El preso trepó con sigilo
hasta la cima del muro. El silencio palpitaba en la noche. Su corazón galopaba entre taquicardias y arritmias. La boca seca y las manos sudadas le hacían reconsiderar sus pasos. Ya está hecho,
susurró luego, y un graznido, y un aleteo de los árboles cercanos resonaron, monstruosos.
Con las piernas a horcajadas, solo le faltaba dejarse caer. Un fogonazo cegador con
detonación le alcanzó como un rayo asesino. Cayó del otro lado, libre,
abatido por el balazo, pero sonriendo.
Una muerte simpática, a mi me gustaría que la gente me recordara con alegría y risas, aunque nadie me escribiera una especie de epitafio como el tuyo. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra mucho lo que dices. Este post viene a cuento del previo, el loco pintor. Porque hay espacios cerrados que liberan, y libertades que matan.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche
Caído, pero libre.
ResponderEliminarUn beso.
Sonriendo, seguramente porque tocó con los dedos la libertad.
EliminarUn beso
Murió feliz, porque en su paladar quedo la sensación de libertad.
ResponderEliminarDuro, pero bonito.
Un abrazo.
Creo que murió feliz, como dices, porque al menos había luchado por salir
EliminarUn abrazo
Al menos luchó por la libertad.
ResponderEliminarUn valiente.
Besos.
Exactamente, era la idea. Estar dentro, en este caso, no era una nsolución. Afuera seguramente le esperaba su vida.
EliminarUn beso
¡Qué buen micro! Te mantiene en vilo hasta la sonrisa final. Un luchador.
ResponderEliminarUn beso, Albada
Me alegro de que te haya gustado. Parece muy simple, porque lo es, pero quise darle el puntito de suspense (imaginable, sin duda)
EliminarUn beso Maria Pilar, y feliz finde
Un micro con suspense, me gustó.
ResponderEliminarCaer desde la libertad y sonriendo.
Besos.
Un suspense que dura poco, pero ese ánimo para planificar y arriesgarse a morir, bien valía la pena.
EliminarUn beso y tarde linda, dulce María