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Ahora ya qué más me da. Haber pasado a la historia por hacer de Rusia un imperio inmenso, por mi pinacoteca en el palacio de verano, o por mi ardor sexual me da lo
mismo a estas alturas. Quieren ignorar que fui monógama seriada pero no por mi
voluntad sino por el desprecio de mi marido, un, al fin, alcoholizado Pedro III. Dicen otras almas en pena que se estrenará pronto una serie sobre mi persona, y estoy segura de que no entenderán, ni en siglo XXI que para mí el sexo fue amor en primera instancia, y relax cuando mi actividad política era intensa. Igual lo entienden de un hombre, pero desde luego, de una mujer no pueden entenderlo, y me duele. Les doy una pincelada de mi vida, y les digo qué mueble era sagrado para mí. Igual me ven como la estadista culta y coleccionista de arte que fui, quién sabe.
Mi suegra, Anna Petrovna , hija de Pedro I el Grande y de su
segunda esposa, que él bautizó como Catalina I, tras haber hecho vida conyugal
con ella y no son su primera esposa, no quería saber nada de Rusia. Su hijo, mi
marido, sí tenía sangre Romanov, y su tía Isabel I, hija menor de Pedro, sin
hijos y su gran delirio de grandeza, no podía dejar herederos, por más que fuese la zarina. La mejor manera de que un Romanov la siguiera en el trono era que
regresase a Rusia su sobrino, casado con alguna noble alemana, que resulté ser
yo.
Él tenía dieciséis años, y yo quince. Aprendí el ruso a una
velocidad de vértigo. Me cambié de religión, y de nombre, tomando el de Catalina. Me empapé de conocimientos de la
historia rusa y acepté enamorarme del joven que me habían destinado. Pero
pasaban los meses y el matrimonio no se consumaba. No quería que le operaran de
fimosis, pero de eso me enteré mucho más tarde.
Fogosa, ardiente, viciosa…hasta inventaron la leyenda de que fallecí
por querer copular con un caballo, que hay que ser retorcido para inventarse esa
barbaridad. Pero hoy quiero reivindicar otro mueble, que no de los eróticos
que, en efecto, hice fabricar para mi habitación secreta. Secreta no, digamos
que recogida. La silla del abuelo de mi marido, sí de Pedro I el Grande,
ese hombretón de dos metros con miedo a los espacios abiertos. En el palacio de
verano, en su despacho, es donde conservaba las pertenencias más preciadas,
entre ellas el sillón de cinco patas. En
todas las crisis que tuve que lidiar, la solución me venía en su despacho,
sentada en esa silla, mientras reflexionaba, mirando los jardines, sobre las posibles alternativas y tomaba las
decisiones más importantes.
A mí no hay quien me quite de la cabeza de que, cuando ya gorda y mayor no pude sentarme en él, la decisión de aceptar a mi último amante salió rematadamente
mal, precisamente por no haberlo reflexionado en ese sillón de pensar.
Siempre se escribirá sobre personas famosas, un abrazo.
ResponderEliminarEn este caso, se ha escrito por su enorme capacidad de hacer una Rusia con seis franjas horarias, que no es poco.
EliminarUn abrazo
La historia de esta mujer es sumamente interesante no solo a nivel político sino como persona ya que de ella se han dicho muchas cosas que asustarían al más pintaó ..Como mujer ejerció su sexualidad como quiso e hizo bien , si su marido no estaba a la altura que podía hacer!!
ResponderEliminarEspero que la serie que hagan sobre ella se ajuste lo más a realidad , porque historia para contar sin duda la hay .
Gracias guapa por dejarnos estas `pinceladas de historia .
Muakissss.
Se carteaba con Voltaire, por ejemplo, poca broma, con su capacidad analíticas, y su cultura. Cancelaba deudas con pinturas, por ejemplo, era una mujer excepcional en un mundo de hombres, todo se ha de decir.
EliminarUn abrazo
Gusta conocer los entresijos de la vida imperial por boca de una de sus protagonistas. La gente suele hablar por hablar, sin conocer los detalles. Claro que cada uno cuenta la historia según sus intereses. No obstante, démosle a Catalina el beneficio de la duda, jeje.
ResponderEliminarQué relato tan interesante y bien narrado.
Un abrazo.
Ponerse en su piel es imposible, porque los tiempos son otros, sobre todo, pero era una mujer formidable de espíritu y su apetito sexual no la define en absoluto, por mucho que quieran que pase a la historia por esa apetencia. Humana, por otro lado.
EliminarUn abrazo
Interesante el relato histórico que hoy nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Su vida es apasionante, tuvo un hijo con su primer amante, por ejemplo,que mantuvo escondido, y acabó por casarse, de una forma poco formal, con él. Demasiado adelantada ala época, y lo pagó hasta el final, con la burla de su imposible apareamiento con un caballo, si pobrecilla ya caminaba con mucha dificultad.
EliminarUna mujer que apisona, sin duda. Un abrazo
Me gustan mucho las biografías... bueno, me gustan más las autobiografías pero claro, de estas hay menos.
ResponderEliminarEstaba leyendo y por un momento lo parecía.
Muy buena.
Besos.
Ponerse en su piel diez minutos es posible, haber vivido esa vida, primero de desarraigo de su tierra, luego con la necesidad de sentirse aceptada por los súbditos y amada como mujer, debía ser una esfuerzo enorme.
EliminarUn beso
¡Vaya con Catalina! Sí que era grande ;)
ResponderEliminarUn beso.
Mucho, pero mucho, y se negó a que la llamaran Grande en vida.
EliminarPor si te pica la curiosidad https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-moderna/20190621/47314214864/catalina-la-grande-los-logros-de-una-usurpadora.html
Un beso, Alfred
Voy a mirar :)
EliminarUn beso.
Muchas veces no nos damos cuenta que la gente que está ahí arriba también es de carne y hueso, con sus glorias y miserias, como todos nosotros. Muchas gracias por acercarnos a esta singular mujer.Un abrazo.
ResponderEliminarTuvo algunos abortos, por ejemplo, antes de tener a su hijo bastardo. Sufrió por las luchas palaciegas contra su amante, y amado. En fin, una vida como la d otras mujeres, pero con el ojo puesto sobre ella siempre. Y en sus amantes sucesivos.
EliminarUn abrazo
Conclusión: Catalina la Grande, ande o no ande.
ResponderEliminarAl final caminaba poco y mal, pero sí, puestos a valorar los caballos, que sea grande, ande o no ande
EliminarUn abrazo
Es uno de mis personajes históricos favoritos. Además, tenía un lado oscuro muy interesante. Su mobiliario erótico es tremendo. Y sí, le siguió la leyenda negra pero sí era una gran amante.
ResponderEliminarMuy bueno este relato y esta parte de su biografía como si ella viniera a contarla.
Un beso.
El sexo hay que entenderlo tal y como estuvo años tomándolo, como una válvula de escape tras jornadas intensas y agotadoras. Sus sillones eróticos son muy divertidos, pero los conozco por fotos solamente. Una vida apasionante, que es difícil de comprender en su grandeza desde nuestro prisma actual.
EliminarUn abrazo
Qué grande e interesante personaje.
ResponderEliminarMe ha gustado que lo cuentes en primera persona.
Abrazos otoñales.
Una persona que, en efecto tuvo una intensa vida, dejando un legado inagotable.
EliminarUn abrazo
Como en todas las biografías de los antiguos "grandes" de la humanidad, hay mucho de fantasía salpicado con los que interesa que sea la verdad.
ResponderEliminarEsta es, sin duda, una gran mujer, a la que se le conoce más por sus pasiones que por sus logros.
Muy buen relato.
Besos.
Sí, recuerdo las clases de historia, la de España, con una versión bien diferente a las que la historia sin censuras nos pudo explicar después. Por ejemplo.
EliminarUn abrazo
Gracias por la lección de historia, que anda uno muy verde en estos temas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es, por supuesto, una pincelada somera sobre un personaje que en verdad vale la pena conocer.
EliminarUn abrazo
Qué bueno! He aprendido muchísimo,confieso que no tenía mucha idea de su vida. Gracias por traer a este personaje y darle vida con este precioso relato!
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Leí que este mes estrenaban una serie sobre ella, y me dije, ya verás como refleja menos lu grandeza que sus querencias. :-)
EliminarUN abrazo
siempre digo que en el colegio nos contaban la historia de manera demasiado aséptica. estos relatos nos muestran el lado más humano de los personajes históricos, para lo bueno y para lo malo.
ResponderEliminarcuando se disolvió la unión soviética en 1991, llegué a saberme los nombres de las quince repúblicas que la formaba. pero juraría que ahora hay muchas más. los estados de la antigua urss y sus escisiones, son un rompecabezas.
abrazos!
Es una zona tan extensa, que milagro que llegaras a aprenderlas. Yo al menos me sigo perdiendo.
EliminarUn abrazo
Una vida apasionante que aun sin tener nada que ver estuve comparando (para un trabajo de historia) con Isabel de Borbón y Borbón "La chata", no comparte siglo, ni país, ni casi nada, pero las dos fueron muy mujeres. Me ha encantado tu forma de biografiar en primera persona, Abrazos
ResponderEliminarTambién un personaje con fuerza, como Juana la Loca en otro estilo de vivencias intensas.
EliminarUn abrazo y feliz día
Me ha encantado, preciosa. Sobre todo porque pareciera que ella misma viene a presentarnos su lado más privado. Siempre admiré a esta mujer, creo que hubiera sido muy feliz visitando una feria que visité hace un tiempo. Era un sillón precioso.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz noche ♥
Un personaje increíble, por cierto, que hizo de su capa un sayo, y prescindía de normas y consejos de la época
EliminarToda una mujer poderosa y lista como el hambre. Un abrazo
De quienes rompen esquemas y dejan huellas siempre se hablará, más en tiempos donde las apariencias reinaban. Y hay sillones que dan mucho juego.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Los hay que dan un juego tremendo, aunque el que ella amaba, eso me lo invento, era el de pensar :-)
EliminarUn abrazo
Una mujer histórica... de ella se seguirá hablando porque fue grande. Saludos amiga.
ResponderEliminarSí, cambió la historia d millones de rusos y modernizó el extenso país.
EliminarUn abraso, Sandra y día bonito
Tranquila, ya veo que a veces es imposible o leerte o comentarte. Fue una gran mujer, sin duda.
ResponderEliminarUn abrazo
La Historia la conoce con el apelativo de Grande, y es muy merecido...
ResponderEliminarBuenísima entrada, felicidades.
Besos.
El Grande, por ejemplo, podía ser sólo uno de la pareja, en el caso de Pedro I y su segunda esposa, Catalina I, sólo podía se él. Aquí, si era ella, aún no teniendo sangre Romanov, su marido Pedro III no podía serlo. En fín, que se llama Grande por tradición, pero fue grande en sus obras, fue enorme.
EliminarUn abrazo
Albada, me gusta mucho cuando recreas biografías, cuando te pones en la piel de los personajes... Admiro tus dones para hacerlo tan bien. Y siento como un acto reivindicativo ésta de Catalina
ResponderEliminarUn abrazo grande
Es reivindicativo, no te quepa duda, porque si buscas su biografía, aparece la burrada del caballo y su fogosidad, cuando su vida fue muy intensa y valerosa. Al extremo que la dejaron posar a lomos de caballo, como la guerrera vencedora que fue.
EliminarUn abrazo y gracias, Alis, disfruto con estos juegos, y me alegra te gusten.
No estoy segura, creo que Hellen Mirren hará de Catalina en una peli???
ResponderEliminarA lo mejor no lo he escuchado bien.
Gracias por recordarnos la biografía de esta mujer.
Besos
La verdad es que no lo sé- Sea quien sea, espero que el guión le permita lucirse, porque el personaje lo vale.
EliminarUn abrazo
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, ALBADA DOS por enviarme el link. Las grandes mujeres de la Historia han debido padecer los sambenito que les colgaban.Lo cierto que ella supo rodearse de gente importante de toda Europa y se los llevó a Rusia. El relato tuyo una jova !!
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