Versión de "Try A Little Tenderness"
Habiendo superado los tropiezos de un
aplazamiento en la cita para cenar juntos, el encuentro había sido un momento
agradable, distendido y cálido.
Perseguían alargar la magia de las cosas bellas por
inesperadas, dando una oportunidad más a la noche y a los sentidos
La penumbra del rincón albergada a una pareja
a punto de echar a andar.
Ella estipulaba con sus ojos el tacto de sus
manos, y él calibraba con su oído a través del tono de la voz, el aroma de su
cuello.
La música tejía telas de araña entre los debutantes en el arte de entenderse, para entregarse.
El pelo de ella rozó el antebrazo de él, dejando
prendidos anhelos, entre las notas de un saxo describiendo rizos, sobre un claro oscuro de ébano y marfil.
Pasó la luna sobre la noche, vestida de jazz
A mi me gusta más el blues que el jazz para esto encuentros. Pero ya se sabe, para gustos colores.
ResponderEliminarSaludos
Como bien dices, contra gustos...colores. Ambos son improvisaciones en la noche, en la tarde que huye abriendo sueños a las horas según pasan.
EliminarUn saludo, Nel.
Marrón casi negro en las entretelas, marrón claro en las miradas, marrón chocolate en los sentidos, apagados tones ocres en los oídos, y mucha complicidad sobreentendida, acompasada en los suspiros, dándose aire tibio en los besos, que alimentan una dorada velada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ocres que van pasando por la gama de los pigmentos, que captan de poco en poco el aroma, con el pasar de los tiempos.
EliminarLos suspiros, como la savia que alimenta, desde dentro, el gotear de los besos, entre notas de piano, y un saxo sonando lejos.
Un abrazo.
Pues sí, pasó la luna sobre la tersura de este texto y quedó, al final, su sombra dulce, dando cobijo a a las fragancias y las melodías de una noche tan especial. Abrazos.
ResponderEliminarPasó la luna, y la madrugada les encontró en un banco, dejando que la luz fuera lenta al disipar las sombras de la noche vestida de jazz.
EliminarLes vi, desde el autobús de la calle aliento, esquina con esperanza. Aprovechando un semáforo en rojo del tráfico sereno de la madrugada, de una ciudad con mar.
Un abrazo.