Se hizo de noche. La luna grande, blanca y silenciosa iluminó el valle. Le empezó a brotar el pelo, hirsuto sobre el cuello, que notaba de segundo en segundo como una inflación tirante en su piel. Las uñas le crecieron hasta parecer navajas, y las mandíbulas crujieron al expandirse como huesos en mortero. Mientras aullaba de dolor, que no deseo de matar, todo su cuerpo se transformó, monstruosamente. Corrió al bosque hasta un claro. Quería unirse a sus hermanos. Deseaba jugar con ellos bajo la luna, retomar su vida lobuna, recuperar a sus hermanos de leche, dejando atrás esa parodia, ese disfraz de hombre con chaqueta y corbata que por veintisiete días le ataba a una vida de felicidad impostada, maniatado a una oficina con luz artificial.
Su familia le había repudiado, desde aquella noche, cuando
ante la luna llena de Octubre, por primera vez, y con dolores inaguantables, se
encogiese y se transformara en uno de
esos animales que solían llevar escopetas atronadoras, causando la muerte a su
paso. Parecían no reconocer su aullido, y se limitaban a observar, desde la
lejanía, a ese hombre extraño con hocico de lobo, que como un loco, con cada
luna llena, lloraba desconsolado bajo los rayos blanquecinos que iluminaban el
claro de ese bosque.
Me ha dejado algún estremecimiento este relato y no sabría decir los motivos. Excelente trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguramente ese pobre hombre lobo sería infeliz siempre. Tal vez eso es lo que te ha llamado la atención.
EliminarUn abrazo
Intentando recuperar su esencia.
ResponderEliminarUn beso.
Lo tiene difícil. Seguro, para volver a su esencia lobuna. Es un incomprendido por los dos mundos.
EliminarUn beso, Alfred
Repudiado por unos y otros. Pobre infeliz. Más que hombre-lobo era un lobo-hombre, pero desubicado en ambos mundos.
ResponderEliminarUn abrazo.
No podría ser feliz. Haga lo que haga, lo cual era tirar por tierra la imagen de ese hombre lobo con sed de sangre.
EliminarUn abrazo
De donde se deduce que nadie puede ser feliz, si cuando muestra una cara distinta.
ResponderEliminarBesos.
Bueno, en todo caso nadie que haya de ponerse una máscara, podría ser feliz. Eso tendría sentido, sin duda. Ser quien uno no es, es agotador.
EliminarBesos
No existe la felicidad completa.
ResponderEliminarPobrecillo...
😗😗
De hecho no existe para él. Ni en su grupo de lobos, ni en su grupo de humanos.
EliminarUn abrazo
Qué buena versión vista desde el otro lado. La luna lo lanzó a esa humanidad deshumanizada, apartándolo de sus verdaderas raíces, y por ello, repudiado entre los suyos… Deambulando entre dos mundos, viviendo en tierra de nadie, solo, e incomprendido…
ResponderEliminarMe ha encantado querida amiga. Muy bueno.
Abrazo grande, y feliz semana 😘
Es una versión vista desde otro lado. Un lobo se transformó en hombre, por qué no, puestos a imaginar, y por supuesto, es infeliz en los dos grupos de iguales, porque no pertenece a ninguno de esos mundos.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo grande, Ginebra
Pobrecillo, de lo peor que le pueda pasar a un humano es que le repudien. Claro que si vas tranquilamente dando un paseo por la noche al volver la esquina te encuentras con un feo muy feo, el respingo que das es al balcón sin subir escaleras...
ResponderEliminarBuen relato.
jaja, por mucha pena que nos diera mi hombre lobo, le encontramos en una esquina y subimos sin escaleras a un balcón.No me cabe duda
EliminarGracias. Un abrazo
Que mal cuando no perteneces a ningún grupo. Le has sabido dar un buen enfoque. Abrazos
ResponderEliminarEl ser humano es gregario, y el lobo también. Necesitamos del grupo ambas especies , así que es una tragedia no pertenecer a ninguno de los dos mundos
EliminarUn abrazo y feliz martes
El mito al revés pero igual de trágico.
ResponderEliminarLos disidentes no son tolerados.
Mal futuro le aguarda.
Besos.
Los disidentes no son bien aceptados nunca, es verdad. La uniformidad de pensamiento es muy cruel
EliminarUn beso
Fué una noche loca y para el recuerdo. Celebraban la victoria del Barça...Los porros corrían como la cocaína entre unos matrimonios con un fin de semana de ensueño. La reunión era futbilística con la excusa de probar algo mas fuerte que el fútbol, algo que de verdad fuera alucinande como el gol del partido.
ResponderEliminarTodos estaban puestos de droga y decidieron hacer una orgía, total eran todos amigos y probar el sexo de la mujer del marido o el marido de tu amiga, era algo divertido que no sentaba mal...
Alberto repartió la última pildora de diseño antes de la orgía se llamaba "La loba". Con ella nadie sabía con quién fornicaba y hasta pudiera ser que algún tipo copulara con su amigo. Aquello prometía y para pasarlo todavía mejor, tomaron una cámara de video para que el día siguiente todos se dstornillaran de risa...y la orgía se hizo real hasta que todas caían dormidos como hojas de otoño...
Dormían y Ramón tuvo unos efectos nocivos a la droga. Los sueños eran grotescos y sentía ganas de devorar a alguien. La alarma de su reloj tuvo la sensibilidad de despertarlo justo a las 6.30, cuando todos aun dormian. La boca no dejaba de segregar saliva con un hambre canina de devorar cualquier cuello y al lado estaba Irene, la mujer de su amigo Ramón.
Lamió su cuello y entre sueños ella sonreía pidiendo más porque le gustaba hasta que de una dentellada, la sacó el gaznate de su sitio...Así fué uno detras de otra y la alfombra era un charco de sangre...
Llegadas las 13 horas, la mujer de la limpieza llamó a la comisaría de policía al descubrir aquella matanza. Todos estaban degollados menos alguien que al tener una lucidez sobre lo que había hecho, se había colgado en el hueco de la escalera...La cámara de video fue testigo de aquella carnicería y al fondo, la televisión, repetía los goles del Barça.
Fantástico comentario. Esa pastilla, la loba, en verdad transformaba a quien la tomaba. En este caso, a ser un predador sexual carnívoro. Tu protagonista, tras la orgía de mordiscos y dentelladas, ante ell éxtasis de la sangre, pudo tomar la mejor decisión al ahorcarse.
EliminarMuy, pero muy buen microrrelato el tuyo. Un abrazo grande
No deja de ser una buena metáfora de lo que puede ser la vida cuando no encajamos en nuestro entorno, cuando nos obligan a llevar un traje o hacer aquello que no nos agrada. Buen enfoque le has dado.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Tiene una moraleja. De hecho sería que no se debe tratar de ser quien no se es. Toda postura impostada hace que te alejes de quién eres. Somos tan sociables, que queremos caer bien, encajar en el grupo, y no siempre es buena idea, a pesar del precio que haya de pagarse.
EliminarUn beso, y dulce martes
Al contrario de disfrutar de sus dos versiones, cada una le impide integrarse cuando está en la otra.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Esa sería la tragedia. No se había adaptado a ser un oficinista casi todo el tiempo, ni a ser lobo en luna llena. Un infeliz, terrorífico, pero infeliz.
EliminarUn abrazo
Hola de nuevo Alba , que vida más perra el pobre hombre esta en tierra de nadie , ya que ni lo quieren los humanos y mucho menos sus hermanos los lobos , tu relato lo leí anoche , y me fui a la cama sin dejarte el comentario , lo hago ahora besos de flor.
ResponderEliminarES un ser infeliz, ahí está el pobre queriendo ser aceptado por cualquiera de los dos mundos separados.
EliminarGracias Flor. Un abrazo grande
Cuánta fuerza en tu escritura, que boen describes a ese hombre lobo que no tenía lugar entre los humanos...
ResponderEliminarMuchos besitos.
Me parecía justo que la leyenda fuera al revés, y así el hombre que nació lobo, podía dar lugar a esa infelicidad de no ser de ningún lugar
EliminarBesos Sakkarah y buen viernes
Debería haber un brebaje para no permutar más. ASí seguro que seguiría en el bosque, aun como lobo solitario, que los hay, pero claro, la trama era la infelicidad de no encajar.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Julio David
Un relato sobre licantropía estupendo. Hay muchos seres así. De vez en cuando se transforman en animales, pero están en territorio de nadie. En ese momento no son hombres y tampoco animales. Son licántropos...
ResponderEliminarFelicidades
Un beso enorme
Es que ha de ser horrible. Si los mitos hablasen ¿verdad?. Aquí ese ser es un lobo, que se transforma en hombre, y sólo con cada luna llena puede volver a ser él mismo-
Eliminarme alegro que te gustara. Un abrazo y feliz tarde
Excelente versión del hombre lobo. Los cuentos de licantropía me encantan.
ResponderEliminarLos has explicado todo muy bien. El protagonista de diente fuera de lugar como hombre porque echa de menos a los lobos. Y se siente fuera de lugar como lobo, porque echa de menos a los hombres
Un beso enorme...
Son personajes que dan enorme juego. Me alegro que te gustara
EliminarUn abrazo, Ana