Siguiendo la iniciativa Molí del Caneyer, sobre Bodas atípicas, mi aportación es la siguiente.
Los que sabíamos de su amor,
pasional donde los haya, ya imaginábamos que su boda sería diferente, extremada,
con garra. Y vaya si así fue.
Pablo apareció en aquella ermita
perdida en Collserola con demasiada antelación, y yo, su amigo Sebastián, había
estado rellenando una petaca, en parte por serenarle, y en parte
porque temía que la novia no apareciera y también que apareciera, porque me abducía su cuerpo. Los nervios por los invitados perdidos
por caminos de tierra también influyeron, estoy seguro. No existía el GPS, ni
los wasaps, ni más teléfonos móviles que unos que eran como maletas pequeñas, que
apenas se usaban. Fue un milagro que acabaran llegando todos los invitados, una
treintena, con cuentagotas, eso sí. El oficiante, muy campechano, aceptó que allí
nadie fuera creyente, y que la pareja ya tuvieran un hijo. Cuando apareció Inés, con minifalda de un
rojo pasión, con escote imperio, y unos guantes negros largos de seda, a juego
con pequeños detalles, todos nos quedamos asombrados. Lo había avisado, pero
nadie la había creído. Allí estaba ella, del brazo de su padre, entrando a la
ermita, que olía a flores hasta el hartazgo. Ese olor dulzón invadiendo el
interior católico, fue como la antesala de lo que pasó, visto desde el presente.
La nena parecía una muñequita,
de un blanco inmaculado, portando las arras y los anillos, una monada. El matrimonio
eclesiástico finalizó y nos teníamos que reunir en un restaurante de la misma
zona. Yo me perdí dos veces, así que alguna cosilla se me pasó por alto. Cuando
llegué, Inés había desaparecido. Pablo estaba borracho, del brazo de su madre, llorando ambos. Dijeron que el fotógrafo no conseguía que sonrieran en ninguna
foto, y que el vestido estaba sudado, y que parece que ella pidió cambiarse para seguir la
sesión de fotos, y que ya no apareció.
No supimos de ella, al menos
yo, en veinte años. Según dijeron, se fugó la misma tarde con uno de los
músicos que tenía que tocar en su boda, y habían vivido al sur de Francia.
Ahora, con veinte quilos más y dos décadas encima de sobra, de la pasión que
transpiraba esa mujer, no encuentro ni una pizca, pero no dejo de recordar las
noches de plenilunio ante, y en, su cráter de fuego, rendida a su pasión
descontrolada. He tomado un café con ella, y sin querer me he mirado en sus
ojos, que siguen llamando a la locura, como antaño, aunque por una vez, no la
seguiré. No por falta de ganas, sino por falta de valor.
Palabras: 417, pelín largo.
Muy buen relato, y participación.
ResponderEliminarHa pasado alguna vez, sobre todos ellas, suelen fugarse.
Feliz jueves Albada.
Un abrazo.
Es ficción, pero ocurre, ya lo creo. Y es atípico pero a veces muy comprensivo
EliminarUn abrazo
Beautiful blog
ResponderEliminarMuchas gracias. Un saludo
EliminarNo se ha notado que haya mas palabras, han sido las justas y necesarias. Me hubiera gustado pensar que después de 20años seguía igual de guapa y vivaracha, pero los años le caen a todos. El relato tiene cuerpo bien narrado y aun sabiendo que habría sorpresa no esperaba este final. Un abrazuco
ResponderEliminarQuise centrarme en su mirada, dejando el aspecto de los quilos y los achaques. Pero Sebastián no volvería a caer en ese pecado de locura :-). Era difícil podar más palabras, sin perder o giros cómicos o parte de la historia, pero me gusta no sobrepasar las 350 palabras, si puedo :-)
EliminarUn abrazote, Ester, y gracias
Un año por kilo, ufff¡, buen relato, que mantiene atención.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
Es posible, el tiempo parece que va contra la delgadez :-)
EliminarUn abrazo, Amapola
Jaja. espectacular y retorcida trama. Dos claros ejemplos de que los refranes, a veces aciertan (huir es de cobardes-Sebastián), y a veces se equivocan (huir es de cobardes-Inés). Me encantó lo de que Sebastián temía que apareciera, y que no apareciera la novia.
ResponderEliminarBesoss y abrazos, amiga
Muchas gracias. Era ambivalente ante la espera de la novia, cosa que de hecho es posible:-). Lo malo de ser valiente es que sale caro, casi siempre.
EliminarUn abrazo, amigo
El peso de los años no restan valor a las miradas.
ResponderEliminarUn beso.
Es lo bueno de los años, que al menos la mirada puede mantenerse :-)
EliminarUn beso
Ese amigo le tentaba la lujuria con la novia. Aquí se puede decir que ella cumplio las espectativas al final se fugó con otro. Y claro está los años pasan para todos pero el toque de la chispa se guarda siempre jaja. Un besazo y feliz semana.
ResponderEliminarEsa chispa, bien lo dice el refrán, que quien tuvo retuvo, pues seguía ahí :-)
EliminarUn abrazo, y feliz finde
La pasión de los ojos no sabe de almanaques. Lo extraño es, que después de tanto tiempo y con el deseo a flor de piel, Sebastián tuviese miedo, aunque literariamente, es mejor así.
ResponderEliminarBesos.
Lo raro que siguiera con miedo...igual fue exagerado, pero hay pasiones que dejan el listón tan alto, que no hay quien intente superar nuevos listones.
EliminarUn abrazo, y feliz día, Juan L:
Una boda realmente atípica y, por si fuera poco, con un final sorprendente. Uno nunca sabe lo que se esconde debajo de una mujer tan arrebatadora, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Son un peligro. Deberían llevar un símbolo de peligro, curvas peligrosas. :-) Las hay, y son así desde muy jóvenes. No cambian, y de hecho esa es su enorme belleza y tentación para los demás.
EliminarUn abrazo, y a por un finde bonito
Vivir para ver. No me extraña que a pesar de la atracción le tenga miedo. Pablo todavía tiene trozos del corazón sin recoger.
ResponderEliminarBuen relato, un abrazo.
Pablo y Sebastián, como, seguramente todos los que anidaron en su falda :-). Es ficción, claro, pero hay quien destroza sin querer todos los o corazones que se atreven a anidar en ellos.
EliminarUn abrazo, y por un viernes que nos llene, si es posible, con pasión
Ficción con una pizca de humor para hacer sonreír el alma.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Esa pizquita e humor, que no falte ¿verdad?, esa historia era durilla :-)
EliminarUn abrazo, y a por este día
El tiempo aminora la velocidad e intensidad de las locuras (a veces, quizás al contrario), pero cuando uno mira de cerca esos ojos que son reflejo de lo vivido, surge la encrucijada...
ResponderEliminarMuy bueno, querida amiga.
Un placer tu participación.
Abrazo grande, y muy feliz día 💙
Nos da serenidad para controlar los anhelos y los impulsos, no sé si éstos se aminoran, pero es verdad que somos más cobardes.
EliminarMuchas gracias. Disfruto escribiendo, así que todo es disfrutar. Bonito finde para ti
Los años pasan y en casi todo hacen mella jeje... muy buen relato, ágil y convincente: casi pude verla enfundada en su traje rojo 😊. Un abrazo
ResponderEliminarLa imaginé entrando, y cortaba el hipo :-) La ermita existe, eso sí .
EliminarUn abrazo y a por un finde que nos satisfaga
Me he introducido al azar en tu blog y ha sido muy grato leer este relato, Albada, tan pleno de estímulos que subyugan por su autenticidad.
ResponderEliminarGracias.
Bienhallado pues. Ojalá otros relatos te gusten así, porque pretendo que este blog sea muy de estar por casa, que se visite en chanclas o pantuflas :-)
EliminarUn abrazo, y bienvenido.
Una boda atípica donde las haya, Albada... ay, el valor es el motor para consumar ciertas aventuras. Muy bonito, preciosa.
ResponderEliminarMil besitos con cariño ♥
Ese valor que de jóvenes sacamos por cada junta, luego se nos vuelve mucho más tenue. El motor puede que sea el deseo, la ganas de conseguir algo, peo sin valor luego tampoco sirve de mucho.
EliminarUn abrazo, y a por un día estupendo, guapa
Albada, un relato con los ingredientes adecuados para que una boda se convierta en atípica. El novio, el amante, la novia con ganas de marcha, el músico que debía de tocar la música con buen ritmo y tono.
ResponderEliminarAdemás todo sucede en ese tiempo en el que no estábamos localizables. no GPS, WhatsApp,etc.
Desapareció y fue tan feliz que regresó con unos kilos de más....
Enhorabuena guapísima.
Besos.💚
No nos acordamos de hace tan sólo diez años, cuando lo del wasap era un imposible de soñar. Y lo que ha facilitado la vida, pero antes, una boda en la montaña era un deporte de riesgo :-).
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
No hay que confiar en los personajes narradores. son capaces de ocultar algo a los lectores. Hasta que lo revelan, a veces, a último momento.
ResponderEliminarBesos.
jaja, ese Sebastián se guardaba decir que nunca la olvidó, es verdad. Son imprevisibles :-)
EliminarUn abrazo
Muy buen relato, que hace casi visualizar a esa novia cual mujer fatal que exuda pasión. Muy bueno.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Rezuma pasión, así la imaginé, imparable. Y claro, va dejando dramas con su paso :-)
EliminarUn abrazo, y feliz día
Claro que ocurre. Acá cerca de donde vivo. Una pareja, que todo mundo inmaculaba, se casó y la fiesta fue en hostal del campo. NO muy tarde, encontraron en uno de los baños, al recién casado, haciéndole el amor a una cuñada. DE él no saben nada. DE la cuñada, que la mandaron al extranja. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarSon dramas que las películas han cubierto, pero es que en la vida real existen. Pobre novia, dejada ante al altar ¿no?, qué situación violenta para ella.
EliminarPor la sinceridad de decir que no, antes de casarse. Un abrazo
Yo conocí a uno que lo hizo, pero unos días antes de la boda. Y no se fugó con nadie, sino todo lo contrario. Toda su vida fue un pastor de ovejas.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Pues esa sinceridad es la que de hecho requiere valentía, porque si no estás para casarte, pues nada, pero esperar al último segundo...mejor no.
EliminarUn abrazo
Muy bueno tu relato, con la cantidad justa de palabras. Tiene de todo, intrincadas relaciones personales, pasión, suspenso, etc. Parece la escena de una película, tan visual lo has relatado.
ResponderEliminarBesos, Albada
Muchas gracias, había de todo, hasta montaña sin GPS, y fotógrafo buscando sonrisa inexistentes :-)
EliminarSalió así, y así se quedó :-). Un abrazo enorme
ups !!!!!! ... temía que Ella no apareciera... y realmente llegó para desaparecer ese mismo día
ResponderEliminar\m/ Albada \m/... Abrazo Heavy
Temía y deseaba, Pero a dos décadas vista, volvía a pasar, el riesgo de caer en al tentación con alevosía :-)
EliminarUn abrazo, y por un bonito día
qué maravilla de relato! BRUTAL...
ResponderEliminarHay frases antológicas!
"no dejo de recordar las noches de plenilunio ante, y en, su cráter de fuego, rendida a su pasión descontrolada."
"Ese olor dulzón invadiendo el interior católico, fue como la antesala de lo que pasó"
MARAVILLOSO..
me ha encantado,lo he disfrutado muchísimo,y ese final donde las miradas devuelven esa especie de complicidad femenina,de empatía y sororidad.
magnífico relato.
Un beso.
Muchas gracias. Hay frase que tienen mucho peso pero la valentía o cobardía, de hecho es el tema que hay ahí. Y una mujer, qué mujer .-)
EliminarUn abrazo grande grande. Por un día genial
¡Qué bueno! Ésta si es una boda atípica de verdad, con novia a la fuga recién casada.
ResponderEliminarUn gusto leerte de nuevo, Albada.
Besos
Novia a la fuga, un clásico. Ya ves :-). Me alegro que te haya gustado, Rita.
EliminarUN abrazo, y a por un finde pasional. Si se deja :-)
Gracioso, hábil, natural... pero sobre todo un retrato formidable de un carácter. Aplausos!
ResponderEliminarUn abrazo ;)
Esa mujer era mucha mujer para un solo hombre, me temo :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazote, Voravela
¿Pelín largo?, un gusto leerte, aún más. Muy insólita la boda y más que la boda la escapada.
ResponderEliminarbeso fuerte
La escapada, esa huida hacia delante, es que era mucha mujer, con , o sin vestido rojo :-). Me alegra que te gustara, Tracy.
EliminarUn abrazo enorme, y por un día genial
hay casos en los que uno de los contrayentes no comparece el día de la boda. pero fugarse una vez celebrada la boda, ya es más atípico. ;) inseguridades y miedos que surgen en el último momento, supongo...
ResponderEliminarabrazos!
El miedo escénico, el saber encontrar la ocasión para decir me bajo del tren...lo imaginé así. Y miedos...todos, esa mujer tenía todos los miedos hacia su propio comportamiento, me atrevo a decir.
EliminarUn abrazo, y a por un finde que te guste, que te sea muy grato
Albada linda, tus relatos son maravillosos,
ResponderEliminara veces sucede ese tipo de bodas que uno de
los dos se arrepiente, que boda inusual me
muero si me hacen eso, jaaaaa.
Besitos dulces
Siby
No te recuperas, el pobre Pablo debe seguir por ahí recogiendo trocitos de su corazón :-)
EliminarFicción, pero no sé si no recrea más de una realidad. Un abrazo, y muchas gracias
te felicito Lei casi todas las respuestas
ResponderEliminarla tuya fue la mejor genial super genial
Muchas gracias, amiga.
EliminarUn abrazo, y buen fin de semana
Historia fantástica amiga, suceden cosas así parecidas en la vida real. Saludos Albada.
ResponderEliminarHay realidades parecidas estoy segura. El amor valiente aguanta mucho, pero que te dejen tras casarte, debe ser una mala pasada:-)
EliminarUn abrazo, Sandra
Me gustan las historias que al final rompen moldes, pero ojo, que eso ocurre en la vida de este lado y no solo en la literaria. Y demasiado prudente el protagonista en ese encuentro veinte años después, o miedoso, claro que si ella era tan de cráter de fuego...pero ¿quién demonios puede resistirse...?
ResponderEliminarLa vida supera toda ficción. Aquí recordé a dos parejas, para ser justos, e hice una amalgama de ambas historias. Sí, el valor sale caro, y Sebastián, quien tal vez nunca se repuso de su paso por esa falda, se muestra cobarde.
EliminarUn abrazo
besitosssssssssss amiga feliz tarde besitossssssssss
ResponderEliminarIgualmente, Embrujo. No puedo comentar en tu página, dándome tiempo sólo para poner una frase :-), pero te leo, no lo dudes.
EliminarUn abrazo
Me recuerda Bodas de Sangre. Es muy original. A veces, ocurre, que aquel amor primero, al que le perdimos la pista mucho tiemp, cuando,de nuevo, aparece, ya no nos gusta. Ni le conocemos!
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde
Aquí creo que Sebastián sí se reconoce, y a Inés, a pesar del tiempo y sus achaques, también, y por eso anda tan muerto se miedo, y de pasión :-)
EliminarBueno, Bodas de sangre, de Lorca, es una historia pasional, diferente, tal vez. Un abrazo, y feliz día
Bom dia Alba, obrigado pelo texto maravilhoso, bom final de semana.
ResponderEliminarGracias a ti, Luiz. Un abrazo
Eliminarcuando un apretón dirige los pasos y estos duran veinte años no es una decisión desacertada. Todo puede salir mal, y si ha de salir mal, saldrá, pero en este enlace no...o si proconsumado lo mejor que podía pasar pasó.
ResponderEliminarUn abrazo
Eses impulso de veinte años no fue un amala decisión, y ese músico fue valiente, apasionado y supo tenerla cerca tanto tiempo, así que, no se equivocó Inés, estoy de acuerdo. Sebastián no tuvo valor, ni lo tiene veinte años después. Hay quien no puede, o no sabe, aprehender su sueño.
EliminarUn abrazo, y a por un finde genial
Gracias por tu hualla en el blog
ResponderEliminarcuidate mucho
Besos
A ti. Me cuido, la verdad. Por mí y por quien está cerca y son mi preciosa burbuja de colores :-)
EliminarUn abrazo
Muy cierto, a veces los sueños se nos van, no por falta de ganas, sino por falta de valor...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Se valiente resulta muy caro. Lo malo es que, como dice Sabina, ser cobarde muchas veces ni vale la pena.
EliminarUn abrazo, Isaac
Qué fuerte, Albada:
ResponderEliminarUn relato intenso, como la vida misma.
Un beso enorme
Felicidades
La vida sobrepasa, con mucho, toda ficción. Es verdad, Ana.
EliminarMuchas gracias, y a por un finde de lujo, dando voz a la mujer, siempre buscando la igualdad
Muy bueno.
ResponderEliminarFelicidades.
Muchas gracias. Me alegra que te gustase.
EliminarUn abrazo, Pitt
Mi querida amiga. Siempre intento aprender de ti y de tu creatividad; de cómo desarrollas esas historias que nunca tienen fin en tu imaginación. Estos días estoy un poco perdido pero ya tengo en mi libro electrónico tu libro y lo primero que lea en cuanto esté dispuesto. No tienes a nadie que compita
ResponderEliminarcontigo. Eres rica en corazón más que en palabras...
Saludos
No me digas eso. Mi mundo es muy simple, Buscador, pero me permite mantener la imaginación. Espero que disfrutes con los relatos del libro. Llevan, creo, mi estilo propio, que, de manera innegable, corazón tiene :-)
EliminarUn abrazo enorme, amigo.
Em minha opinião, a trama desse acontecimento revela que o verdadeiro amor não tem data marcada.
ResponderEliminarAbraço amigo.
Juvenal Nunes
El amor es eterno mientas dura, sea el tiempo que sea. No sé si caduca, pero la fiebre de locura transitoria es pasajera, por suerte.
EliminarUn abrazo
Queda claro que no era mujer de compromisos con el Si, para toda la vida que dure el encantamiento.
ResponderEliminarjajajjajaj
Pues que se le vio hasta el color del pastel, por lo como me hiciste entrar en la historia.
Muy bueno!!
Un abrazo :)
La verdad es que lo del compromiso para esa mujer debe ser una entelequia. No sé si está permitido ser una mujer tan pasional para una sola boca, digamos. Imagino que es un desperdicio :-)
EliminarUn abrazo y gracias, Cecy
Por eso y mucho más yo... no sabré de esas mieles.
ResponderEliminarSaludos bajo este lluvioso sábado.
Esas mielen pueden ser muy caras. Mejor a veces no prestar atención :-)
EliminarUn abrazo, desde un nublado día.