La palabra que me prohibieron
aquí fue una que no tenía intención de usar, pero me sorprendió. Esa
primera visita me dejó pensativo e inquieto, por eso y por otras cosas. “No, este peine
no puede traerle…, no, este reloj tampoco…, este libro tampoco…”
Quien quiera suicidarse digo yo
que no pensarán en un peine, o el broche de un reloj, pero bueno, no era cosa
de poner pegas el primer día, y las normas serían por algo.
Luis estaba en un banco, al sol,
en el patio interior. Me miró con una mirada de cabreo mayúsculo. Ya pensé que sospecharía que fui yo quien
llamó a emergencias.
─ Hijo de puta, qué morro
tienes, venir a verme.
─ Te aprecio, gilipollas, si no
me habría quedado quieto mientras hacías el gesto de saltar por el balcón,
capullo. Por eso llamé, porque me
importas, hostias.
─ Ahora dirás que te importo,
vete a la mierda, cabrón- Me empujó en el hombro, sin mucha fuerza, pero
dejando claro que no habría diálogo posible─ haberme ayudado cuando te lo
pedí.
─ No lo entiendes. Estabas alterado. No podíamos ir a sacar a Mónica del hospital. Además, ella no quiere
verte. No hay manera de secuestrarla de allí.
─ Pues sólo ella sabe la
frecuencia, sin ella no puedo volver a mi estación de radio, y aquí no puedo seguir, Por eso quería acabar con todo. No lo quieres entender. Me
siguen, llevo un chip cerca del corazón. Me quieren matar, y no te enteras, capullo.
Me habían dicho que estaba
medicado, pero no lo parecía, la verdad. Me asusté, y al ponerme de pie metió
la mano en mi bolsillo. En un segundo me cogió el mechero, y con el metal de la
punta hizo una especie de puñal, con el que se perforaba el pecho repetidamente.
─ Ahora me llevarán con Mónica,
y regresaré a mi estación─ iba riendo mientras dos celadores le sujetaban los
brazos.
Ya me iba cuando vi cómo un
enfermero le administraba algo en brazo. Con mucha tristeza salí a la calle, no
sin decirle, saltándome las normas
─ Estás loco, chaval, estás como una puta cabra.
Palabras 359
Manicomio.
ResponderEliminarUn beso.
En esta caso era Loco, pero vaya, es un poco igual. Un beso
EliminarJo... este manicomio hiela la sangre.
ResponderEliminarBesos.
No, lo imaginé muy contemporáneo, pero es que aún así, son centros que un poquito sí hielan la sangre.
EliminarUn beso´
Que mala fama tiene esa palabra, y es que la usamos cuando no es cierta y nos asusta cuando define una realidad. Un relato desafiante porque nos haces imaginar y suponer, queremos adivinar y casi nos volvemos locos. Un abrazuco
ResponderEliminarAl final, todos estamso un poco locos, auqneu el que adopté lo estaba en grado total pues estaba sufriendo una crisis de parnopia absoluta.
EliminarUn abarazo
Lo que digan Alfred y Toro.
ResponderEliminarY sí, como una puta cabra.
Un abrazo.
Estos orates, lod e verdad, pordemos llamerles de muchas maneras, pero sólo convivir con ellos nos hace entednerles. O no.
EliminarUn abrazo, Macondo
Que mala fama le hemos dado a los manicomios.
ResponderEliminarHe quedado gélida.
Un abrazo Albada.
Son centros necesarios, de hecho muchos orates deberían estar allí, y no sueltos por ahí, algunos en política.
EliminarUn abrazo, y por una bonita tarde, Carmen
Es triste hacer esas visitas en el lugar que acontece hoy tu relato. Manicomio, pero tanto habría que hablar de esos centros. Has expuesto un buen texto.
ResponderEliminarBesote y feliz jueves ...muakis
Son lugares que a día de hoy de verdad son seguros, y para nada recuerdan a ese de Alguien voló sobre el nido del cuco. Creo que hay de desmitificar la enfereedad mental y lsopropios centros.
EliminarUn abrazo y por una tarde espléndida
El final es casi predecible...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ahí dice la palabra, no puede evitarlo :-). Un abrazo
EliminarHola, Albada. La palabra loco ha tenido un significado tan funesto que no deja de ser un insulto en muchas ocasiones. Cuando de enfermos mentales se trata o de un proceso mental alterado hay que ir con cuidado. Comprendo al amigo pero no siempre es fácil comprender estas enfermedades. Las cabezas de unos y las de otros no siempre facilitan las cosas. Las lógicas son opuestas.
ResponderEliminarMónica, entiendo está muerta, por eso no creo que se pueda sacar de dónde está. De ahí el suicida.
Un magnífico texto, Albada, para esta semana. El escenario perfecto para el encuentro, la palabra... Fíjate que igual me voy del todo, pero podría ser Amor. Amor que siente el muchacho por la chica, tan grande como para irse con ella.
Muchísimas gracias.
Un beso enorme.
Dices verdades como puños sobre la insanía. La enfermedad mental se ha confundido con caricaturas del cine, y para nada es así. Ellso sufren, pero los familiares mucho más. Imáginate amar a ese loco de mi texto, en su paranoia...ha de ser horible no poder ayudarle.
EliminarUn abrazo, y porque la palabra amor, tan bella, siempre pueda estar detrás de cada revolución mental.
Un manicomio que te pone los pelos de punta. Buen relato y muy inesperado el final.
ResponderEliminarAbrazos.
No lo imaginé tétrico, la verdad. Ese final no podía ser otro en ese momento, quizás, medicado, la relación entre amigos pueda retomarse.
EliminarUn abrazo, y por una bonita tarde
La locura y los locos...¿a caso no lo somos todos en algunas ocasiones?. Saludos
ResponderEliminarLo somos todos, en dosis homeópáticas, aquí era un volcánn en paranoia. Un abrazo
EliminarLa mente es muy compleja... da miedo, en verdad, porque ellos si lo aprecian como una realidad. Muy buen relato, Albada. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos para ti ♥
Sólo pueden sentirlo como real porque es lo que viven, lo que sienten. Es muuy duro, pero eso de enmarscarlo no fyunciona ala larga.
EliminarUn abrazo, y por una bonita tarde para ti
Linda participación. Realmente disfruté leyendo. mi alabanza
ResponderEliminar.
Saludos poéticos.
.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
.
Es muy dura, pero la locura lo es. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Muy buena secuencia de lo que podría darse, sin duda, en un manicomio; tanto, que hiela la sangre.
ResponderEliminarLa mente es una máquina poderosísima, ya sea para bien o para mal. Un engranaje tan perfecto como vulnerable.
Un placer leerte, querida amiga. Gran participación.
Abrazo enorme, y muy feliz tarde 💙
Lo es, perfecta y vulnerable. Hay mentes que ya desde la infancia, por influencia genética están muy decantadas a estar mal, como con engranajes que fácilmente se descentran, en equilibrio precario siempre. Claro, luego el ambiente determina si se debuta o no.
EliminarUn abrazo, y a por una atarde soleada.
\m/ A2 \m/... Genia !!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarYa te ví :-), Gr87b
EliminarUn abrazo
La mente es un verdadero laberinto aún para nosotros mismos y perdernos allí siempre es posible. Muy buen relato has plasmado.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Nos perdemos, lo bueno es que sabemos tirar del hilo y regresar al punto de entrada. Rebobinar. Pero hay quien no puede, y de verdad se pierde.
EliminarPor la salud mental, que nos ocupe un poquito más del presupuesto sanitario. Un abrazo, Dulce
Seguro que la palabra prohibida no es un taco, porque creo que los has dicho todos. Un poquito de recato, por favor😜.
ResponderEliminarLa palabra debe ser orante.
Besoss amiga
Orantes, gran tenista :-). No podía imaginar un encuentro sin tooodos los tacos del mundo :-)
EliminarUn abrazo, amigo
Mira tú qué te has quedado agusto con todos esos tacos , co lo correcta que eres tú , muy buen micro , ahora que la palabra yo creo que es chalado , besos de flor.
EliminarVaya nosocomio de orates. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarClaro, y es donde deben estar, y no por ahí, imponiendo leyes, defraudando a los votantes etc :-)
EliminarUn abrazo
¡Uyy ese manicomio da como repeluz!
ResponderEliminarTodavía me esto riendo del comentario tan divertido que te dejó GABI.
Pensé lo mismo jajajaja. ¿PARANOIA?
Besos
La palabra era Loco, pero es igual. No suelo poner tacos en mis textos, porque mis personajes eno suelen necesitarlos, pero aquí era imposible de evitarlos en ese encuentro.
EliminarUn abrazo, y a por una bonita tarde de jueves
En ocasiones se necesita un punto de locura para soportar la realidad; el problema es no saber controlarla....
ResponderEliminarLo de los tacos en el texto, están, tenían que estar....
Un abrazo enorme, y disfruté mucho leyendo tu cuento. Bravo.💚😘
Un poco sin duda, si no, acabaremos locos de verdad. Sin ellos no era plausible el diálogo.
EliminarUn abrazo, y a por un viernes estupendo
Te leo aunque nunca te he comentado y hace muchos años, porque tenemos muchos poetas, blogs... en comun...aunque mi blog de hace unos 15 años, era ya Cora.
ResponderEliminarPero lo respalde lo perdí, así que mi dirección cambio y aún así siempre te leí, desde que te descubri.
Me ha encantado el relato, tiene ese toque de miedo porque realmente verde así lo es y también de humor en esos tacos como dice Berta jajaja...
Lo pasé muy bien, que tanta falta hace a día de hoy.
Un abrazo y un placer leerte.
Ahora voy a buscarte. Seguro que te leía, y lo volveré a hacer. Muchas palabrotas, excesivas al vez pero el diálogo sin ellas no tendría sentido. Un caram, un tontorrón etc era absurdo:-)
EliminarUn abrazo, y gracias
Se me ocurre que LOCO es la palabra prohibida en ese manicomio y aquí, en tu inquietante relato para este jueves. Un abrazo
ResponderEliminarLo es, lo era, y al final lo dice, no puede contenerse :-). Un abrazo y muchas gracias, Neo
EliminarLa palabra prohibida es "cabra" que culpa tendrá la pobre. Jajaja.
ResponderEliminarUna historia muy dinámica en la que no sabes si reírte o tener lastima del pobre Luis.
Un abrazo.
Es de pena, Luis está de verdad enfermo, con paranoia de libro. Lo ha de pasar muy mal al verse incomprendido.
EliminarUn abrazo, y por las cabras, en el monte claro, de hecho, la cabra tira al monte :-)
Cualquier enfermedad mental es un estigma en esta sociedad,que prefiere reconocer enfermedades físicas, que son más politicamente correctas.
ResponderEliminarEste relato de verdad deja helada el alma... Me dio mucha pena.
Muy muy bueno!
Beso grande.
Es penoso, pero no s einvierte en salud mental, y no sé por qué, porque el suicidio es la primera causa de muerte en jóvenes, por ejemplo, y la depresión conlleva medicación e invalideces.
EliminarUn abrazo grande, Luna
Impresionante relato.
ResponderEliminarBesos.
Puede ser muy real, te lo aseguro. Un abrazo, y feliz día
EliminarMuy difícil comprender la enfermedad mental, mucho menos para quien la padece. Impresionante relato y la palabra que no se menciona hasta el final es loco. Besos.
ResponderEliminarEra loco, pero aquí el amigo no puede evitar decirla. Luis está muy mal, pero de verdad.
EliminarUn abrazo, y feliz día
cuántas palabrotas, con lo comedida que tú eres. ;) exigencias del guión, como se suele decir. :)
ResponderEliminarantes se usaba el tener algún problema mental como insulto o descalificación hacia alguien. "ese tipo tiene problemas psicológicos", y comentarios así. afortunadamente parece que empezamos a ser un poco más sensibles con la salud mental.
abrazos!!
Somos más sensibles, pero no gracias a que tengamos psicólogos en la atención primaria, y con psiquiatras por cien mil habitantes no sé, de décimas.
EliminarSin palabrotas sería muy falso, estoy segura. Un abrazo, Chema
Qué triste debe ser tener que ver a un amigo en ese estado mental, intentando esas cosas y con esos delirios. Hay muchas historias escondidas en los manicomios, esta me gustó!
ResponderEliminarUn abrazo.
Las hay a porrillo, paranoias y esquizofrenias hay una barbaridad. Luego están los psicópatas, sin empatía, y esos pueden hasta ocupar un sillón presidencial.
EliminarUn abrazo, y por un bonito día
¡Hola! Hubo un typo ahí: "aportacuón".
ResponderEliminarVamos a corregir, es que la locura se contagia :-)
EliminarBuen texto amiga, hace pensar, no sabemos en que momento podríamos necesitar un manicomio... Saludos amiga.
ResponderEliminarNo lo sabemos, dicen que apartir de los treinta años se debuta ya poquito, pero con tanta droga de diseño, debutan muchísimos, de más de treinta también.
EliminarUn abrazo
¡Hola, Albada! Un micro potente en el que se puede ver mucho de la tensión que se produce en compañía de personas con enfermedades mentales, y digo enfermedades que no locuras. Hay una frase que dice algo así como que lo más difícil es ayudar a alguien que no se deja ayudar, en este caso alguien con la percepción tan alterada que incluso considera que no precisa ayuda. Los diálogos y tacos son esenciales para el protagonista que recurre a ellos incapaz de encontrar una lógica en el pobre interno. Me encantó. Un abrazo!
ResponderEliminarUno estaba enfermo de verdad, el otro, con la mejor intención, intentaba salvarle, como dices, pero no era el momento.
EliminarUn abrazo, y feliz finde
ha sido a lo largo de la historia un lugar maldito, donde alejar de " los menos locos" a estos pobres enfermos. Me viene a la cabeza la escela de "El expreso de medianoche" girando impasibles en un sentido a excepción del personaje que esta en tramite de curación. Terrible enfermedad que roba humanidad a quien la padece. Un abrazo
ResponderEliminarClaro, es una maldición, las enferemedades son muy invalidantes, y nadie, desde fuera, podemos imaginar ese mundo que habitan en su mente.
EliminarUn abrazo y vamos a por un finde bonito, yo ya desconectada.
Muy potente ^^ Pasa buen fin de semana
ResponderEliminarGracias, que te sea un finde de lujazo
EliminarYa veo que era loco, pero también podía haber sido amor que demuestra la chica.
ResponderEliminarBuen finde.
No queda claro esa Mónica por qué estaba en el hospital, pero tal vez la agredió.
EliminarUn abrazo, y a por un bonito finde
Tremendo, muy bueno.
ResponderEliminar"Loco" de amor, por amor o por no ser capaz de asumir lo inevitable y seguir viviendo. El amigo se cabrea, se siente impotente... y acaba por soltar la palabra.
Muy muy bueno 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Loco de amor aquí no sé si podría ser, porque su paranoia no queda claro de dónde procede.
EliminarUn abrazo, y por la locura de amar, en todo caso :-)
Hay locuras maravillosas, divertidas... y tu relato estupendo. Hubiese dicho alguna palabra relacionada con Mónica pero claro, no se puede decir loco en el manicomio :)
ResponderEliminarBss
Es que no es bueno decir Loco en un manicomio, o centro de salud mental. Por supuesto, al ser ficción y con tan pocas palabras, se escapan miles de detalles.
EliminarUn abrazo, y bonito finde te deso
Qué bueno, me encantó. Disfruté leyendo, pero además, disfruté leyendote con esos giros idiomáticos bien vuestros. Me hiciste sentir que estaba viendo una miniserie española.
ResponderEliminarTe abrazo. Rosana
Sin palabrotas es que no podría ser, jamás. Quizás me pasé, pero es como lo imaginé, por supuesto.
EliminarUn abrazo, y buen finde
Por todo y por el detalle "Me siguen, llevo un chip cerca del corazón ... " Me parece que se trata de esquizofrenia de tipo paranoide. Una pena pero nunca hay que perder la esperanza, la enfermedad es una estrategia de supervivencia y detrás normalmente hay un trauma, que no solo es personal. Vivimos en sociedades muy violentas. El amor de ese amigo en forma de aprecio es fundamental, el de las familias, el de la sociedad. Bien escenificado.
ResponderEliminarBesos.
Hay enfermedades mentales que son fruto de querer huir de una realidad, pero aquí no podemos saberlo, paranoia seguro que tiene. Los familiares sufren lo nunca escrito, ha de ser muy duro, pero por contra tienen la ventaja de que aman a más de un sujeto , si se me ermite la broma.
EliminarUn abrazo, y feliz finde
Ante todo la sinceridad, aunque duela.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues si. Nunca estorba.
EliminarUn abrazo
Me ha gustado el dialogo entre los personajes. Algo de locura todos tenemos.
ResponderEliminarBesos.
Y que no nos falte, María, que no nos falte un poquito de locura. Sin esa pequeña dosis, la vida es muy, muy sosa
EliminarUn abrazo
Terrible la locura y los manicomios...
ResponderEliminarUn abrazo