Lo hemos adoptado como un hijo más. Su llegada fue intempestiva, cayendo desde algún balcón sobre la cabeza de Anita, quien, con siete años, primero dio un grito, luego un brinco, y posteriormente encontró adorable al animalucho.
Nos lo quedamos. La nena se hizo cargo de Chico, el nuevo hermanito. Le paseaba en un cochecito de muñecas, y le cantaba cada tarde. Nos llegó a preocupar que quisiera ponerle a dormir con ella. Una noche cogimos a Chico y le llevamos a la puerta de un veterinario. Le contamos que habrá querido ser libre, y que seguro que ya aprendió a volar. Anita nos ha mirado, mal.
Bueno, hay que verlo así.
ResponderEliminarBesos.
Sí, los pajarillos han de ser libres. Un abrazo
EliminarNo solo los pájaros, tarde o temprano todos volamos del nido.
ResponderEliminar¡Lo que cuesta afrontarlo!
Cariños y feliz Domingo de Resurrección.
Kasioles
Es verdad, se ha de volar, teniendo alas. Muchas gracias. Que hoy sea un lunes de Pascua gozoso.
EliminarUn abrazo
El vuelo era inevitable, pero los niños...
ResponderEliminarUn abrazo.
Los niños quieren tener amigos, mascotas, pero a veces olvidan que esos animales han de ser libres y felices.
EliminarUn abrazo, Rafael
Lindo el micro con esa pequeña que se va a quedar un poco triste ...pero la vida es volar y dejar libertad.
ResponderEliminarUn besazo.
La nena estará triste, seguro, pero aceptará la realidad.
EliminarUn abrazo grande, Campirela
Todos abrimos las alas en algún momento, verdad?
ResponderEliminarUn abrazo :)
Ha de ser así, no hay de otra.
EliminarUn abrazo Cecy, y feliz día
Bom dia Alba, passando para desejar uma Feliz Páscoa.
ResponderEliminarPorque hayas estado bien, Luiz.
EliminarUn abrazo
Precioso micro Alba... era tiempo de hechar a volar.
ResponderEliminarAbrazos infinitos
Lo es, no se puede retener la necesidad de volar.
EliminarUn abrazo enorme.
Todo tiene u tiempo y su propio azar.
ResponderEliminarSaludo siempre especial para ti.
Así es, cada encuentra tiene su azar y su momento.
EliminarUn abrazo, amigo
El cariño tiene ese lado de querer conservar más allá de las libertades de las mascotas, más aún en los niños. Bonito relato Albada.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Los niños tiene enorme capacidad de amar, y se ha de canalizar bien.
EliminarUn abrazo, Dulce
Me recuerda a nuestra Ruperta , una corneja adorable sobre la que hice una entrada hace unos años. Se les coge mucho cariño.
ResponderEliminarUn abrazo.
jaja, pues sí :-). Un abrazo grande
EliminarOhh qué lindo.
ResponderEliminarOjalá haya podido aprender a volar!
Precioso relato,tierno y amoroso...
Seguramente los padre lo llevan al veterinario sabiendo que sabe volar.
EliminarGracias. Un abrazo
O sea, que acostumbrando a tener mascota desde pequeños, ¿eh? Ay, eztoz humanoz...
ResponderEliminarSomos un especie que quiere hacer lo que quiere o apetece.
EliminarUn abrazo
Te he podido leer amiga Albada ya que, es corto el relato, pues tengo una irritación en los ojos considerable. Últimamente, castigados con el ordenador después de lo castigados que están de cuando estaba en activo encerrado en despachos y entre cuatro paredes, el tiempo pasa factura de todo.
ResponderEliminarLos niños no son nada tontos y se imaginan lo que suele pasar. Un bonito relato Albada.
Un abrazo y buena semana.
Pues lo importante es que te mejores, para poder leer.
EliminarUn abrazo y feliz semana
Los pajarillos mejor en libertad. Un relato muy lindo amiga. Saludos.
ResponderEliminarHan de ser libres. Nos empeñamos en meter en jaulas a loros etc, y es un error.
EliminarUn abrazo
Con el tiempo Anita lo comprenderá.
ResponderEliminarSeguro que así será. Un beso
EliminarHay que está preparado para cuando Anita también vuele.
ResponderEliminarY entonces sabrá que sus padres tomaron la decisión adecuada.
Besos.
Ella entenderá más tarde, seguro.
EliminarUn abrazo, Juan L., y feliz martes
Las mascotas y los críos... es muy duro cuando se muere el animalillo y ves el desconsuelo de tu hijo.
ResponderEliminarBuen relato, Albada. Un abrazo.
Sí, es una tragedia cuando una mascota muere. Los niños ven en ellos amigos, y les quieren mucho.
EliminarUn abrazo, y por un día estupendo
Puede que otra familia este triste porque se escapó su pajarito.
ResponderEliminarSi es una cría de gorrión no hay problema.
Todos los animales que tenemos alas queremos volar..
Un placer leerte
Beso
A mí se me ha escapado una periquita, y uno entiende que las aves han de ser libres.
EliminarPor un día perfecto. Un abrazo
que la luz siga adornando tus días
ResponderEliminarGracias, lo mismo te deseo. Un abrazo
EliminarOi Alba, obrigado pelo relato, mais confesso que prefiro eles soltos e voando. Boa semana minha querida amiga.
ResponderEliminarLos pájaros han de ser libres, volando y sintiendo esa libertad.
EliminarUn abrazo, Luiz
Sí nacen en cautividad no hay problema, si se pierden o caen del nido sí que hay que devolverles la libertad, pero se encariña una con ellos, no me extraña el enfado de Ana.
ResponderEliminarAbrazos.
Uno se encariña, es verdad. Si ya nacieron en cautividad están adaptados, más o menso, pero si no, es una locura meterles en jaulas.
EliminarUn abrazo, y a por un bonito día
Qué bien se te dan las micro!
ResponderEliminarEs algo con lo que no estaba familiarizada y, gracias a tí, las descubro. Un arte de contar mucho en pocas líneas, dejando un amplio campo al lector, que agudiza su imaginación.
Un placer leerte.
Gracias. Concentrar una historia puede ser complejo, aquí era un ejercicio sencillo.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Adoro a los animalitos, no los puedo ver sufrir, un micro muy bien llevado. Mi abrazo más tierno.
ResponderEliminarAmarles es respetar su libertad, pero hay que reconocer que los perros o gatos nos hacen tanta compañía que es tentador tenerles.
EliminarUn abrazo, Rosana
Más tarde o más temprano hay que volar.
ResponderEliminarEs necesario !!!
Excelente micro, Albada.
Abrazos gigantes y feliz lunes de pascua !!!
Es así, se ha de volar, en todas las especies, pero los niños, y no tan niños, nos empeñamos en poner en jaulas a las aves, y en peceras a los peces :-)
EliminarUn abrazo y que esta semana sea amable y dichosa
Anita tuvo razón...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Pues a su manera sí, porque ella disfrutaba.
EliminarUn abrazo, Isaac
Tanto entiendo a Anita como que lo hayan dejado libre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde los ojos de la nena, es una crueldad. Pero claro, los pájaros han de ser libres.
EliminarUn abrazo, Demi
Pero los niños enseguida comprenden el significado de la libertad... Se le pasará.
ResponderEliminarBonita historia.
Recreas muy bien la mente de una niña.
Un besote, y.. ¡Por los pájaros libres!
El enfado pasará, comprenderá. Seguramente más pronto que tarde.
EliminarPor la libertad, por volar. Un abrazo enorme
Cuesta dejarlos en libertad, pero verlos volar es precioso. Esa niña seguro que entenderá que volando va a ser más feliz.
ResponderEliminarBonito micro relato
Un abrazo Albada
Puri
Gracias. Es que puede pasar. Una golondrina, pequeña, cayó a mi balcón no hace tanto, y casi me inspiró le texto.
EliminarUn abrazo grande, y por una tarde gozosa y libre
Hola Alba, vaya, no me extraña que la niña les haya mirado mal, le han quitado su pájaro, más vale pájaro en mano que ciento volando. Le va a durar como no le caiga otro encima. Curioso micro, compañera. Un beso grande.
ResponderEliminarImagino que entenderá que no son animales para estar haciendo de mascotas, pero claro, en la mente infantil, la realidad es diferente.
EliminarUn abrazo, amiga. Por una tarde con alas.
Los pájaros deben ser libres.
ResponderEliminarUn ciento bonito. También funciona como una alegoría.
Un beso
De hecho es casi una fábula, si uno lo piensa. Los pájaro han ser ser libres, se lo debemos
EliminarUn abrazo y gracias, Ana. Que tengas una tarde llena de vuelos libres
Cuantos pajarillos caídos de los nidos me he llevado a casa. Caen de los tejados y las madres gorrionas los vigilan y les dan de comer cuando ya no pueden volar hasta el nido...Todos los gorrioncitos se me morían y mira que les daba pan con agua, insectos, grano, pero al final todos morían...
ResponderEliminarUn saludo amiga. Me has hecho recordar cosas de la infancia.
A mí el único que tuve, se me murió también, parece que los gorriones han de ser libres.
EliminarMe alegra que recordaras tu infancia, Buscador. Un abrazo, amigó
Hola Albada. A partir de ahora lo que has vivido casi será una cosa natural. Cada año en una casa que tenemos en Camprodon bajo las travesas del techo que son de madera siempre se hacen dos o tres nidos, los hay ya casi permanentes. Lo difícil es cuando se hizo un "rus" de abejas, suerte que en Setcases en La Nuria son recolectores y me los solucionaron sin matar ninguna..
ResponderEliminarUn abrazo. Ya vuelvo a estar de regreso, tras unos días tranquilos en el Penedès..
Muy campestre ese Camprodon. Lo de los panales de abejas ya es harina de otro costal. El único caso que viví, en el hueco de una persiana en una casita de veraneo, qué pánico me produjo. Me alegro que regresaras, y sobre todo si lo has pasado bien.
EliminarUn abrazo grande, Llorenç
Qué tierno relato! La niña quiso darle todos los cuidados posibles... pero el pajarillo necesitaba algo más; volar en libertad. Es difícil de aceptar que los amigos, a veces, hay que dejarles partir. Lo aprenderá.
ResponderEliminarMuy bueno!👏🏼👏🏼👏🏼
Lo adoptó de muñeca, me temo, y claro, la idea no era mala, pero las aves necesitan ser libres, y volar.
EliminarUn abrazo, y a por un día estupendo
Hola, Albada.
ResponderEliminarYo también envié relato, iba sobre el hijo pródigo. No hubo suerte, pero lo importante es marcarse el reto de escribir, Es lo que me atrae del concurso.
Y sobre tu relato, a mí me encanta la ternura de los pajarillos que adoptamos, me ha pasado ya varias veces con mi hija, que aunque ya es mayor, no permite el abandono. Alguna vez hubo suerte, pero en el caso de pequeñines es muy difícil sacarlos adelante. Lo importante es demostrar que la bondad está en nuestros corazones.
Un abrazo
La bondad de los niños es así, sin límite, y es bonito que así sea. Enviar a la Ser se ha convertido en un hábito, sin esperanza, pero la verdad es que me da igual :-)
EliminarUn abrazo, y a por este jueves
Aquí caen en el patio muchos "pichagos", otros les dicen palomillas, y como son crías, les damos abrigos, y luego al escuchar el piar de sus padres, las soltamos. Menos mal, que a los sobrinos que nos acompañan, le hemos enseñado que se pueden tener con nosotros, porque han caído en el patio, porque están aprendiendo a volar, y los esperan sus padres. Bueno, y tenemos por otro lado, el problema de Terry, que todo que vuela le molesta, y es presa de sus dientes. Por eso, hay que estar alerta. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarEnseñar a los niños es una obligación gustosa, así los pajarillos pueden salvarse. Lo de Terry es otro tema, porque hay instintos, depredadores, que son imposibles de domesticar :-)
EliminarUn abrazo, y vamos a por este día
Hola Albada, buenas noches, soy Juan y ya nos conocemos. Habiendo leído los dos libros que adquirí tanto el de Concha Mingorance-Trazos- como el de Consuelo de la Torre-Ángulos- quería dedicarles una entrada en mi blog de Frases-Poemas. Al no ser el que escribe una persona dispuesta en crítica sobre la poesía ni un gran entendido para realizar un pequeño análisis de ambos libros, me gustaría poder utilizar tu escrito de esta entrada ya que mejor que tú lo has hecho no lo voy a realizar yo. Los dos libros, me han gustado mucho, ya que leer si se lo que leo, pero cosa distinta es poder hacer una crítica en condiciones.
ResponderEliminarLógicamente, haría referencia a tu escrito mencionando tu blog siempre y cuando te parezca bien.
Si me das tu autorización para copiar el texto o si quieres enviármelo como prefieras te quedare agradecido.
Te dejo este mensaje en comentarios ya que desconozco tu correo, cuando lo leas si quieres puedes eliminarlo.
Si aceptas que ponga tu texto y quieres mandármelo por correo el mío es sarabiajt@gmail.com
Te doy las gracias anticipadas.
Un abrazo y buen resto de semana.
Como bien dices en el comentario posterior, creo que cada reseña ha de ser fruto de la lectura propia, mediante las emociones que provoca la lectura. Me alegro que te gustasen las lecturas, y ojalá siga el deseo de publicar.
EliminarUn abrazo grande
Que lindo, seguro habra aprendido a volar!! Beso
ResponderEliminarSeguro, ya no debía hacer de muñeca:-)
EliminarUn abrazo
Aún recuerdo a Charly, un periquito que mi hermano encontró en la calle lastimado y lo trajo a casa (trajo de todo, parecía un refugio de animales) cuando se curó... resultó que estaba adiestrado y que era de lo más simpático, siempre estaba suelto y no se iba ni aun estando las ventanas abiertas... Se hizo viejito, pero creció conmigo.
ResponderEliminarBesos.
Que recuerdo más bonito. Es fue un hallazgo de tesoro. Qué precisosa infancia tendrías con Charly
EliminarUn abrazo