Viniste hace cinco años, con la
intención de ser ave de paso, picotear alguna frase y ver la obra de Gaudí.
El tiempo te ha ido estafando, con su
declinar de verbos pospuestos. El idioma no logra acomodarse con la irregularidad
de tantos verbos que aquí se escapan de cualquier norma.
Pero tu sentirte naúfrago en tierra
extraña es porque no llegaste a impregnarte del clima y los tempos, ni entendiste
la vida en la calle, o esos lunares de la luna que por las noches nos
iluminan en verano.
Ahora, que el género chico de las
Zarzuelas andan buscando nuevos asientos en los teatros, te llevé a escuchar
una. Y observé tu cara impasible, con esos tímidos y discretos movimientos de las palmas de tus manos de violinista sobre tus perneras.
Te mando un regalo que no puedes abrir
con el alma cerrada a la querencia de cerrar los ojos para dejarte llevar.
Las instrucciones son tan difíciles que
te ruego que las sigas al pie de a letra. Sí, al pie de la letra, esa expresión
que sí puedes entender porque la sientes tuya. Con tu orden, las partituras no
se escapan del atril, ni una corchea derrapa por el pentagrama de tus tareas
organizadas al minuto. Y ejecutadas con precisión de relojero.
La selección en “automático” puede
llevarse a cabo por control remoto, pero perderá en optimización, pues no
permite matizar el grado de humedad de tu audición, ni de permeabilidad de tu
corazón, por lo que selecciona el modo manual de activado.
La música, en este caso un popurrí bajo
la batuta de Cobos, hace circular las ondas a través del aire climatizado que
tú hayas conseguido.
Ponte tranquilo y date tiempo. No importa el mueble que utilices, o el
suelo si es tu gusto. Acomoda tu cuerpo buscando una simetría que te sea cómoda,
cierra los ojos sin forzar los párpados. Respira inhalando por la nariz y espirando
por la boca y empieza a dejarte llevar.
Notarás que cierta alegría te va
inundando de sol y cascabeles, sentirás burbujas octaédricas de las que yo
fabrico y seguramente, cuando nos volvamos a ver, podremos gozar de alguna Ópera
en español, cuyo texto puedas sentir más cerca de tu piel.
Tu regalo, Hans. Que lo puedas abrir y
disfrutar.
Un bonito regalo.
ResponderEliminarSi.
Si lo entiende, con su nivel de español...igual va y lo entiende!. Broma.
EliminarMe gusta hacer regalos. Pero no sé la razón. Igual tiene alguna, quién sabe.
Hoy te regalo un beso.
Regalar, es dar a otro un obsequio, confirmando nuestro aprecio por su persona, lo bueno es aceptarlo, devolviendo multiplicado el aprecio.
ResponderEliminarUn abrazo, esperando tu regalo!
Mira que eres malo. Hoy te regalaré algo que compartiremos, si tú deseas.
EliminarRegalar es sonreír. Por partida doble. Por el que da, que sonríe imaginado si acertó, y por que lo recibe, pues la sonrisa es ese idioma universal de aprecio.
Solapas para vivir. Es lo que hay, Alfred. Solapas para vivir.
Un abrazo más de regalo, que hoy estoy de enhorabuena. Es el cumple de uno de mis hijos.