarAmar es bello, porque saca lo mejor de nosotros. Tal vez no importe si es correspondido, o si es ficción. Si late...
EliminarUn abrazo, Sandra, y feliz semana
Esas cosa pasan a veces y tú la cuentas muy bien. Un título muy acertado para una historia muy bien desarrollada. Feliz semana.
ResponderEliminarPasan, con internet, creo que mucho más, y hay el riesgo de malinterpretar los mensajes.
EliminarGracais. Un abrazo, y feliz semana, Chelo.
Muy buena decisión: donde esten los amores tangibles y proximos, que "le den" a los imaginados.
ResponderEliminarLa mayoría de las veces, los sueños son para roncar.
Besos.
jajaja, muy lúcido y prosáico. Pues sí :-), a los sueños imposibles, despertares tempranos :-)
EliminarUn abrazo, y por una tarde estupenda
Mira por donde puede que el turista sea muy afortunado.
ResponderEliminarBesos.
Pues lo imaginé asombrado, y encantado :-)
EliminarUn beso
Por desgracia suele ocurrir y hoy día más a través de internet. Hizo bien Eva en no perder el tiempo, aprendió rápido.
ResponderEliminarUn bello relato muy bien contado así como desarrollado.
Un abrazo Albada y buena semana.
Puede ocurrir bastante a menudo, porque uno enseña, muestra, lo mejor de uno mismo, dejando fuera de los mensajes los defectos, manías etc.
EliminarMe alegra que te gustara cómo lo urdí. Un abrazo
Nos cuentas un relato que está a la orden del día, muy bien redactado como siempre.
ResponderEliminarAbrazos, doña pluma de oro.
jajaja, gracias. Un relato nada especial de historia, me temo.
EliminarUn abrazo grande
Me encanta ese lenguaje figurado para describir un beso apasionado y otro desaforado. Situaciones como estas suelen suceder. Es decir, de encanto de y desencanto; de encuentro y desencuentro. Magnífico relato. Lo desafortunado es el turista, que afortunadamente no soy yo. Mi saludo y abrazo.
ResponderEliminarLo afortunado es para ese turista, me temo, porque ella va a pecho abierto. No sé si de vestuario, a tanto no llegué a imaginar:-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, amigo
Qué bonito texto de los sueños y la imagen mola mucho
ResponderEliminarbsss
Es una imagen muy bonita, y original, que me motivó, claro está.
EliminarUn abrazo, y gracias
Los sueños son importantes, igual que la esperanza.
ResponderEliminarMuy bien escogido el titulo.
Besos.
Son importantes, y perseguirlos, tal vez, es imprescindible.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
Gostei da imagem e do texto, meus parabéns.
ResponderEliminarArthur Claro
http://www.arthur-claro.blogspot.com
Gracias. Ya te sigo, y leo. Y comento lo que entiendo.
EliminarUn abrazo
Desde el título, a la imagen y sobre todo el relato, me parecen geniales!!
ResponderEliminarBrillante texto.
Besos
Me alegrq que te gustara. Es una historia común, sin nada especial, pero me alegra que la narrativa te gustara.
EliminarUn abrazo
A veces son vóívidos, impactantes, es verdad.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu lectura
Bic naranja escribe fino al igual que tú, siempre hilas muy pero que muy finos tus relatos. Me ha encantado.
ResponderEliminarAbracines utópicos.-
Muchas gracias. Sin utopías, no hay sueños.
EliminarUn abrazo
Una historia muy bien narrada y que suele pasar cuando creemos que nuestros sueños son recíprocos, compartidos y nos lanzamos a la aventura de un desencuentro.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho y la imagen que elegiste no podía ser mas idónea.
Feliz semana
Es que somos temerarios, no miramos si hay agua antes de tirarnos aala piscina :-)
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
Y la vida necesariamente siguió, sin tantos daños...
ResponderEliminarExcelente (como siempre) tu historia
Paz
Isaac
Y es que la vida sigue, hasta tras los trompazos, es así.
EliminarUn abrazo, Isaac
Los suenos siempre serán solo eso,
ResponderEliminarla realidad es otra cosa, ahora que
se te realice algún sueno, no es muy
común, pero puede suceder, gracias
amiga Albada.
Besitos dulces
Siby
Puede darse, de hecho hay sueños, que se entienden como relaciones unilaterales, que se convierten en reales. Poco frecuente, eso sí.
EliminarUn abrazo
Hola Alba,ya de vuelta por aquí jajaja..es más fácil enamorarse de un sueño imposible que la propia realidad (aunque a veces hay sueños que se cumplen)...eso sí, el desayuno con pescado me ha encantado.
ResponderEliminarAbrazos Alba
Es que es fácil confundir a veces. Pero ella fue lista.
EliminarUn abrazo
Fabuloso relato. Ella fantaseaba. Él vivía el amor. Qué pena que a veces las palabras de un correo, de un whatsapp, de una carta de malinterpreten.
ResponderEliminarInteresante tema...
Un beso
Es que puede confundirse. Y así, nosotros no entendemos del todo.
EliminarUn abrazo, y gracias.
Magnífico relato! Y dentro de la desilusión con la que se topa la protagonista, ese final creo la devuelve a la realidad, esta vez, con ella a los mandos.
ResponderEliminarMe ha encantado 👏🏼👏🏼
Quiero pensar que nos puede pasar a todos. Ella, eso sí, se espabila para despertar.
EliminarUn abrazo
Ay, qué triste enamorarse sol@. Al menos Eva se lanzó. Podía haberle salido bien.
ResponderEliminarUn saludo.
Fue valiente. En el amor ser cobarde es siempre mala inversión.
EliminarUn abrazo.
Un relato lleno de fantasia encantador co no o esos amores de ilusión. Muy bueno !! Besos
ResponderEliminarEs que cuando la relación es en lejanía, puede haber malentendidos.
EliminarPor la comunicación. Un abrazo
Ahora con las redes sociales, los foros, los chats, los buscadores de parejas, los whatsapp, los e-mails, los SMS puede haber más malentendidos que nunca.
ResponderEliminarBrindo por la comunicación sin engaños...
Un beso
Las tecnologías nos ayudan mucho, de hecho no concibo la vida ahora sin internet, pero sin la mirada, sin lo que rodea al habla, qué de malentedidos puede haber.
EliminarUn abrazo, Ana