Ni sí ni no.
Tan blanca como la nieve.
Margarita chispeante,
con pétalos apretados
nos dejas sabor a mayo
en los parterres y prados.
En los recuerdos de infancia,
y en los relojes puntuales.
Tan humilde y tan bella.
Sin aroma a gran esencia,
alegras los corazones,
los anhelantes y cautos,
los por siempre enamorados.
Me quieres o no me quieres.
Ni sí ni no
Yo te querré para siempre´.
Que bonitas son las margaritas, esos parterres llenos de ellas son un regalo como tu poema. Abrazos
ResponderEliminarMe alegran la mirada como las amapolas, realmente me remueven la alegrías de dentro, siempre.
EliminarUn abrazo, Ester
Parece que por comunes sonenos importantes y menos exoticas y menoss... pero en realidad son mas, muchas mas. Y ademas tienen ese blanco reflectante, y sdemas tiene la utilidad de defacer dilemas. Qué mas se puede pedir?
ResponderEliminarAbrazooo mega amiga
Son polifacéticas. Y tan sencillas, alegran los corazones, pero bien.
EliminarUn abrazo, amigo
Sus pétalos blancos son precioso al igual que cuando son amarilis. El campo esta feliz cuando ellas germinan y adornan todo su suelo.
ResponderEliminarQue será si o no...¿ quién alguna vez no ha jugado a saberlo? Besos
Creo que todos hemos jugado a eso del sí, no, pero alegran mucho la vista, dando un toque perfecto en loso campos primaverales.
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
Hoy paseando a mi perrita, he visto unas margaritas silvestres a los pies de un árbol, preciosas, con un amarillo reluciente y una forma perfecta, me han entrado ganas de llevármelas. Te han inspirado muy bien las margaritas. Feliz jueves. Un beso Albada.
ResponderEliminarEs quedan ganas de llevarlas con nosotros, a mí me alegran mucho. Con el perrete vemos muchas florecillas, y todas son bonitas, pero estas me encantan.
EliminarUn abrazo
Las margaritas son incalificables y con verlas y admirarlas se llena uno de amor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, son muy tiernas, en su sencillez y colorido.
EliminarUn abrazo
Qué diferencia en cuanto a poema se refiere, no tienes rival.
ResponderEliminarRecuerdos de un hermoso jardín con la hierba nevada de margaritas.
Un abrazo.
No exageres. Pensé en las que había visto, recordando un campo a los seis años. Justo en la subida de una colina era una campo de nieve entero a mis ojos. Al verlo desde mi escasa altura, identifiqué como maragaritas lo que ya creí que sería un pisar de nieve anhelado. Y me conformé enseguida. Iba con mi abuelo MIguel, el mejor que pudo tocarme en suerte.
EliminarUn abrazo
El gran dilema de la vida. Nos quieren o no nos quieren. Porque están con nosotros. Por placer o por convivencia. El amor y la vida son complicados. Un beso
ResponderEliminarYo creo que hay que creer que nos quieren. Sobre todo si los actos lo ratifican :-)
EliminarUn abrazo
¡Qué hermosura de poema homenajeando a la margarita! Por lo que dices justemnte, me gusta esta flor sencilla. Besos, Albada
ResponderEliminarEs muy humilde, parece poquita cosa, pero alegra una barbaridad.
EliminarUn abrazo, Myriam
Muy bonito poema inspirado por las margaritas que siempre habitan en todo jardín.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Sí, son casi mala hierba, pero cómo relucen al sol.
EliminarUn abrazo, Dulce
Bello el amor y las margaritas, las flores siempre son inspiración, me ha encantado
ResponderEliminarUn abrazo
Son muy sencillas, y alegres, con eso me basta :-). Un abrazo
EliminarSiempre me ha dado pena pensar en las margaritas y su destino deshojando.. aunque más de una vez me he tentado queriendo que me confirme lo que deseaba! Jeje. Un abrazo
ResponderEliminarClaro, su destino es feo, porque acaban siendo amputados, de uno en uno todos sus pétalos, pero son felices, seguro.
EliminarUn abrazo
Es verdad es la flor por excelencia de la infancia y la adolescencia, me gustó tu poema con esa sencillez que me ha recordado a Gloria Fuertes.
ResponderEliminarNo tengo que decir lo que agradezco tu participación, que ha sido mucho.
Un beso muy fuerte
Sí, la leerla luego, en su final, me pareció muy de niño, y así lo dejé.
EliminarUn abrazo, y por las flores, todas ellas.
Me encantan las margaritas. Son un símbolo de amistad.
ResponderEliminarNo lo sabía, pero me encanta que esa sea su simbología. Qué bien.
EliminarUn abrazo, Ana
La margarita es una flor tan sencilla como bonita. No tiene aroma, pero ni falta que le hace.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso, ni falta que le hace, para eso ya están las rosas, hombre ya :-)
EliminarUn abrazo, Macondo
Preciosos versos para las preciosas y singulares margaritas. Todas las flores tienen un peculiar encanto. Abrazos
ResponderEliminarEstas humildes me encantan.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Las margaritas creo que son las únicas flores con las que todos emos jugado en algún momento. Me llevan a la adolescencia del " me quiere...no me quiere, si o no " como pasa la vida !
ResponderEliminarPreciosa y divertida tu entrada .
Besos
Si. Es esa florecilla sencilla que desde jóvenes nos llaman.
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
"Chispeante" que bien capta esa imagen a la margarita, sin duda son las flores del primer amor, ese que siempre es eterno porque no se olvida.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Maripau.
(Soy Esther, la de Suzette, por alguna razón que desconozco solo me deja comentar como anónimo, disculpa)
Tranquila. Esto de blogger va muy raro últimamente. Me alegra que te gustara.
EliminarUn abrazo
Sin dudar las flores mas sencillas son la que valoramos especialmente, son aquellas que adornan los campos y ponen notas de belleza para nuestro disfrute. un abrazo
ResponderEliminarSon muy poca cosa. Pero son la perfección de una flor que alegra.
EliminarUn abrazo
Albada, gracias por tu visita, amiga.
ResponderEliminarMe encanta el homenaje que haces a las sencillas margaritas, que siempre nos han acompañado en los juegos de la adolescencia y siguen adornando nuestros campos y jardines...Mi padre me las traía del campo y siempre lo recuerdo.
Te dejo mi abrazo entrañable y admirado. Feliz mes de mayo, Albada.
Son muy alegres, livianas, simpáticas y bellas.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias