Siguiendo la propusta de Tintero de oro, mi aportación es la que sigue
El portero abrió
la puerta del ascensor vetusto, y al hacerlo, vio a la mujer en el suelo. Con
el rímel corrido, las medias de rejilla torcidas y la falda dejando ver unos
muslos acotados por la cintilla negra de las medias. La blusa, con lazo, yacía
desmadejada y el olor a Opium le hizo recordad a una amiga. Fue un instante,
pero todos esos detalles llegaron a su mente a la vez. Interpretó algo así como
“una mujer borracha, seguramente amiga del alemán del quinto”.
Estaba fría. Llamó a la policía. La muerte fue por ingerir
nueces. Accidental.
Patricia había
invitado a un pastel casero a esa mujer que se identificó como tasadora de la
inmobiliaria a la que llamó. Su marido, Felipe, no llegó a enterarse del
percance. Ni de la visita en su casa, ni de la identidad de la mujer del
ascensor. Tenía una aventura inocente con una mujer que trabajaba en la
inmobiliaria de la calle Valencia, ya que, a base de coincidir con ella en el
bar cercano, habían intimado mucho, hasta ser íntimos también en la cama
exactamente.
Ese lunes un
marido quedaba viudo, mientras otro, casado con Patricia, esperaba en vano la
llegada de su amante en el hotel de siempre. El de cada jueves. Y un director
de agencia de inmobiliaria buscaba a quien sustituyera a la argentina visceral
que no llevaba su adrenalina por si ingería frutos secos
Palabras 238 . Quité bastantes para no llegar a 250
¡Vaya con la alergia a los frutos secos...!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz jueves.
Suelen ser gravísimas, por eso llevan adrenalina en el bolso.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Hay alergias que matan ;)
ResponderEliminarUn beso.
Esta lo hizo, y es frecuente no creas.
EliminarUn beso.
Jjeje, hasta los frutos secos son fruto de inspiración.
ResponderEliminarMe ha gustado. Un abrazo Albada.
Aquí los usé por no atreverme a que el asesino, o asesina, dejara el ascensor sucio :-)
EliminarUn abrazo
Pues menudo destrozo, una muerta y varios sin pareja. Uno viudo, otro sin amante y otro sin colaboradora. Y no hay asesino. Lo he disfrutado (y me he reido un poco) Un abrazo
ResponderEliminarEra con un tizne cómico, si bien era una tragedia :-)
EliminarUn abrazo, y gracias, Ester
Así de drástico es. La ingesta de frutos secos en una persona alérgica cierra las vías de una manera ultrarápida. La importancia de la adrenalina, ya ves. Muy bien narrado, Albada. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos de jueves ♥
Es uan alergia fulminante, muy rápida, por eso miranb muy bien las etiquetas de los productos qeu compran, no creas.
EliminarUn abrazo, y gracias
No se puede comer nada en casa extraña jajajaja. La pobre se quedo cadáver en el ascensor no le dio tiempo ni a pedir auxilio. Y para mas inri dejo dos hombres si su presencia. Un buen reto . Besos y abrazos.
ResponderEliminarMe divertí escribiendo, eso sí, por mucha pena que diera la argentina :-)
EliminarUn abrazo, Campirela. Feliz finde
Hay que desconfiar de quien te ofrece una tarta que podría contener un alérgeno para el que no llevas antídoto. Nuna se sabe qué y quién hay detrás de ese generoso y goloso presente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aquí era la trampa, no hay duda. Y la chica cayó en ella :-)
EliminarUn abrazo, Josep Mª
No vuelvo a comer pasteles que tengan nueces, jajaja
ResponderEliminarDisfruté leyendo tu participación.
.
saludos poéticos
.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
.
Hay que saber qué llevan, eso sí :-)
EliminarUn abrazo, Rikardo
Fíjate lo que puede causar una alergia.
ResponderEliminarTodo está más relacionado de lo que parece.
Besos.
Aquí todo es todo, la mujer casada no va a vender el piso, sólo la invita a tarta :-)
EliminarUN beso
Triste muerte. Las nueces contienen una substancia oleosa que algunas personas no debemos comer.
ResponderEliminarSon muy sanas, siempre que no sea alérgico, por supuesto.
EliminarUn abrazo, Beatriz, y buen fin de semana
Tengo la sospecha de que Patricia planeaba asesinar a la amante de su esposo. Y que la inesperada alergia, el olvidar de lo que la podría haber salvado, le evitó a Patricia el tener que hacer algo violento.
ResponderEliminarLo que tal vez le produjo mal humor. Se quedó sin la venganza que esperaba. Y de mal humor, la arrastró hasta el ascensor.
O tal vez, la tasadora no quiso comer el pastel casero, al probarlo. Y Patricia la amenazó para que siguiera comiendo, sabiendo que sería mortal.
Una mujer que tres hombres extrañaran. Uno por razones profesionales y los otros, por razones sentimentales.
Muy bien contado. Me dan ganas de versionar tu relato.
Un abrazo.
Pues es un guión de peli casi, no lo dudes. Imaginé a Patrica sabiendo que era alérgica, no creas. Por si acaso preguntó y la argentina dijo ser alergica, y ya tenía la muerte perfecta, tal vez en su casa, o pocos minutos después. :-)
EliminarUn abrazo
Toda una madeja de incidentes desencadenados y todo por un descuido, aunque si somos alérgicos a algo, mejor no ingerirlo. Que da comprobado que no todo es bueno para todos.
ResponderEliminarUn beso dulce.
No son buenas nueces para quien es alérgico, pero en sí son productos sanísimos.
EliminarUn abrazo, Dulce
Me ha gustado mucho enhorabuena lo que dan de si unos frutos secos. Un saludo.
ResponderEliminarDan mucho de sí, como en este caso :-)
EliminarUn abrazo
Muy buena aportación.
ResponderEliminarYo casi nunca tengo problemas con el exceso de palabras. Casi nunca llego al límite.
Un abrazo.
Yo recreaba la puesta en escena del portero antes de encontrarla, pero era obvio que no ponía ni quitaba a la trama :-)
EliminarUn abrazo, Macondo
Me quedé con la vestimenta, luego llego el cuento de la tasación... sería sólo coincidencia?...
ResponderEliminarHay mucha soledad en los personajes y ... de verdad, es así. a rey muerto rey puesto.
No, coincidencia no era. Lo raro es que no llevara el antídoto, digamos, que en ese caso era la adrenalina. Pero una mujer, que decide vengarse es terrible.
EliminarUn abrazo
Madre mía la pobre!!!
ResponderEliminarBuenisimo y entretenido relato.
Como siempre original e inagotable tu fuente de inspiración.
Beso grande.
Muchas gracias, Luna. Todo puede inspirarme, es verdad. Cualquier cosita. Hasat ahora todo le sirve a mis musas.
EliminarUn abrazo
¡Vaya con Patricia! Muy buena historia y muy bien entrelazada esa cadena de personajes que conduce a la tragedia. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn tragedia anunciada, me temo. Muchas gracias
EliminarUn abrazo
Pobrecita, la muerte a veces es imposible de prever.
ResponderEliminarBesos.
Es difícil escapar a la muerte cuando es la hora. Eso seguro, Amapola.
EliminarUn abrazo
Una muerte accidental siempre deja muchos daños colaterales. Las cosas pequeñas tienen peligro siempre.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Accidental si Patricia no conocía la alergia, y sí hay cosas pequeñas muy peligrosas.
EliminarUn abrazo
Esos descuidos, no llevar la adrenalina si eres alérgico es un gran riesgo. Un relato en principio muy visual, y al final te quedas con una muerte absurda. Muy bueno, saludos.
ResponderEliminarEra absurda, o no. Para Patricia no lo era, no creas.
EliminarUn abrazo.
Está claro que no hay que aceptar ni comida ni bebida que luego pasa lo que pasa. Muy bueno! Saludos.
ResponderEliminarSi no sabemos la composición, mejor no tomar nada, ya lo creo.
EliminarUn abrazo, y bonito día
Veo ahí una retorcida maquinación para deshacerse de una competidora sexual. Los frutos secos, quién lo iba a suponer. Armas mortales por atragantamiento o por dosis letal.
ResponderEliminarUn abrazo Albada.
Armas mortales, si uno lo sabe y los utiliza, pero no se puede saber si Patricia lo sabía o no. Por supuesto, pura ficción
EliminarUn abrazo
¡Hola, Mari Pau! Estupendo micro que muestra lo caprichoso que es el destino. Me gustó que el azar haya resuelto la situación dado que todo el relato viene a mostrar cómo los caminos de la vida nos conectan a unos y otros, mostrando que un simple detalle de hospitalidad puede afectar a tantas vidas, incluida la de su marido, ja, ja, ja... Fantástico aporte. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias. Yo imaginé una Patricia conocedora de la infidelidad, y tal vez de la alergia, porque esa adrenalina tal vez quedó en casa de Patricia ¿eh?
EliminarUn abrazo, y muchas gracias
Hola, Yo veo aquí un clarísimo acto premeditado de acabar con una individua tan promiscua. Habría que ver quién le regaló las nueces. Dificil tarea para la policia. Me ha gustado este microrelato. Un abrazo
ResponderEliminarSi la adrenalina quedó en casa de Patrciia, ya tenemos a la autora, seguro. :-)
EliminarUn abrazo
Muy original tu relato, te ha inspirado unos frutos secos y me.parece sorprendente y genial.
ResponderEliminarNo hay que confiarse de algo rico que te ofrecen... Besos.
Era una opción limpia de deshacerse de la amante del marido infiel, por ejemplo :-)
EliminarUn abrazo
Pues la verdad es que si son buenos los frutos secos , pero hay que llevar cuidado. Un relato muy bueno de amantes , viudos , vaya tela , te deseo una feliz noche besos de flor
ResponderEliminarDaba juego, porque el ascensor es un buen lugar para esconder a un muerto :-)
EliminarUn abrazo
Tu imaginación no tiene limites amiga, buen relato. Saludos.
ResponderEliminarDe momento no, pero ya veremos :-)
EliminarUn abrazo grande, Sandra
Hoal Mari Pau, todo por unas nueces, pobre, alguno va a dejar de ser feliz. Un abrazo
ResponderEliminarMás de uno, pero le tocó a ella. Por ser despistada o porque Patricia le quitó la adrenalina, no lo sabemos.
EliminarUn abrazo
Una muerte mueve toda una red de relaciones humanas, Tendre cuidad hoy al mascar mani, no quiero que me pase lo de la finada
ResponderEliminarNadie es una isla, si bien on Intrenet puede que conozcamos de verdad a poca gente
EliminarPor si acaso, poco maní :-). Un abrazo
Vaya con Patricia y sus pasteles. Me pregunto si tendrá algún otro "manjar" preparado para su marido...
ResponderEliminarSaludos!
Pues capaz. Cuando una mujer dice que quiere venganza, es que se las ingenia todas, ya lo creo :-)
EliminarUN abrazo
Parece que Patricia investigó a fondo y dio sus "frutos" 😉
ResponderEliminarMuy buen relato, compañera 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Yo creo que sí, una mujer airada es muy peligrosa :-)
EliminarUn abrazo, y feliz día
Great article. I followed your blog now. Thx
ResponderEliminarGracias, Vicky. Un abrazo
EliminarMaripau, vaya desastre y todo por olvidar la medicación. La felicidad depende de los pequeños detalles, una alergia terminá con una vida y trastorna la vida de al menos tres.
ResponderEliminarQue buen micro.
Besos y que pases una buena tarde.
Me alegra que te gustara. Nunca sabermos si se olvidó la medicación, o desapareció en casa de Patricia.
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
Muy bueno el micro relato, con mucho contenido y personajes entrelazados.
ResponderEliminarUn puesto de trabajo vacante ,un amante que esperará en vano , un viudo y para rematar una muerta uff cuanto personaje en tan pocas palabras.
Un abrazo Mari Pau
Puri
Muchos personajes por un olvido, o por una estrategia femenina tremenda :-)
EliminarUn abrazo, y gracias.
Qué decir, salvo que los frutos secos son en alto grado saludables.
ResponderEliminarMuy sanos, de hecho las nueces las dan para mejorar el colesterol, por ejemplo.
EliminarUn abrazo
De donde se deduce que, como dice el dicho, la policía no es tonta (póngase esposa donde dice poli) "El caso" hubiera aceptado la crónica que has escrito. Recuerda. Un abrazo.
ResponderEliminarjajaja, ese diario, qué tiempos :-)
EliminarPor la fidelidad, que aquí falló :-). Un abrazo
Un relato buenísimo. Aunque los alérgicos a algo deben preguntar siempre lo que contiene cualquier alimento que les ofrecen.
ResponderEliminarUn beso
Han de ser muy escrupulosos, porque trazas de frutos secos hay en muchos productos envasados.
EliminarUn abrazo, Ana
Hola Albada, menos mal que no soy alérgica a los frutos secos, porque me encantan, muy bueno tu relato, felicitaciones, PATRICIA F.
ResponderEliminarGracias. Y que tomes frutos secos cada día, son muy saludables.
EliminarUn abrazo, Patricia
Una muerte puede golpear en muchos sitios a la vez, eso me ha gustado muchísimo como lo has resuelto. También me encantó la descripción del hallazgo del fiambre, muy visual y detallada. Muy buen aporte.
ResponderEliminarSaludos.
Era muy visual tal y como la imaginé. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Genial. Cuánto implicado en este crimen por activa y por pasiva. Hasta el pobre hombre que aún no sabe nada y espera en vano.
ResponderEliminarLas alergias son buenas cómplices de asesinato.
Un beso.
Era la gracia. Pudo ser el azar, pero casi que no creo en él. Más ,e creo a una mujer vengativa, pero eso no se puede saber.
EliminarUn abrazo, y cuidado con las alergias, pueden ser mortales. :-)
Llego a tu blog por primera vez y tu relato me ha parecido muy interesante. Con tu permiso me quedo un ratito.
ResponderEliminarSaludos.
Estás en tu csa, Bienvenida.
EliminarUn abrazo, y gracias.
A veces me pregunto porqué algunos alimentos llevan trazas de ciertas cosas que como no estés atento te vas al hoyo sin darte cuenta.
ResponderEliminarMe he quedado con la visión del cadáver. Es tan visual que casi huele :-)
Un beso enorme y ¡cuántos ammigos/as participaís en este reto! Ya me gustaría sumarme... si saco tiempo.
Feliz semana.
La imaginé prefectamente, y así la describí, porque si era rubia o morena no me interesaba, por ejemplo :-)
EliminarSí, lo de las trazas es un problema, porque no cuantifica en qué cantidad. Un abrazo enorme
Me ha encantado la historia, está muy chula
ResponderEliminarBsss
Gracias, qué bien que te gustara.
EliminarUn abrazo
Enredo tragicómico y altamente sospechoso de que la muerta sea accidental...je, je... Muy buen relato
ResponderEliminarjajaja, lo imaginé muy elaborado por parte de Patricia :-)
EliminarUn abrazo
Hola, Albada. Pues vaya cómo se las gasta la engañada. Una asesina con la sangre tan fría como para urdir semejante plan se merece otro relato... Y muchos años en la cárcel.
ResponderEliminarUn buen trabajo. Felicidades.
Pues daría para un novela de intriga ,eso seguro.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias
Hola Albada, leí primero el micro del compañero Demiurgo de Hurlingham y vine a por el tuyo. Conciso, al grano, y con consecuencias colaterales. La descripción de la muerta muy visual. Te felicito, compañera. Buen micro.
ResponderEliminarEso de las nueces me ha revuelto el estómago, con lo que me gustan, je, je. Tremendo micro y tremenda trama de vidas cruzadas. Muy bien narrado y planificado. Me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo!
Pues me encanta que te gustara. Y no hay que temer a las nueces, siempre que no se tenga alergia, claro :-)
EliminarUn abrazo
Pus acabamos de dar con el crimen perfecto, ¿Quién va a acusar a Patricia de asesinato, si ella no tenía por qué saber que la argentina era alérgica a las nueces? Y sin embargo, lo sabía. Ingeniosa la resolución de la trama, una mente tan perversa como la de la protagonista. Un abrazo.
ResponderEliminarYa tienes la causa. Otra podría ser provocar una hipoglicemia administrando insulina, por ejemplo.
EliminarPero no hay que ser mallos ¿eh?.
Buenísimo el relato, Albada. ¡Genial! En especial me gusta el humor negro del que lo has dotado. Besos.
ResponderEliminarEra un poquito obligado, y que no falte el humor :-)
EliminarUn abrazo, y gracias, Myriam
Muy buen relato, Albada. Sí que es una cosa complicada las alergias a los frutos secos y de las más peligrosas, diría yo.
ResponderEliminarUn saludo.
Es peligroso, eso seguro, pero aquí Patricia estuvo muy lista ¿eh? :-)
EliminarUn abrazo
Hola, Albada. Un relato muy bueno. Me gusta cómo manejas esos paralelismos entre los hombres que conocían a la difunta, que dicho sea de paso, pobre argentina! mis condolencias a la coterránea.
ResponderEliminarUn abrazo
jajaja, podía ser de cuaqlueier sitio, pero me gustó que fuera muy espabilada, y elegí esa nacionalidad. A espabilados nadie les gana :-)
EliminarUn abrazo
Unos frutos secos muy originales y muy peligrosos, me ha encantado el micro Albada.
ResponderEliminarUn abrazo🌹
Muchas gracias. Era tentador :-). Un abrazo, y a por un bonito día
EliminarMi mente cinéfila ya estaba imaginándose a la esposa investigando a la amante, tal vez habiendo contratado un detective para seguir al marido. Quizás Patricia había adivinado la infidelidad de forma casual y esperó hasta el momento idóneo...
ResponderEliminarUn microrrelato muy intenso y bien contado.
Un saludo desde la Buhardilla de Tristán.
Javier.
Pues fuimos dos a imagianr lo mismo. Porque Patriia nunca pensó en vender el piso :-)
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
¡Aaaaachis!... Perdona, soy alérgico a los frutos de lata, prefiero los frescos como el tuyo aquí contado.
ResponderEliminarSaludos.
jajaja, pues muy bien, ya somos dos. Gracias, amigo
EliminarUn abrazo
Pues para mí quedó claro que la esposa engañada estaba al tanto de todo. Y seguro que supo esconder muy bien el aroma y la textura de las nueces en cuestión. Una mujer engañada puede ser capaz de cualquier cosa. Se puede decire que consiguió el crimen perfecto.
ResponderEliminarUn saludo.
Es que una mujer engañada, puede ser un rival muy peligroso, y aquí era una muestra :-)
EliminarUn abrazo, y gracias
Me llamó la atención que la única que tiene nacionalidad, sea la visceral. Triste muerte la suya. Un abrazo 🐾
ResponderEliminarPues era por dar más personalidad a la asesinada. Nada más.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado tu relato, un buen giro, y que no sea un hombre esta vez, sino una mujer. Saludos cordiales desde Puerto La Cruz Anzoátegui Venezuela. Raquel Peña de Perlas narrativas.
ResponderEliminarMuchas gracias. Te mando un cordial abrazo, Raquel.
EliminarHola, Albada. Vaya con Patricia la celosilla, como repostera cocina de muerte. Saludos 🎂😁🖐🏼
ResponderEliminarMuy buena cocinera, eso lo imaginé :-) Y celosa...a morir, o matar.
EliminarUn abrazo