Estaba tan aburrido y cansado que salió al campo. Lo de tener un hijo ya lo había hecho. Lo de escribir un libro, aunque no editado, también. Le faltaba plantar un árbol. Ese día decidió hacerlo. Había retirado la tierra con cuidado, cuando la pala tropezó con algo sólido, dejando a la vista una lámpara de aceite. Enseguida le vino a la mente la imagen de Aladino con su lámpara, ésa con genio de los deseos incluido. Por si acaso formuló uno, con apasionada fe, y dejó de cavar. Ya plantaría el árbol otro día
Llegó a su casa con la ropa sucia y la mirada limpia, esperanzada, de estreno. Se sentía liviano. Ignoraba si en verdad había o no un genio en su lámpara. No sabía si éste le había concedido que su sueño se hiciera realidad, o si había tenido un sueño maravilloso, tal vez originado por un exceso de sol sobre su cabeza, pero no importaba. Se sentía feliz, sin más. Miró a su alrededor. El niño seguía jugando, su mujer leía ante la ventana, y la casa estaba exactamente igual a como la dejara. Dudó de su experiencia, y como una persona feliz nunca duda, de forma tan mágica como empezó, acabó su felicidad y volvió a sentirse infeliz.
La duda nos hara sabios.
ResponderEliminarUn beso.
No me cabe duda
EliminarUn beso
¿Pero no quedamos en que es bueno dudar? El genio de la lampara, por lo que se ve, no da segundas oportunidades.
ResponderEliminarMuy buena entrada.
Besos.
Yo opino que no hay nada como dudar. Nos permite avanzar, no me cabe duda, pero aquí quise jugar con un genio de mala leche, tal vez.
EliminarMe divertí escribiendo, gracias. Besos
Qué buenísima moraleja! Creer en uno mismo, creer en esa felicidad que solo está en nosotros, en nuestra forma de canalizar las cosas… ese es el primer paso para que en verdad suceda la “magia”…
ResponderEliminarSiempre un placer leerte, querida amiga.
Bsoss enormes, y feliz día.
Este tipo ya tenía lo suficiente para ser feliz, y ante un genio pide ser feliz, me imagino. El que luego se plantee si en efecto lo es más ahora que antes, es lo que se le vuelve en contra. Como siempre, es la moraleja, si no sabes ser feliz nada te hará feliz, porque claro que está en nosotros, no en manos de un genio.
EliminarUn beso grande y feliz miércoles
Cuando uno se siente seguro y tranquilo, algo -acá una lámpara- llega para romper con toda comodidad y lograr el quiebre: la duda?
ResponderEliminarUn beso.
Es el hallazgo de la lámpara lo que hace que se cuestione si es feliz, y pide serlo. Ahí está. La duda de si con lo que tiene es feliz o requiere de un milagro, un episodio fantástico para llegar a sentirse feliz.
EliminarUn beso y feliz miércoles
Es aquello de vivir el momento sin cuestionarse qué pasará mañana porque mientras lo haces te estás perdiendo saborear lo que pasa ahora.
ResponderEliminarAbrazos
Igual la felicidad está en tu casa, con tu gente, con lo que hoy te trae, desde una flor a una sonrisa, y no hace falta irse a las chimbambas ni encontrar a un genio de los deseos para sentirse feliz. En fin, que nadie puede perseguir la felicidad, ni implorarla, porque así no funciona el tema.
EliminarUn abrazo y gracias por pasar.
La misma casa, el mismo día de siempre y el árbol, aún, sin plantar. Y siempre la duda de si algún día nos atreveremos a cambiar.
ResponderEliminarUn saludo.
Es de valientes cambiar. Por eso cuesta tanto. No es baladí tu apunte, porque si bien iba sobre la efímera felicidad, hay una felicidad ficticia, acomodaticia, facilona y sin miras, y tal vez otra más íntegra, más saciadora, más saciante ante el hambre perpetua de ser feliz
EliminarUn placer. Un saludo
Muy bueno.
ResponderEliminarGenial!!!
No era consciente de la felicidad que ya tenía.
Besos.
Seguramente ya tenía la felicidad y como miope, la veía borrosa. Porque como dice Pablo, cambiar, en este caso dar un paso adelante, sería duro, y mucha gente prefiere la felicidad domesticada
EliminarUn beso
Estamos tan tranquilos, somos felices y una buena nueva nos desmonta el equilibrio. Muy bueno. Un abrazo
ResponderEliminarEsa tranquilidad, que no tiene precio, puede ser en precario, y un golpe de viento puede hacerla decantar. Incluso una buena noticia, por qué no.
EliminarUn abrazo y feliz jueves
“Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias” (John Locke).
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa disposición de la mente, ese encajar el presente como viene, no siempre está en nuestras manos, por eso tanta gente se siente infeliz. Esa que busca como loco sentirse feliz, y da igual con qué, porque si no hay un bienestar interno, lo externo no lo cubre. Muy sabio Locke
EliminarUn abrazo
De la propia experiencia, mejor no dudar :)
ResponderEliminarSeguramente, de lo que uno siente, mejor no dudar. La experiencia es clave para minimizar lo que de verdad no importa, sin olvidar que el hoy es el escenario en el que debemos hallar, son buscar, la felicidad
EliminarUn abrazo
La felicidad es cosa de instantes, no se puede perseguir, es algo que llega al momento, disfrutando de lo que se hace sin pensar en nada más, y no querer ir más allá.
ResponderEliminarUna agradable noche, leyéndote, un placer estar aquí, desde la tranquilidad del momento, soy feliz disfrutando de tus relatos.
Más besos enormes.
Felicidad efímera como un relato, pero es así. Sentirse en paz, sentirse optimista, es capacidad de cada uno. Y nadie puede ser feliz por otro. También con los tropiezos y malos ratos pienso que el tiempo resta importancia a muchos ratos malos. Es la vida.
EliminarUn beso grande.
Un placer leerte
ResponderEliminarMe siento bien aqui
Te dejo un abrazo
desde Miami
Me alegra que te guste este rinconcillo.
EliminarUn abrazo para ti, y feliz día de San Jorge.