Siguiendo una iniciativa de Molí del Canyer, les paso mi aportación sobre el Calor para este jueves 11 de Julio, mañana :-). Es que no estaré libre.
Sabía que era mala idea, que Egipto no es para el verano, pero el precio era irrisorio, las ganas de volver muchas, y es que Abu Simbel me había fascinado, y no quería renunciar a pasear de nuevo ante los colosos, y asombrarme con la conservación de los interiores, magníficos. Ese Ramses II y Nefertari, qué maravilla. Ella muy adelantada a su tiempo, una preciosidad de templos. Recomendable, sin duda.
El bus tenía que recogernos en el
hotel, a las veinte treinta. Clara, mi compañera de viaje, ni familiar ni
amiga, había caído víctima de las diarreas
del viajero, así que me aseguré de que no le faltase agua y medicación y
llamé a la habitación de las dos colombianas de la excursión, Marita y Eloisa.
En recepción las tres hispanoparlantes esperamos al resto del grupo, brasileñas,
en total diez mujeres. Dios me perdone, pero desde lejos la escena parecía un
harén alrededor de ”Jhony”, el guía egipcio.
El chofer llegó sudando, empapado
El guía y él discutían, en árabe, así que no entendíamos, pero era
evidente que el primero quería hacer su trabajo de llevarnos, y el segundo
parecía señalar demasiado al autobús. Con los hiyabs colocados como
sabíamos, y siguiendo las instrucciones
del guía, quien aconsejó mojarlos antes, fuimos saliendo. Los cuarenta y dos
grados eran como una losa sobre mis articulaciones. Previsible, pero no
esperábamos la sensación de las zapatillas pegadas al asfalto. Reverberaba algo
como un espejismo. Cada paso era como pisar un chicle El autobús rojo parecía
arder ante nuestros ojos. Con el aire acondicionado, en pocos minutos nos dejó
en la explanada de la entrada.
Dios, no podíamos prestar
atención, por más agua envasada que íbamos tomando. Los interiores nos dieron
un respiro, muy leve, pero el aforo para
el espectáculo era sobre piedra, al aire libre, claro. Nos fuimos al bar. Imaginen nueve mujeres
occidentales, las brasileñas con sus curvas. Para los locales éramos todo un
espectáculo, mucho mejor que el que nos iban a mostrar. Apuramos el tiempo por ver si sería más soportable lo
de sentarse, al hacerse de noche, pero mucho más no era. Los cocodrilos no se
atrevían a sacar la nariz, y si había lagartijas, que no lo sé, yo no vi ninguna.
Lo que más me llenó el alma ese
día, mucho más que las imágenes, un poco infantiloides proyectadas sobre los
inmensos templos, fue que Clara estaba mejor, y que la piscina enorme del hotel
nos acogió, nuevamente, remojando las seseras, derretidas, tras un día de
calor. Se habían superado los cuarenta y cinco. La locura absoluta para el
cuerpo humano, porque las neuronas recalentadas se hacen sordas, y lerdas.
Desde luego una buena odisea ..Siempre he querido ir a Egipto pero lo vamos posponiendo por todo lo que le rodea de inseguridad , pero quien sabe si algún día nos decidimos , para mi sería un sueño cumplido ver esas pirámides y sobre todo navegar por el Nilo ..A parte de darte esta pequeña charla ..me aprecio ideal tu texto y experiencia para este reto del jueves ..el calor para viajar es un enemigo no disfrutas todo lo que puedes , te aplana y te cansa .. Gracias por tus letras . Ub abrazo y feliz día muakisss.
ResponderEliminarDe hecho me pasó en Mayo, del año pasado, pero venía a cuento, porque el calor que pasé fue de órdago. Un solo día, menos mal, pero para recordar lo traidor que es el calor
EliminarUn abrazo y tarde bonita, Campirela
Un viaje bonito que nos presentas con tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito, mucho, de verdad. Era uno de mis sueños desde muy pequeña, y pudo llevarlo a cabo. El calor, de un día, eso sí, me hizo pensar en cómo se apañaban para trabajar.
EliminarUn abrazo y gracias por comentar, Rafael
No parece una excursión de lo más deseable, mejor tener un buen recuerdo que una realidad que lo estropee.
ResponderEliminarUn beso y feliz semana.
No he repetido, pero lo haré. Seguro. El calor, de un día solamente me dejó muy claro que no se puede ir en verano, es de suicidas o masoquistas :-)
EliminarUn beso, Alfred, te veo pronto
Clara con diarrea viajera en
ResponderEliminarAbu Simbel.
Las neuronas recalentadas.
Otro trago de agua.
Recuerdos de Manuel.
Clara se recuperó con unas pastilas el El Cairo, los fortasec de aquí no hacen nada con las bacterias de allí. El recuerdo es mezcla de Mayo del año pasado y de un día horrible de calor. Me consoló que días atrás había habido una tormenta de arena.
EliminarUn abrazo, Manuel. Tarde sin calor, si es posible, y sin tormentas.
Una odisea mas para guardar entre las neuronas, dicen que quien no se arriesga no vive, un buen relato con final feliz y piscina reparadora. Abrazos
ResponderEliminarLa piscina, sería plural, era una maravilla, pero el viaje fue en Mayo pasado. Los finales felices son los mejores. Regresar a casa es también una sensación estupenda
EliminarUn abrazo, Ester. Disfruta, que es gratis :-)
A Egipto hay que ir en invierno. Mi hija fue en agosto y casi se queda sin marido y yo sin yerno.
ResponderEliminarFinal refrescante de tu relato.
Un abazo.
Imagino que hasta abril más o menos se puede. Luego creo que es temeridad. Me alegro que no pasara de un susto, pero el calor hace pasar bien malos ratos.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
en la zona donde se encuentran las pirámides de egipto, mucha sombra no hay precisamente. me pregunto cómo pudieron construirlas, porque hace cinco mil años el calor sería el mismo. esos fenómenos atmosféricos/astronómicos varían poco en unos milenios arriba o abajo.
ResponderEliminarabrazos!
Mira, eso exactamente me preguntaba en todos lados, Luxor, Pirámides Gisa etc. No comprendo cómo podían estar picando piedras, la verdad, en las condiciones de climatología, si bien el Nilo era mucho más caudaloso. La logística sólo para dar de comer a tantos obreros, esclavos o asalariados, se me hace imposible de imaginar. Y qué obras, por Dios. Ahora ves en qué condiciones de insalubridad se mueven, y qué poco gusto en las edificaciones y no entiendes el retroceso de esa civilización.
EliminarBueno, por los lugares mágicos, y que el calor nos sea leve y llevadero. Un abrazo
No te imaginas. Una de ellas, rubia teñida, y que en España llamaríamos talla extra-extra grande, iba a comprar cosas, para su tienda de Natal, creo que era su ciudad. Se sabía guapa, de cara lo era, y claro quería regatear por comprar más de un artículo. No, no puedes imaginarte lo que era ir cerca de ella.
ResponderEliminarSuerte que Jhony era muy profesional, muy enamorado de su esposa, y ya tras veinte años de hacer de guías, entendía bien la ropa etc de las mujeres hispanoparlantes. Un abrazo y tarde bonita, sin calores
Tela marinera ese calor, sólo de pensarlo me derrito yo...
ResponderEliminarBesos.
El claro es que nos deja KO, hasta imaginarlo :-)
EliminarUN abrazo y por un día bonito
Al final se olvidan los calores y se queda uno con lo mejor que los mismos le han permitodo ver.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, imagino que llegado un punto, te acostumbras, pero es muy incómodo
EliminarUn abrazo, Macondo
Abu Simbel... sin duda, fue el templo que mas me gustó.
ResponderEliminarLo que no me gustó tanto fue el madrugón que nos tuvimos que pegar para ir a visitarlo.
A las 4 de la mañana... para no pasar tanto calor, también rondaban los 45 grados cuando fui.
Besos
Lo de los madrugones tal vez es la única manera de no asfixiarse, y de ver los lugares con menos gente :-). No recuerdos tantos días de madrugar en mi vida mayores a esos
EliminarUn abrazo y por el calor llevadero
Nuestra sed de aventura, a veces nos hace pasar por situaciones e incomodidades, que al fin y al cabo, que no hacen más que acrecentar nuestra sed de recorrer el mundo. ¡Todo sea por la aventura de viajar! Hay que disfrutar a lo máximo.
ResponderEliminarAbrazo!
Sí, hay incomodidades relativas que compensan, con creces, lo que nos espera en algunos lugares.
EliminarUn abrazo y por viajar, ventana a otras gentes, modos y paisajes.
Prefiero ir a la cárcel o una pelea con diez quinquis...
ResponderEliminarMadre mía qué horror!!!
Bueno, igual sí :-). No ¿eh?
EliminarUn beso
Albada! No soporto el calor,y leyéndote parecía sentir las gotas de sudor resbalando por mi cuerpo! Qué experiencia!!!
ResponderEliminarUn beso fresquito!
Si has imaginado el calor, es que describí medio bien :-). Yo prefiero el frío, siempre, porque puedo ponerme alguna pieza de ropa más, pero el calor te deja indefensos de ropa
EliminarUn abrazo y por temperaturas amables
👏👏👏😘💙
ResponderEliminarGracias. Un abrazo
EliminarCon lo poco que me gusta el calor...este relato me ha acabado de derretir del todo, uffff.
ResponderEliminarBesos:))
A mí me sienta fatal. El verna tiene, sin embargo, cosas buenas, como las playas, si no están masificadas :-)
EliminarUn abrazo y feliz día
Uff, duele de sólo leerlo. Refréscate. Saludos
ResponderEliminarjaja, sí, tras una jornada de calor, lo mejor es refrescarse. Lo malo son las noches de bochorno, pero bueno.
EliminarUn abrazo
Odio el calor y ahora lo estoy experimentando al mil por ciento, sufro.. jajaja abrazos
ResponderEliminarEs que el calor que superar o roza la temperatura del cuerpo, es difícil de llevar.
EliminarUn abrazo y feliz día
El calor que estamos sufriendo no se aguanta. No hay forma humana de dormir en condiciones.
ResponderEliminarEsas gotas las he sufrido yo misma.
En fin un buen chapuzón lo arregla todo.
Saludos 🌅
En España estamos con calores que son bastante extremos, así que no me imagino viajar por esos lares ahora
EliminarUn abrazo y día bonito, con piscina, ducha o aire acondicionado
Es cierto. Estuve en ese bello y especial lugar en un septiembre y casi me muero de calor, recuerdo que con cada respiración quemaba mis pulmones...Pero no me arrepiento...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Imagino que la temperatura sería como en Mayo, y sí calor hace. Yo tuve suerte, mucha, porque solo me tocó un día que llegara a los cuarenta, pero suficiente
EliminarUn abrazo y por un día amable
Es que allí sí que debe de hacer calor, aunque con el cambio climático en cualquier momento cae nieve en cualquier sitio. Entretenido relato y caluroso por supuesto :)
ResponderEliminarUn beso dulce.
La latitud, es lo que tiene. Por si acaso, este verano he buscado irme muy al norte :-)
EliminarMe alegro te gustase. Un abrazo y día bonito para ti, Dulce
Solo con leer esta entrada unas gotas de sudor virtual recorrían mi cuerpo, jajaja.
ResponderEliminarY es que el calor es uno de mis peores enemigos y no me imagino soportando ese ardiente clima en Egipto. Eso y la inseguridad siempre me ha echado para atrás cuando he penado en un viaje a ese país.
En cuanto al calor, recuerdo mi reciente viaje a México y concretamente la visita a Tulum. A pesar de estar protegidos por una sombrilla que muy amablemente nos cedió, a mi mujer y a mí, el guía, notaba como unas cascadas de sudor recorrían mi espalda. Hasta la ropa interior quedó empapada.
Cierto es que cuando estás admirando alguna obra espectacular, como las pirámides mayas en nuestro caso, uno se inhibe un poco y por un instante de las inclemencias meteorológicas, pero el sol ardiente ya se encarga de devolverte a la dura realidad, jeje.
Has descrito de tal modo y con tal sentido del humor vuestras peripecias, que me has hecho pasar un rato muy agradable.
Un abrazo.
El calor de Cancún o Acapulco son también de aquí te espero, en estos casos por la humedad, que hacen que el bochorno se instante en la piel. Uno se plantea cómo trabajaban con esas temperaturas y no puede imaginarse, la verdad.
EliminarMe alegra que te haya gustado. Que el calor hoy sea suave. Un abrazo y feliz viernes
Hay viajes que acaban en una auténtica odisea. Ahora lo recuerdas con cariño pero en aquel momento parece un castigo.
ResponderEliminarComo siempre un placer leerte.
Mil besitos con cariño y feliz día ❤️
Las anécdotas viajeras cuando se viven son casi ácidas, pero luego se endulzan, es verdad
EliminarGracias. Un abrazo grande
Llevo muy mal el calor e imagino lo poco agradable que es hacer una excursión en esas condiciones, por más hermoso que sea el lugar.
ResponderEliminarAfortunadamente hubo después una buena refrescada en la pileta.
Besos, Albada.
Viajar con lluvia intensa y con calor extremo es de lo menos apetecible, sin duda, pero aun así creo que vale la pena.
EliminarLas piscinas, que´bendiciones más agradables. Un abrazo y feliz día
Muy buena la localización del relato, porque si hay un lugar donde las temperaturas son tremendas es en Egipto y cualquier cosa se puede esperar cuando los cuerpos están sometidas a estas temperaturas.
ResponderEliminarUn lugar cálido, pero el Sahara, que es inmenso, no quiero ni imaginarlo
EliminarUn abrazo y bonito díaa
Gracias por tu visita y aportacion.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrda
Besos
Me alegro te gustara, Anna
EliminarUn abrazo
Hay que ser valientes (o improvisadas) para animarse a Egipto en verano!!jeje. Suerte que lograron sobrevivir jeje. Un abrazo. P.d creo que donde dice cliché debería decir chicle jeje
ResponderEliminarGracias, acabo de corregir. Le decía a Alfred que no sé qué me pasa con las teclas, nos estamos discutiendo mucho últimamente, yo intento escribir bien y esas se rebelan :-)
EliminarSí, sobrevivimos y bien, para repetir, en invierno :-) Un abrazo
Pues es curioso, pero el visualizarte sumergiéndote en la piscina, después de lo pasado, me ha terminado dejando una sensación placentera. Porque ese baño recompone el cuerpo maltratado por el calor.
ResponderEliminarBesos y, la próxima vez que vayas que sea en enero, ¿eh?
Fue el remate, pero antes, no te lo pierdas, una de las chicas hizo un mal gesto, por bajar del escalón-asiento, y el chofer paró en una farmacia para comprar unas vendas. La piscina resultó un remate espectacular
EliminarUn abrazo y feliz día
Yo de toda tu aventura me quedo con el baño en la piscina. No se si soy yo que me pongo limitaciones pero siempre he dicho que soy más de turismo de naturaleza y no de piedras. Magnifico relato, gracias por participar. Besos.
ResponderEliminarEl turismo de paisajes es, para mí, la guinda, incluso tras ver algún monumento, pero hay algunos, como las pirámides, allí, en medio de la nada, digamos, que atraen mucho.
EliminarGracias a ti. Un abrazo y por un día bonito y sin calor
Es un lugar que promete, con mucho calor, pero si te preparas bien, se sobrelleva. te deseo que disfrutes mucho y llevate varios abanicos por si hay extravíos que no te pille "dewsarmada".
ResponderEliminarUn estupendo relato que me encantó.
Un beso.
Pues llevo abanico siempre, y algo alivia, no creas.
EliminarUn abrazo y por un viernes con encanto
No se me ocurre nada tan interesante como para soportar esas condiciones. Soy muy gallega para eso. ;)
ResponderEliminarUn abrazo grande
Pues con esas temperaturas, tal vez a mí tampoco. Bueno tal vez, volcanes :-)
EliminarUn abrazo y feliz día
El calor, o la calor, dicen algunos. Como sea...
ResponderEliminar¿Eras tú la que murmurando en mi oreja, con calor me fuiste creando?
Un abrazo desde Buga donde la temperatura sube, sube...
Si calro es grande, no importa el género, amigo :-) Con el calor del susurro en la oreja, se crean grandes cosas, así que mejor no menospreciar la voz baja.
EliminarUn abrazo grande, desde una España con calores. Este año la primera ola de calor en Europa ha sido en Junio. Este cambio climático anda juguetón.
Que gran relato! una descripción fina y rica en detalles agobiantes que son para el desmayo de solo leerlos. He sentido el agobio y calor desmesurado, y eso que en este momento tengo frio, ya que en Argentina es invierno. Mi suspiro acompañó esa imagen de alivio en la pileta de noche.
ResponderEliminarBesitos
Sí, me dicen que está haciendo frío en Buenos Aires, lo que es normal. La piscina nocturna es el mejor recurso de alivio para ela calor, seguro.
EliminarUn abrazo grande
Y yo que me esperaba con tanto harén una pasión egipcia...El relato es hiperrealista...simplemente por el tema de diarreas, que he oído de casos. Si te gusta el tema egipcio -no de la cultura antigua egipcia- lee a Naguib Mahfuz. Hay muchos libros, y muy bonitos, publicados en España.
ResponderEliminarjajaja. No me imagino pasión mayor que con una piscina o el aire a tope. El amor en el verano está ene aire, en la ropa ligera etc. Bueno, o me he convertido en muy cómoda, o la pasión turca pasaría por mantener temperaturas de habitación llevaderas :-)
EliminarUn abrazo y finde bonito
Un viaje inolvidable sin duda. Mejor para esos lugares es el invierno. Me encanto el texto amiga. Saludos.
ResponderEliminarSin duda, hay países que sólo son para el invierno. En verano mejor ir al otro hemisferio, o muy al norte, Siberia ha de estar precioso estos días
EliminarUn abrazo y feliz finde