Esta semana, Tracy nos popone un cuento o poema sobre los abrazos. Esta es mi aportación.
Me preguntan qué tal voy con mi
ceguera actual. Bueno, qué decir, el desprendimiento de retina me pilló demasiado
lejos de cualquier hospital y ya no hubo nada que hacer. Han pasado dos años, y
como dice Serrat, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
Echo de menos tantas y tantas
cosas, que prefiero no enumerarlas, porque me deprimiría. Siendo pintora es
absurdo intentar que entienda nadie lo que siento. Suerte que aprendí braille y
al menos el oído y el tacto se me han acentuado. Lo que echo de menos de verdad
son los abrazos, los contactos humanos fuera de mi círculo familiar. La gente
escucha mi bastón, y se alejan, se apartan, me esquivan. Sé que es por no
molestarme en mi paseo, porque bastantes cosas ya me perturban en las aceras de
mi ciudad. Ahora hay un dispositivo en los semáforos, que se acciona con un
mando pequeño, y que, al acercarnos produce sonidos cuando está verde para los
peatones. Porque otra cosa que no hago es conducir, y también lo echo de menos.
Los conocidos se me acercan, me dan la mano, incluso el antebrazo, pero no sé por
qué, no me abrazan como antes, no me abrazan, sin más. Será que tengo una cara
muy seria ahora, quién sabe, no me veo, y creen que estoy enfadada con ellos.
Les reconozco por la voz, y a veces por el perfume que usan, pero he de ser yo
siempre quien les pida que me abracen y lo hacen tan torpemente… A veces pienso
que les da miedo que tal vez les quiera palpar la cara, cosa que no hago jamás,
pero quién sabe, no les pregunto.
Pablo ha sido la bonita
excepción. Me abrazó desde el primer momento, con ganas, con tiempo, con un
aroma a buena gente que me conmovió. Desde entonces siempre que nos encontrábamos
me abrazaba, duro, ceñido, lento…y no se cansaba, y no me cansaba. Nos hemos prometido, o como se diga ahora, y
vivimos en mi casa, donde me abraza en cualquier lugar, y a cualquier hora, y
yo le abrazo todo lo que nadie más se deja. A él sí le toco la cara, pero con
sus abrazos sé cómo, y cuánto me llega a querer.
Palabras 380
Gracias a Mr. Covid, lLevamos un par de años con una ceguera generalizada.
ResponderEliminarMuy simpático tu relato de hoy. Tienes inspiración para todas las convocatorias de conozco.
Un abrazo.
Constaté ese comportamiento, precisamente en Granda, y en mí. Y pensé cómo se sienten los invidentes. Se les abraza poquísimo, estoy segura.
EliminarMuchas gracias, Macondo, feliz día
Un abrazo que vale por mil miradas.
ResponderEliminarUn beso.
Ya lo creo, los hay que dicen, gritan, exclaman y cobijan.
EliminarUn beso, bueno, o un abrazo, más hoy, que eres un día más viejo :-)
Qué bonito, por favor... ! ¿como no me va a gustar si todo lo que escribes son perlas de belleza?
ResponderEliminaro tengo que decirte lo mucho que te agradezco tu participación en "mi" jueves.
Gracias, mil gracias unidas a mil abrazos.
Pues de nada, me gusta participar, si las musas no se ponen en vaga :-)
EliminarPero este día, de los abrazpos, no podía quedarme sin escribir. Un abrao grande, anfitriona
como seres humanos hemos desarrollado el instinto del " espacio vital" En un ascensor, nos movemos para evitar el contaco con los que entran entre piso y piso, Es un mecanismo de defensa y como tu personaje narra aplicamos injustificadamente con personas " diferentes" por puro instinto. Efecticamente un ciego, sólo es alguien que no puede ver y eso le hace aparentemente más indefenso. Un abrazo
ResponderEliminarNos alejamos, y explicas muy bien en tu comentario, de los diferentes. Puede ser un Down, por ejemplo, y es un error.
EliminarUn abrazo, hoy sí, y por un feliz día
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo, de hecho te expresaste bien. En parte, los diferentes nos repelen, aunque sea lamentable y cierto. Los Down no nacen por un motivo clarísimo, a las gestantes se les pide una prueba diagnóstica antes de la semana doce, creo. Sólo he conocido una mujer, con cinco hijos ya, que se negó a ese parámetro, y aludía que saliera lo que saliera, ella tendría a su hijo. De eso hace unos veinte años, por cierto tras cinco niños esa vez fue niña. Ahí yo me planteé si yo quedara embarazada, ¿dejaría que me hicieran la prueba?, claro, y si salía positiva, ¿abortaría? Pues sí. Por eso, porque casi todas las mujeres harían lo que yo habría decidido, no nacen ya.
EliminarUn abrazo, y a por un finde de similitudes, de iguales, de seres humanos completos, sean como sean.
disculpa por eliminar mi comentario, pensé pudiera ser inadecuado. Leo tu respuesta y me parece perfecta. Mi hija es profesora y siempre me impresionó que me comentó un caso como el que tú narras. Gracias Un sentido abrazo
EliminarElla sabe que quedan muy pocos, y son mayores. En mi barrio hay un chico con sesenta años, y ya su madre murió, hace muy poco. Esa madre luchó por él lo que no está escrito. Cada vez que le veo, pienso en su coraje, envidiable. Yo no habría sabido, o podido. pero al final uno no sabe lo que puede sopotar. Un abrazo, y gracias por hablar sin tapujos. Un abrazo para tu hija.
Eliminaremoticon de sonrisa...se le dare encantado a mi hija Gracias
EliminarQué necesarios son y que pena haberlos perdido. Sin vista ha perdido casi todo, ha perdido mucho y lo que mas añora son los abrazos. Te dejo uno virtual que por aqui no contagian
ResponderEliminarSe han perdido, `pero yo los guardo en cajitas, no creas. Cada quien de la enorme lista de mis afectos, tiene su cajita. Cuando pueda se los daré, todso juntos, en cascada de brazos sonando a alegría.
EliminarUn abrazo, hoy por supuesto, Ester
Una manera de acercarnos a los otros "sentidos" que todos llevamos, además de la vista, en este relato que nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es injusto que nos alejemos de ellos, los invidentes. No son apestados. Recuerdo a enormes piansita, Tete Montoliu sin ir más lejos, y a grandes fisioterapeutas invidentes, por eso, porque se les ensanchan los otros snetidos. Y tienen rádares, no te lo pierdas, para detectar por la voz quien va de mal rollo. Los perros lo tiene también, por cierto.
EliminarUn abrazo, y a por un bonito día
El abrazo nos inyecta vida, es tan necesario en algunos momentos, ójala que volvamos a abrazarnos con la naturalizad que lo hacíamos antes.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo.
Lo haremos, serán abrazos cálidos con sabor a fresa y nata, ya lo verás.
EliminarUn abrazo enorme, hoy por supuesto, ración doble, como los helados de bola. Feliz día
Bonito, tierno, romántico... y muy emotivo, Albada. Somos esa raza que necesita el abrazo para resetear las emociones. Precioso tu relato.
ResponderEliminarMil besitos, guapísima y muy feliz día ♥
Para detectar las emociones además, reseteamos con uno muy ceñido, y en él se ponen al día los años que hayan pasado, se da en amigos del alma que el tiempo, la distancia o el virus alejó.
EliminarUn abrazo, y a por una tarde de fábula, con abrazos a Cascoporro
Me ha encantado, tiene mucho de verdad este relato, añorar abrazos puede ser solo una de las cosas que extrañemos al fallarnos la vista. Abrazos.
ResponderEliminarSeguro que ella añoraba muchas cosas, pero los abrazos en particular, tal vez porque es la manifestación de rooce humano más sincero.
EliminarUn abrazo, y a por este viernes
Ufffffffff... perder la vista... no quiero ni imaginarlo.
ResponderEliminarSuerte de esos abrazos.
Besos.
Será una tragedia inmensa. Para mí sería casi imposible sobrevivir.
EliminarUn beso
Lo que expresa un abrazo no hay palabras que lo igualen .
ResponderEliminarUn abrazo y quizas algún día pueda ser real.
Claro, las personas se encuentran. Un día intentamos vernos en Madrid.
EliminarUn abrazo, esta vez virtual, por supuesto.
tiene que ser muy duro perder la vista. incluso los ciegos de nacimiento, aunque no sepan lo que significa poder ver porque nunca lo han experimentado, seguro que tienen cierta idea que qué es eso que les falta. creo que existe un subconsciente colectivo, por el cual tenemos algunas ideas innatas, entre ellas las percepciones que nos llegan a través de cada sentido.
ResponderEliminarabrazos!!
Los que son de nacimiento no sé cómo ven, cómo sueñan. Debe ser una realidad muy diferente a la que nosotros apreciamos.
EliminarUn abrarzo, Chema
Todo sentimiento de afecto debe demostrase sin mezquindades, cuando se quiere a alguien no medimos gestos y un abrazo menos aún. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn beso dulce.
La relación sincera pasa por mil matices, de tono de voz, de miradas, de pieles...
EliminarPor la vista. Un abrazo, Dulce
Me encantó el relato Albada. En el abrazo al igual que el beso es la mejor expresión de cariño, amistad, ternura... que siempre podamos recibir y dar. Ser ciego realmente no deja de ser una gran pena para el que la padece. En referencia al título de tu cuento ya lo dice bien claro "dale limosna mujer que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada" y realmente así debe ser, la ceguera en todos los aspectos de la vida debe ser tremendo.
ResponderEliminarClaro, ha de ser tremendo, en Granada y cualquier lugar. El mejicano Francisco de Asís de Icaza lo plasmó muy bien, como Borges recordara en la puerta dodne está grabado el verso. Pero el afecto, la ternura,el amor...seguro que se manifiestan de mil maneras, y ambos lo captan.
EliminarUn abrazo, y por un viernes bonito
Nos llevas de la mano de tu magnífica pluma a esos sentidos y sentires que nos despiertan y enamoran. Esa luz, aun sumida en la oscuridad, que acaricia y abriga; ese abrazo tan vital como hermoso que dice sin voz…
ResponderEliminarPrecioso y emotivo, querida amiga.
Un placer leerte.
Abrazo grande para ti, y muy feliz día 💙
No es sólo oscuridad, si bien es permanente para ellos. Seguro que la música la gozan mucho mejor que nosotros, por ejemplo.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo grande, y por un bello día
Que bonito relatas los retazos de la vida. Eres muy observadora, al menos es la impresión que me queda al leerte.
ResponderEliminarComo siempre, me quito ante ti el sombrero, Chapeau!.
Abrazos por doquier para ti.
Gracias, soy muy despistada, y me fijo en cosas de manera muy selectiva. Pero muchas gracias.
EliminarUn abrazo, y por bonito día, con abrazos
Qué triste, quizás porque ahora tenemos hambre de abrazos. Pero qué tierno y qué maravilloso. Me alegra que haya encontrado a alguien a quien abrazar a todas horas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es la amgia el amor, que existe, para todos, y aquí era la invidente quien tenía el privilegio de amar y ser amada. Cosa que mucha gente no puede tener, aunque hay cazadores furibundos buscando el amor.
EliminarUn abrazo
Saudades de dar abraços sem preocupação e problemas.
ResponderEliminarMejor, así me gusta, que estemos sin problemas.
EliminarUn abrazo, Luiz
Destila muchísima ternura a pesar de la desgracia y a conseguido algo nada fácil encontrar quién la quiera tal y como es.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias. La ternura es lo primero que sentimos, y espero que nunca nos falte.
EliminarUn abrazo
Qué historia más bonita. A todos (o a casi todos) nos gustan los abrazos, pero supongo que más a aquellos que necesitan sentirse queridos y que sin abrazos se sienten solos o ignorados.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Un abrazo, aunque este sea virtual.
Es una historia que pudiera ser real. Claro, la vida es muy dura en la oscuridad, así que bien cabía ese ser con abrazos por bandera.
EliminarUn abrazo, y por un día lindo
Participación que muchos aplausos y elogios.
ResponderEliminar.
Saludos cordiales
.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
Gracias. Ser ciego ha de ser horible, qué menos que darle abrazos, y ternura...y amor.
EliminarUn abrazo
Tremendo relato, una prosa preciosista que ayuda
ResponderEliminara esa ternura tan elegante a la hora de narrar
situaciones tan sencillas y qué hacen enternecer
al lector de una manera inolvidable.
Enhorabuena Albada
fuerte abrazo seguido de beso más fuerte.
Gracias, es un texto bastante plano, pero esa oscuridad merecía muchas cosas, muchos regalos, muchos abrazos.
EliminarUn abrazo, y a por este día
Ohh tremendo y sensible relato Maripau.. tan emotivo. Desde la sencillez brillas, y es difícil hacerlo! Tú sin embargo tienes el don.
ResponderEliminarBeso grande.
Gracias, es un texto muy sencillo si te fijas.
EliminarUn abrazo, y por un lindo viernes
Si que es verdad, puede ser que nos parezcan mas frágiles. Mejor no pensar el lo absurdos que somos al pensar eso. Que tendrá que ver con la vista?
ResponderEliminarPero al fin encontró el encaje de su abrazo, oel abrazo que encajaba con ella.
Abrazo de 9 segundos, amiga
De diez segundos para ti, de esos que resetean el corazón.
EliminarUn abrazo, amigo
Hermoso relato un final muy emotivo. Hace un tiempo muchos también perdimos los abrazos y es algo bastante triste. Un beso!
ResponderEliminarYo no los he perdido, con mascarilla, eso sí, pero abrazo y beso en las mejillas, sin problemas. Y no te cogido ninguna variante :-), pero sí, se echan de menos
EliminarUn abrazo grande, Sindel
Los abrazos son como el sol, cuando menos se sienten, más se valoran. Bella historia. Un abrazo... Precisamente!
ResponderEliminarClaro, ahora los valoramos, casi siempre pasa, que valoramos lo que perdemos.
EliminarPor los abrazos. Un dia precioso te deseo
Vida triste para los ciegos, y mas ahora que ya no hay abrazos, ojala vuelvan pronto. Muy lindo relato amiga. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarHa de ser muy triste, porque la complicidad de las miradas, la forma d e las sonrisas, no les llega.
EliminarUn abrazo, y a por un bonito día, Sandra
Es un relato muy hermoso, a la vez que original... me hace recapacitar.
ResponderEliminarGracias, Albada.
Besos
Bien. Recapacitar es bueno para la salud. ;-)
EliminarUn abrazo
Un tierno relato que nos acerca a otras personas. Un buen ejemplo donde se añoran los abrazos. Creo que debemos hacerlo mucho más.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Debemos abrazar todo lo que podamos. Es energizante, terapéutico y gratis.
EliminarUn abrazo, y gracias, Charly
¡Hola, Albada! La vista nos hace situarnos, pero son el resto de sentidos los más íntimos y cercanos, el tacto, el olfato, el gusto, el oído... En todos ellos nuestro entorno penetra en nosotros y nos hace partícipe del mismo. Son los que pintan de emociones cualquier circunstancia de la vida, es la diferencia entre lo virtual y lo real. Se puede no abrazar, pero no se puede vivir de verdad sin abrazos. Y dicho esto, un abrazo!
ResponderEliminarLa realidad nos la da ese conjunto de sensaciones, de percepciones. Pero al final la realidad es la que uno percibe de manera Interna.
EliminarPor los abrazos. Imprescindibles. Un abrazo, claro.
Tremendo tu relato. No tengo ni idea sobre la vida de las personas ciegas. Lo cierto es que nacer ciego tiene que ser terrible, pero peor nacer bien y quedarse ciego después por un accidente o una enfermedad.
ResponderEliminarEl texto puede funcionar también como alegoría...
Un beso
Es una alegoría. Sin vista podemos vivir, sin afectos, sin roces, sin sensaciones...no.
EliminarUn abrazo, y feliz tarde.
¡Terrible eso de perder la vista!.
ResponderEliminarNo quiero ni pensalo... Muy, muy duro.
Por suertevtu personsje encontró quien lo abrace.
Un abrazo para ti, con cariño.
Ha de ser horrible. No quiero ni pensarlo. Que todos encontremos quien, de verdad nos ame. No por lo que somos, sino a pesar de ..
EliminarUn abrazo, y a por una tarde bonita.
Mas la visión, por mucho consuelo que haya con el apoyo de otros, es insustituible.
ResponderEliminarPor supuesto, no podrá consalar la desolación de no ver.
EliminarUn abrazo
¡Qué angustia! describes tan bien los sentimientos... que los abrazos finales son cálidos de verdad frente a la frialdad de su ceguera.
ResponderEliminarMe encanta.
Bss
La ceguera podría ser luminosa, pero para ella es imposible, su oficio necesita la luz.
EliminarGracias, y un abrazo
Eso que muchos llaman oscuridad tiene una inmensa luz que irradia amor, ternura, visión, mucha visión porque el sentimiento es eso que abarca más allá de la piel.
ResponderEliminarQué bello.
Un beso enorme y otro abrazo con mucha luz, de esa buena.
Claro, el amor pasa por mucho más que la visiñón, pero ha de ser desolador. Se ponga uno como se ponga.
EliminarUn abrazo grande, y feliz finde
Cuanto sentimiento y cuánto amor restringido. Una belleza de relato en el que entras en la piel del personaje.Besos.
ResponderEliminarGracias, ella encunetra quien la quiere, a pesar de sus limitaciones, que sería la definición del amor real, mucho más que por lo que tienes, digamos. La belleza se va ajando, el interior no.
EliminarUn abrazo, y por un sábado bonito
Feliz día del abrazo y gracias por tu relato. Saludos
ResponderEliminarGracias a ti, vaya a tu casa un abrazo viajero.
EliminarMuy tierno el relato, me gustó. Siemrpe hay alguien que da la nota con su bonomía y su sentir. Saludos!
ResponderEliminarPor suerte, hay mucha buena gente, lo malo es que no salen en la prensa.
EliminarUn abrazo, y a por un finde estupendo
Tengo un amigo invidente, perdió la vista en hace algunos años y tuvo también que aprenderlo todo, que al principio de la pandemia me envió todo un manual de pautas de conducta de cómo sobrevivir psicológicamente este tiempo de aislamiento, estaba mucho mejor organizado que yo, la protagonista de tu relato me lo ha recordado. Me ha encantado la vitalidad de tu pintora y claro, cómo no, ese final amoroso y feliz, lleno de abrazos que le has dado al relato. Estamos faltos de buenas historias.
ResponderEliminarBesos y muchos abrazos, Albada.
Ya sabe,spues, el drama que implica perder la vista. El texto iba sobre los abrazos y ahí me explayé. Gracias.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Como aspirante a historietista, entiendo la perdida que sufrió la pintora.
ResponderEliminarPuede ser que le haya quedado cierta expresión de disgusto, sería un justificable motivo.
Por lo menos, tiene una compensación.
Un abrazo.
Ser pintor, o en tu caso, historietista, perder la visión ha de ser realmente una tragedia. INmensa, imposible de superar.
EliminarEl amor y los abrazos le harán más llevadera esa pérdida inclasificable. Un abrazo
¡Qué belleza de relato! Sabe a gloria.
ResponderEliminarUn abrazo.