Lleva días nervioso, inquieto y muy susceptible. Todo comenzó hace una semana. Al llegar a casa, mientras se quitaba la ropa para darse una ducha, observó que el nuevo vecino de enfrente le miraba. Era un tipo flaco y de aspecto taciturno, con gafas oscuras y bien acomodado en un sillón de mimbre, mirándole directamente, sin disimulo. Por supuesto no le dio importancia pero al salir del baño no pudo evitar mirar al tipo y ahí seguía, con su mirada incisiva. Ya no le hizo gracia y corrió la cortina tapándose el pubis con la mano.
La misma tarde, haciendo la cena, volvió a asomarse por la ventana y el hombre seguía ahí, mirándole fijamente, así que bajó la persiana. Hacía calor, y además siempre le ha gustado aprovechar la luz solar, pero sentirse observado le incomodaba. Con el paso de los días se ha ido asustando cada vez un poco más, porque la actitud del tipo era invariable.
Ahora hace como que no está en casa, dejando las persianas bajadas todo el día. Tampoco enciende la luz para nada, y cambia el camino de regreso a casa para no entrar en su campo visual pero ese tipo sigue ahí, mirándole. Incansable. Joan mira por las rendijas de la persiana y sospecha que tiene controlados sus movimientos. Desde hace dos días se hace llevar la comida del super de al lado, y ayer ni se atrevió a ir a trabajar por desánimo de regresar a su casa.
Los amigos le siguen llamando para salir, o para ir a su casa, pero le notan tan arisco y con esa obsesión de tener el piso a oscuras que se desaniman. Cuando han logrado saber la causa de su preocupación, le han sugerido que investigue el piso exacto de su observador, para acompañarle a hacerle una visita y aclarar las cosas.
Ese anochecer cruza la calle con dos buenos amigos y ven doblar la esquina a un tipo flaco, que lleva un bastón. Parece estar tanteando y hace un ruido monocorde y para colmo, el bastón es blanco.
- Tío…dicen riendo los dos amigos- ,!eres un paranoico chaval!
Hola:
ResponderEliminar¡Dios! es horrible, es fatal sentirte observada, vigilada en cada movimiento, debe inundarte un pánico que describes muy bien...
1 beso
Buena historia Albada. Con un in crescendo interesantísimo y una pirueta final ingeniosa. Me ha encantado. Un abrazo.
ResponderEliminarLaira:Cierto, sentirse observado, aunque sea por un invidente es muy incómodo. Gracias. Un beso.
ResponderEliminarGabriel: Me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me ha gustado, Albada. Aún y a pesar de qué las paranoias cada vez son más comunes y viven emboscadas entre todos nosotros, tú has sabido crear ese ambiente en el cual, el desenlace disuelve cualquier duda entre la ficción y la realidad.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias veintiuno. Un abrazo
ResponderEliminarEra realmente ciego? O tan solo se trataba de una pose que le permitía observar sin ser molestado? Cuando subía la escaleras las preguntas le martilleaban y se agolpaban en su cabeza como caballos desbocados. Tampoco en esta ocasión encendió la luz cuando finalmente abrió la puerta y penetró en la oscuridad de lo que hasta hace no tanto tiempo era un lugar acogedor ...
ResponderEliminarUn beso y un abrazo envuelto en el misterioso encanto de la oscuridad un tanto azul.
...se sorprendió al ver revuelta la ropa del dormitorio, abiertos los cajones, y esparcidos por el suelo los libros. Sin duda el billete de edición especial entre las páginas de Octubre, Octubre era el objetivo del saqueo.
EliminarJoan se estremeció. El vecino de enfrente había ganado la partida. Abrió la ventana y gritó a pleno pulmón
- Hijo de p...!!!
Si te parece. Un abrazo azul, como la luz de luna que alumbraba en ese instante la calle Rosellón, en el Eixemple barcelonés.