Sombras chinescas en Reus |
Se toparon mientras él salía del teatro, donde hacía de tramoyista de ocasión, y Julia miraba hacia atrás, tras haber trastabillado.
- El mundo es un pañuelo- dijo Luis,
disimulando el rubor que notaba disparado en ambas mejillas
-Y tanto. Y además sucio- corroboró ella
mientras se miraba la suela de su zapato de salón, apoyada sobre el
brazo de él.
Tantos años coincidiendo bien poco, y ahora,
tras verla la otra noche por fin de año volvemos a coincidir. Pero la vida es así de
caprichosa, se dijo Luis, bendiciendo al azar que le ponía sobre el brazo la
mano de esa mujer que le había dejado indiferente en la adolescencia y que
ahora brillaba. De día, y sin vestido de
tubo, también. Con el pelo sujetado en una coleta y sin nada de maquillaje, seguía
emitiendo una extraña luminosidad.
La comisión de fiestas y
festejos del nuevo ayuntamiento, en un alarde de modernidad para hacer visible
el cambio de partido al frente, había trasladado el mercado de navidad a una avenida, dejando la plaza el
ayuntamiento para una pista de patinaje sobre hielo, como algunos de Reus de
toda la vida recordaban haber disfrutado ya, años atrás. También se habían
empeñado en devolver la alegría de la magia navideña por las calles. Con
comparsas tocando villancicos, con un contador de cuentos callejero disfrazado
de Sabio, o con unos dinosaurios de títere que se ambientaban con una música
ambulante que les precedía. Además, como guinda del pastel de ambiente feliz, y
copiando esas bellas imágenes d proyectadas sobre fachadas de edificios
singulares, este año estrenaban una proyección de motivos navideños sobre el
teatro Fortuny, mientras la plaza del Prim, con su figura ecuestre, era
testigo de la gente asombrada mirando esos juegos para los sentidos.
Tomaron un café, en el bar de
la plaza, pero él no pudo disimular su
conmoción ante la Julia que acababa la carrera en Junio, y que, amable y extrovertida, no dudaba en
tocar a su compañero, para apostillar los comentarios que hicieron. Hablaron sobre la vida y proyectos de ambos, sobre las parejas de ambos, que por puro azar estaban
en el peor momento. Era evidente que él había asistido solo a la fiesta en casa
de Blas, y que Julia había ido del brazo de su novio, pero a pesar de él, había
asistido sola.
Quedaron en verse a la tarde, aprovechando que él había de hacer un par de cosillas en el teatro y que ella le había comentado cuánto deseaba conocer de los entresijos de ese foro de espectáculos. Era de Reus de toda la vida, pero jamás había visitado por dentro el mayor teatro de la población.
Sin pensarlo, sin buscarlo,
pero sin esquivarlo, dejaron que los cuerpos hablasen, contra el cristal del
segundo piso. Sin mirar la hora, sin apercibirse de que el sol se escapaba tan temprano, Luis
levantaba la vida en volandas atrapado entre las piernas de Julia, que
acompasaba sus movimientos de ballet a las acometidas de un compañero que se
había convertido en el único deseado, en el único hombre capaz de hacerla
vibrar como ella a su chelo.
Desde la plaza, todos los
paseantes pudimos ver la sombra inequívoca de una pareja contra la ventana de
ese piso de sombras chinescas que anunciaban la alegría de la Navidad. Esa alegría de vivir
Un bello relato, como bella es la alegría de vivir...
ResponderEliminarMe encantó
Muchas gracias. No creí que a través de unas fotos, pensara seguir a esos antiguos compañeros de instituto, pero así quiso salir de mis dedos, y...les dejé proseguir hasta una escena imprevista.
EliminarUn cordial saludo y feliz año nuevo, con la inmensa alegría de vivir que cada estreno conlleva.
No pensaba yo que esto iba a tener continuación. Ni tampoco me había dado cuenta de que la fiesta de nochevieja había sido de Blas, como aquella en la que todo el mundo salía con unas cuantas copas de más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tampoco lo creí yo. Pero a veces, personajes que nacen de instantes, quieren vivir una escena más. Caprichos de algunos de ellos, que les permito. Y sí, Blai, un nombre usado bastante aún en Cataluña, es Blas, con su fiesta inventada adrede :-)
EliminarUn abrazo
Y la vida continua, los amores dan muchas vueltas.
ResponderEliminarUn beso.
La vida tiene esas cosas, de estaciones de paso,de vías muertas, de líneas paralelas que no se encuentran ni en el infinito, y esas estaciones cálidas donde abrevar el alma.
EliminarUn beso