Obra de SANCORFI |
Tras diez años de psiquiátrico,
el pintor loco logró fugarse aprovechando un cambio de guardia. Rehízo su
ropaje y se pasó el peine por su cabello empapado bajo un grifo del lavabo. Caminó
desenfadadamente y se hizo pasar por un visitante, saliendo por la puerta
principal confundido entre los familiares de los ingresados.
Sin perder un
segundo entró al estanco y compró tabaco. Tras el primer cigarrillo se preguntó
qué hacer. Tenía su vida y sus pinceles dentro. Ahora venía lo más difícil: regresar al manicomio
Una vez saciado el mono se dio cuenta de que lo urgente no es lo importante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Totalmente de acuerdo. Si al final lo importante es sentirse bien haciendo lo que uno desea, qué mejor que prescindir de una urgencia.
EliminarUn abrazo
Fuera del ambiente loquero lo tiene crudo ;)
ResponderEliminarUn beso.
Seguro que es así. Fuera hay tantas ataduras, imposiciones, normas, protocolos de conducta y variedades de clichés, que mejor dentro :-)
EliminarUn beso
Parece absurdo pero puede ser real, y desde luego es genial. Un aplauso y un abrazo
ResponderEliminarParece absurdo, porque no creo que dejen tener un estudio de pintura, pero si está permitido, más de uno pudiera verse en el caso. Me gusta que te haya gustado
EliminarUn abrazo y feliz jueves
Al final se dio cuenta que su vida y sus pinceles estaban en el manicomio, que fuera nada tenía, y qué poco tardó en volver.
ResponderEliminarMe gustó esta narrativa.
Un placer volver a leerte.
Besos enormes.
Es un divertimento, pero casi una ironía, creo. Si uno es feliz en un sitio, para qué aceptar las normas establecidas, si puedes prescindir de ellas.
EliminarGracias por tu lectura. Un beso grande, dulce Maria
Hay más locos fuera que dentro.
ResponderEliminarMejor que vuelva.
Besos.
Imagino que volverá pronto. Porque, como dices, hay más locos fuer que dentro. Y son más peligrosos, porque tienen mucho poder.
EliminarUn beso
Y es que no es tanto el lugar, ni el tiempo… sino el cómo se siente uno…, eso es lo verdaderamente importante…
ResponderEliminarMuy bueno y reflexivo, querida amiga. Breve y maravillosamente profundo…
Bsoss, y feliz día.
En efecto, no es tanto el lugar, recordemos a Mandela, o como bien dices, la duración, sino el sentirse vivo, cosa que a veces, en el mundo ordinario es difícil.
EliminarLa ironía está, pero no deja de haber la reflexión a la que aludes.
Un beso grande y feliz noche
Tal vez el mundo real no le ofrecía la libertad de la que gozaba entre paredes y cerraduras. Me alegra que te haya hecho reír, porque era la primera intención.
ResponderEliminarUn abrazo