Óleo de Modesto Trigo |
La vio entrando en una corsetería. Era la vecina del quinto. Imaginó sus curvas entre satén y blondas, en un
vestidor con espejos a ambos lados. Podía ver los ligueros sobre su piel
blanca, en un incisivo contraste con un negro azabache de las prendas.
La pelirroja de sus sueños se deleitaba
ante su propia imagen, en posturas que ensalzaban su pecho y realzaba sus
ancas. Sintió el aroma denso y floral que la envolvía, y que tantas veces le
hicieron soñar en el ascensor. Al momento notó cómo su corazón se aceleraba,
sintió la sangre bombeando con fuerza en sus piernas, el rubor bajo su ombligo y
la dilatación en sus pupilas.
El golpe contra la mesilla de
noche hizo caer la lámpara de tulipa roja, el despertador con radio y la última
revista del Play-boy, donde una pelirroja seguía sonriendo, provocativa y pícara, a
alguien que no era él.
Él no tenía tan claro no ser el destinatario de esa sonrisa provocativa.
ResponderEliminarVersión femenina de "No desearás al vecino del quinto".
Un abrazo.
Jaja. Es que hay quien cree que a quien mira el o la modelo es a él o ella. Tal cual.
EliminarUn abrazo
Que envidia de sueños aunque el despertar sea lamentable...
ResponderEliminarBesos.
Y los sueños sueños son. Hay sueños más divertidos que algunas realidades, eso seguro
EliminarUn beso
Qué buen relato con ese final inesperado, querida Albada, con esas descripciones sentidas que tan bien haces, cuando se imagina a alguien que despierta las pasiones, es un bombear la sangre de pies a cabeza, y el ritmo del corazón y las pupilas se altera... todo... todo se altera... hasta despertar de un sueño, pero mientras se ha palpado como si fuera realidad.
ResponderEliminarEn verdad es un placer siempre leerte, desde cualquier tipo de prosa o relatos.
¡Excelente! te aplaudo fuerte.
Besos enormes y feliz tarde.
Gracias. Me divertí imaginando. La imaginación y la mente son asombrosas. Los experimentos demuestran que la erección se prudente igual con la realidad que con estímulos visuales, por ejemplo o con la simple imaginación. De eso los adolescentes darían amplio testimonio :-)
EliminarUn beso María
Sueños muy vívidos. Es curioso que sean tan sentidos que uno se despierte sudando, o cayendo de la cama.
ResponderEliminarUn abrazo
¡No se vale! ¿Cómo es querida Albada que me llevas por los senderos de ensoñación,y de pronto, me dejas caer precisamente cuando yo esperaba un guiño seductor de la pelirroja? Estupenda historia para quienes nos dejamos para llevar cándidamente por tus palabras.
ResponderEliminarUn renovado abrazo desde la distancia azul.
Era la gracia del texto, claro. Y me alegro que te dejaras llevar por las palabras. Esa vecina tal vez sea tan real como ahora en su sueño, pero no lo sabremos.
EliminarUn abrazo
Muy bueno tu relato. Es divertidisimo. Al pobre hombre sólo le queda recordar eso de "... y los sueños, sueños son", y a otra cosa, mariposa.
ResponderEliminarUn beso
Ese refrán de la mariposa hacía tiempo que no lo escuchaba, y casa perfectamente con el verso de la vida es sueño.
EliminarGracias por tu lectura. Un abrazo
Que triste despertar.
ResponderEliminarUn beso.
Un despertar que no quita el goce de un sueño imposible.
EliminarUn beso
Muy bien relato
ResponderEliminarUn beso