Tomada de Aquí |
Tan a gusto que estaba, y han
conseguido saber mi apellido, y con ello, mi historia, después de tantos años.
Una británica tenía que ser. Claro que trabajaba en un burdel, en Arlés, pero como
limpiadora y no como meretriz. Era muy joven, dieciocho años, y la noche de
antes de Navidad, Vincent vino con su oreja derecha ensangrentada, envuelta en
un pañuelo. La policía estuvo preguntando por Gauguin, alojado en la casa
amarilla de Van Goh, pero el francés prefirió abandonar la ciudad pocos días
después.
Un perro me había mordido en el
brazo izquierdo, y mis padres, campesinos, se habían endeudado por mis
tratamientos, así que acepté limpiar allí por llevar un sueldo a mi casa. Había
salvado mi vida por una vacuna experimental contra la rabia, de Pasteur, pero
arruinó a mi familia y esa fue la razón de mi estancia allí.
Yo creo que fue Gauguin quien
le cortó la oreja con una espada, porque sé que era un buen espadachín y como
discutían mucho, en plena disputa bien podía haber cercenado la oreja a
Vincent, si bien acordaron contarle a la policía que había sido una lesión autoprovocada.
Hasta hoy se pensaba que la envolvió en un trapo y que la llevó a una
prostituta llamada Raquel a su burdel favorito, pero no, era una ofrenda para
mí, y no fui, ni entonces ni después, prostituta. Las cicatrices de mi brazo, por las mordeduras
del perro primero, y luego por la cauterización de la herida, me habían dejado
con un aspecto horrible, y él, piadoso donde los haya, quería ofrecerme parte
de su cuerpo para recomponer el mío. Sangrando profusamente le vi como a un
niño, como postrado delante de una Virgen, con su ofrenda. Cuando yo me asusté,
él se puso a llorar. La verdad no podría decirla, porque no la sé
Tomado de Aquí |
No, él nunca me amó, ni yo lo
pretendía. Me había contado que de muy jovencito trabajó para una agencia de
comercio, en La Haya primero y luego en Londres y que allí, bajo tanta lluvia,
se había enamorado de Eugénie Loyer, hija de la dueña de su pensión. Lo que él
no entendía, ni yo, es cómo, al cabo de un año, y en París, se sintió enamorado
de un pintor, Jean-François Millet, lo que llevó a un desengaño amoroso y una confusión mental que provocó
su inmersión en la lectura de la Biblia. No negaba que estudió en Amsterdan
para pastor, ni que fue enviado a una zona minera belga, de donde fue despedido
por la cercanía que estableció con sus gentes. Desengañado de la religión, pero sin menguar su
fe, se decidió a pintar, como forma de glorificar a Dios, según él, y le creí.
En febrero de 1888 había llegado
a Arlés, a ese pueblecito al que quedó unido su leyenda, donde imaginaba su
comuna de pintores y donde me conoció, porque, en su soledad, iba al burdel a
desahogarse, de su cuerpo, sí, y conmigo, de su alma. Esperaba tanto de su
proyecto, que, cuando llegó el artista tan genial e irascible como él, Paul
Gauguin, estaba como loco de felicidad. Le escuchaba horas y horas hablar de
sus proyectos. Sólo yo sé qué tan bravas estaban sus aguas, en esa etapa de
nostalgia, cuando me enseñó el retrato de su madre y de una hermana leyendo una
novela.
Le perdí la pista, porque se
ingresó en una institución de
Auvers-sur-Oise, bajo la atención del doctor Paul Gachet, y luego supe
que su hija Margarita fue una de sus
últimos modelos femeninos, sentada al piano. A mí nunca me retrató, porque
jamás se lo permití
Lloré su muerte, cuando me
enteré de ella, y una meretriz, Susanne también la lloró. Ambas fuimos a una
capilla cercana a orar por su alma. Al funeral no pudimos ir, porque nos
quedaba muy lejos, casi en Paris. Ella creía que uno de sus últimos pensamientos
habría sido para ella, porque hacer el amor con él eran como de verdad hacer el
amor, como si te amara, según me explicaba. Yo estoy segura de sería para Margarite, la hija del doctor Gachet, pero
nunca le llevé la contraía. De hecho, nunca hablé, ni con mi marido, de mi
amistad con Vincent, porque la vida siguió su curso. Olvidé mi trabajo en
Arlés, me casé y estuve en la granja de mis padres, con mi esposo y dos hijos
que tuvimos y morí de vejez acabada la II Guerra Mundial. Me he removido en mi
tumba para dejar mi nombre limpio, ahora que se hizo pública la verdad.
Imagen tomada de Aquí, Margarite |
Ahora podrá descansar en paz.
ResponderEliminarSe ha servido de ti para dejar las cosas claras.
Como si fueras una medium eh...
Igual sí...
Besos.
Seguro que al fin pudo descansar, porque el susto de la ofrenda recibida, debió ser de órdago.
EliminarUn beso, Toro.
Todo sea por descansar sin mancha en la eternidad.
ResponderEliminarBuen relato
Abrazo
Tardía la rectificación, pero seguro que más vale tarde que nunca.
EliminarUn abrazo y feliz domingo, Malque.
Seguro que con los años pudo valorar de manera diferente la ofrenda de Van Gogh.
ResponderEliminarLeyéndote disfruto mucho y aprendo. ¡No se puede pedir más!
Un abrazo grande
Tal vez, tras el susto, se olvidó del detalle, macabro según se mire, pero no olvidaría a Vincet, seguramente.
EliminarMe alegra que disfrutes, porque yo lo hago, escribiendo, imaginando, dando voz, pero vaya, sin pretensiones. Un abrazo y feliz día, con ratos de luz y colores en la mirada
Conocimientos e imaginación en este precioso relato, sobre la ajetreada vida de un genio.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, quién sabe lo que vivió o sintió, nos quedan sus obras, esas telas que nos hacen estremecer, como titilan las estrellas sobre el agua de algún rió
EliminarUn abrazo y feliz tarde
¡Qué bella historia! Muestras la vida de este gran pintor de manera tan original...me ha cautivado desde el principio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro que te esté gustando, cada vida conlleva ramas, que casi nadie sigue, por falta de tiempo casi siempre
EliminarUn abrazo Rita y por una tarde plácida
ahora ya sabemos lo que sucedió de verdad. ya se sabe lo que pasa cuando las historias van circulando de boca en boca, se van distorsionando hasta que al final se convierten en algo que no tiene nada que ver con lo que realmente ocurrió.
ResponderEliminarmuchas veces el sufrimiento inspira grandes obras artísticas, y van gogh es un ejemplo de ello.
abrazos!
Lso rumores se pone en circulación y luego es difícil pararlos. Muy tarde, pero al fin podemos ubicar a esa Raquel que se llamaba Gabrielle, y no era meretriz. Tampoco sé si es importante, pero como anécdota que no existió, quizás dejar las cosas claras
EliminarUn abrazo y feliz tarde, con genios y colores en el horizonte
Que buen texto amiga he aprendido algo que ignoraba y eso es un aliciente par seguir aprendiendo .Una historia muy interesante y me parece genial que ella dejará las cosas bien dichas y no a las confusiones ..Gracias por darla a saber , una cosa más que hemos aprendido al menos yo que no tenía ni idea ..
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz domingo( ya sé una cosa más jajajajj muakkk)
El final que expongo es ficción, o la menos no lo he leído, pero qué mejor que una oración de una meretriz y una joven amiga que escuchaba
EliminarUn abrazo y gracias a ti. Por una tarde bonita, con historias reales o inventadas.
Te estás haciendo una especialista en recreaciones.
ResponderEliminarTu versión me parece conviencente, así que me quedo con ella.
Buen domingo.
Un abrazo.
Menos el párrafo final, de mi cosecha, todo es como ella dice, por algo habla en primera persona :-)
EliminarUn abrazo y feliz tarde, Macondo
Imaginación al poder! Y a ti te sobra por los cuatro costados.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Bueno, hasta el final no es muy ficticia, pero sí, adorno, claro, y poenre sen la piel de otro es siempre tentador.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Hay que dejar el honor a salvo. ;)
ResponderEliminarUn beso de domingo.
Aunque sea un poco tarde, por si las moscas :-)
EliminarUn beso
Muchas gracias. Son divertimentos, juegos de palabras en hilera, pero disfruto escribiendo, y seguramente se nota
ResponderEliminarUn abrazo y por un día cargado de luz
me maravillas tienes arte en tu mente
ResponderEliminarNo será tanto. Muchas gracias
EliminarPor una tarde tarde plácida, con lecturas amables
Cuantas cositas nos enseñas... :) gracias! beso enorme.
ResponderEliminarDe hecho son anécdotas que ni quitan ni ponen demasiada luz sobre su obra, pero es bonito ponerse en otra piel, probar otros oficios, pensar en haber conocido a un grande y loco pintor
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Cuántas historias serán tal como las conocemos? seguramente no muchas, varias estarán deformadas por un motivo u otro. Y creo que no debe de haber sido fácil tratar con Vincent dada su forma de ser, parecía un atormentado también en cuestiones amorosas. Y por último pienso que personajes así al parecer ya no hay. Otro interesante relato de tu parte.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Los rumores son como el alquitrán, que se expanden casi sin darse cuenta. No, sería muy difícil tratar con él, entre el posible saturnismo por sus pinturas, su esquizofrenia y ese rosario de soledades e incomprensión, debía ser de lo más difícil. He querido imaginarle charlando con Gabrielle, a sabiendas de que seguramente, serían miradas lacónicas lo que comunicaba, pero es que si no, no hay trama :-)
EliminarUn abrazo y gracias por tu lectura. Feliz tarde
Me ha encantado tu relato. Creo que fue en este Blog que comenté que Van Gogh fue el que me hizo amar la pintura, y luego leer y releer su vida tan trágica.
ResponderEliminarHermoso tu relato,tu recreación!
Cuánta imaginación, me ha encantado!
besos!
Sí, lo habías comentado, también es mi pintor favorito. No por su vida, que fui conociendo poco a poco, sino por su obra. Era muy jovencita y un paisaje suyo me cautivó. Los autorretratos, una cuarentena, me impactaron, los dos primeros que vi, y el resto es el normal. Un genio. Un loco sí, pero genial con la magia de sus pinceles.
EliminarUn abrazo y por una semana bonita
👌😘💙
ResponderEliminarMe alegro te gustase. Un abrazo
EliminarMuy bueno el relato, con un toque de imaginación amparada en la realidad.
ResponderEliminarTe felicito muy logrado .
Besos
Puri
La base real a mí me ha servido para escribir ficción, y creo que esa es la gracia de la imaginación.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo y por una semana cargada de luz y color
Te felicito una vez más por darle a la historia un giro y dejarnos este relato imaginario, la verdad... la tiene él. Vincent... como todos los genios, un ser extraño y lejos de los cánones sociales.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz noche, bonita ♥
Es una opción. Ponerse en la piel de alguien que pudo ser y que pudo hablar para contar su propia historia
EliminarUn abrazo grande y feliz lunes, con irisada mirada
Hola, que bonito texto, que bien narrado. Me encanto, un gusto encontrarte. Saludos desde México.
ResponderEliminarMe ha pasado por tu blog. Me ha gustado también.
EliminarPor los textos que dicen o dejan ver cosas que valen la pena
Una ofrenda macabra, que susto se llevo, ahora ya descansa en paz. Me encanto leerte, como siempre, eres genial. Saludos amiga.
ResponderEliminarMacabra, sin duda, pero estoy segura de que, en su locura, en su rabia con la relación con Gauguin, era eso, una ofrenda. La ficción pone le resto
EliminarMuchas gracias y un abrazo, Sandra. Por un lunes lleno de magia
Uno, en su modesta opinión, llega a la conclusión de que hay muchas heridas en los hombres y en el mundo, y que lograr, si no la curación, sí el tratamiento paliativo que mejore la salud, sobre todo la mental, es un mecanismo instintivo, y no entro a valorar las relaciones, claras u oscuras, que se puedan traer los humanos sometidos a tanta contradicción y necesidad de sí mismos.
ResponderEliminarImagino que conocerás a Marcel Schwob, y su espléndida y electrizante "El libro
de Monelle". La obra de este autor no tiene pérdida.
Buen lunes y mejor deambular.
Las niñas prostitutas es un tema que sólo con talento se puede tratar y darles voz. Niñas por siempre, como la Louise que le dejó marcado, son seres cuya vida daría para mil novelas. Los hombres, y las mujeres, aunque lo exteriorizan de otras maneras, ante un amor no correspondido, sacan lo peor o lo más insano de cada uno, entrando en laberintos de dolor que puede costar toda la vida curar
EliminarUn abrazo y gracias por tu lectura. No quise poner este texto la relación que casi acaba en boda, con Sien, esa prostituta de La Haya, a la que Vincent conoció en enero y que vagabundeaba con su hija de cinco años. Me apreció que alargaba mucho la trama, pero merece una entrada aparte. Aunque sólo fuera por su suicidio años después. En fin, que su vida y desamores darían para un tratado de psiquiatra entero. Un abrazo y feliz lunes
Muchas gracias por tu paso y aportacion al blog.
ResponderEliminarAhora se mas cosas de las que sabia
Besos
Es bueno saber cada día alguna pequeña cosilla. Siempre es bueno acostarse sabiendo una cosa más, pero vaya, sin pretensiones, en mi caso
EliminarUn abrazo y feliz tarde, con caracolas de mar y campos amarillos en la mirada
Cuántas hipótesis se tejen sobre los personajes famosos y con historias conflictivas.
ResponderEliminarEsta me pareció genial.
Besos, Albada.
Muchas, demasiadas hipo´tesis, ya lo dices bien. Sea verdad o rumor, parece que más de lo primero que de lo segundo, eso ni quita ni pone a la obra del genial pintor
EliminarUn abrazo grande, Mirella
Resulta apasionante conocer los detalles, verdaderos y/o falsos, sobre la vida y aventuras de personajes tan célebres y que han dado tanto que hablar.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Un abrazo.
Los rumores en esa e´poca eran frecuentes. Y algunos correspondían a parte de la verdad, que luego crecía, con el tiempo. De hecho este anecdotario no es importante paar la obra, o s´´i en parte, si esas disfunciones de su personalidad afectaron a sus pinceles. En cualquier caso, no prendo más que poner voz a quien no la tuvo, si es cierto.
EliminarUn abrazo y feliz tarde. Por los genios, por sus obras, que es el legado vivo de su paso por este espacio-tiempo
Pienso que cuanto de dice de uno u otro personaje, literato, pintor, escultor..., obedece a lo convulsionado de la época que les correspondió vivir; así mismo, alrededor de otros se tejieron muchas leyendas para llamar la atención sin necesitarlo. Muchos fueron excéntricos porque el arte en sí mismo también lo es porque está hecho para romper los convencionalismos habidos y por haber.
ResponderEliminarGracias a mi amiga por propiciar la lectura con tus buenos textos.
Mientras te leía pensé en Dalí, otro genio sin descendencia. El marketing de un autor, dependiendo de la época, es la fuente primera de su fama, así que tal vez, los rumores parten de esa necesidad de hacer notoria una obra o estilo. En este caso la oreja en verdad fue cercenada, porque hay documentos de la atención médica., amen de sus autorretratos, pero tal vez todo lo demás sea puro rumor. No en este caso, pero cuántas veces habrá sido así.
EliminarUn abrazo y por una tarde con genios cuya obra sea en verdad importante, rompedora, diferenciada, y por eso, genial de verdad.
Albada, me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarSiempre atrae la biografía de los genios.
Abrazosssssssss
Siempre hay anecdotarios jugosos de los genios. Que en sí no debería ser nada importante, pero de alguna manera, lo es.
EliminarUn abrazo y feliz día, Maite
Qué entretenido relato, qué ameno haces lo interesante.
ResponderEliminarMe alegro te haya gustado, Silvia. Hay anécdotas menores que sin embargo, son interesantes, como dices.
EliminarUn abrazo