Gentileza de arcoinri |
Blanca como la luna,
yo escalo la piel de escarcha, de tu
cintura
Blanco el papel
que espera la tinta verde de sangre, de tus
locuras.
Blanco el diente,
blanco el colmillo, que jalona en rojo tus mordeduras.
Blanca la cima,
de nieve aupada, que te mira tan chico desde
su altura.
Blanca la verja
por repintar, decapada de azules rastros de tu cordura.
Blanco te quiero, niño.
Alma blanca tu grafito, con mil tonos de blancura.
¡Bravo!!!, plas, plas, plas.... mis aplausos por estos versos que empiezan por "Blanco" y tiñen de colores cada imagen que recreas.
ResponderEliminarMe han encantado, suenan musicales y merecen una pequeña partitura....
Besos Albada
Los blancos acaban siendo las notas musicales de adorno. Producen partituras embellecidas sin más. Y la verdad, el ritmo salía de una melodía en blanco.
EliminarUn beso, Laura
Bonito poema.
ResponderEliminarMe define por contraposición.
Besos.
Gracias. Me define a mí también por contraportada.
EliminarUn beso.
Verde que te quiero verde.
ResponderEliminarVerde viento. Verdes ramas.
Blanco que te quiero blanco,
en un poema de ALBAda.
Un abrazo.
Gracias por tu lectura..
EliminarEstamos estando
En verde sobre blanco
En la escritura.
Un abrazo, Macondo.
Negras letras sobre blancas hojas, negra noche bajo luna blanca, negras sombras de blancos humanos, cuyos negros pensamientos no siempre se plasman en una diana blanquinegra.
ResponderEliminarUn beso blanco.
Blanco sobre negro, damero humilde
EliminarSe nos come las ganas de ser felices.
Por eso la blancura de las palomas
nos recuerda a la infancia desde la aurora.
Un beso blanco como la nieve.
Hola Albada, he venido al ver el enlace que le has dejado a Ester, y sí, es cierto, hay un parecido, los dos con ese fondo blanco.
ResponderEliminarFeliz día amiga.
Besos
La idea pudiera parecerse, pero es que le blanco es tan esperanzador, tan puro, tan evocador...
EliminarFeliz martes, Carmen. Por besos blancos, por sueños blancos, por nubes blancas que nutran a las musas de los versos en flor
¡¡¡PRECIOSO!!!
ResponderEliminarMuchas gracias. Mari Carmen. La blancura y sus caprichos limpios, aun cobijados en la cinturas.
EliminarUn abrazo y feliz tarde, blanca, son brisa de olas