Imagen de Karolina Bazydlo |
Mientras esperaba que llegase
mi amor, observé a los familiares y amigos que habían acudido a la boda. Todos, sobre todo mi madre, me querían tranquilizar al respecto. Es normal que la novia llegue un poco tarde, me decían. Yo sonreía, aunque tenía mis dudas.
No sé por qué, salí a la calle y acabé junto a una la vieja que estaba apoyada en la pared, con una boina negra ante sus pies. Nos sentamos juntos luego, en el primer escalón de acceso al templo, y charlamos de Elena y de mí. Desoí las críticas de mis hermanos y de un buen amigo que acabaron por salir del templo, tal vez porque hablar con una desconocida me pareció la mejor manera de relajarme. Media hora más tarde, con el sacerdote enojado, el fotógrafo harto de fotografiar una boda sin protagonistas, mi madre abanicándose con furia y su madre haciendo vanos intentos por contactar con ella, me tuve que rendir a la evidencia.
Me había dado plantón. Un desconocido me mandó una foto tomada con móvil, con una Elena corriendo por la cuesta que toca a la iglesia y un mensaje " tu novia, antes de entrar fue retenida por una vieja con boina negra" La anciana de la entrada había desaparecido entretanto, porque, de no haber sido así, pensándolo ahora, tal vez le habría dado una limosna sustanciosa.
Siguiendo una iniciativa de bic naranja
Me encanta como nos conduces, casi manejas mi pensamiento hasta que una limosna cambia nos espabila. Genial como siempre. Abrazos y sonrisas
ResponderEliminarjajaja. Me alegro de que te dejes llevar. La clave de la foto, que parece una huida podía verse al revés, que la novia, justo antes de casarse, se enterase de un secreto grande del novio y decidiera en el último momento, salir pitando. Pero preferí que un agente misterioso fuera el punto de inflexión. Esa charla con la vieja, con el tiempo, tendría un sentido, y que le agradecería...con el tiempo
EliminarUn abrazo y feliz sábado
Eres muy ingeniosa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho como has volteado la situación.
Todo puede interpretarse de muy diversas formas.
Besos.
Es que a veces, las imágenes postulan por una lectura u otra, ¡o muchas !. Es la gracia de intentar ver cada foto o situación, una instantánea dentro de un proceso que imagina cada espectador. Gracias Toro.
EliminarUn beso
Brillante, como acostumbras. Tu imaginación y tus palabras,nos llevan, prendidos, hasta un final que pocos esperan.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Besos.
Muchas gracias. Con una foto así, la imaginación puede perderse por cualquier recoveco de posibles historias que hubiera detrás. No es ningún mérito
EliminarBesos
me ha fascinado leer tu historia un abrazo
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. La imagen podía ser el fin, o el principio de cualquier historia
EliminarUn abrazo
Las bodas son bonitas, aunque no todas acaben bien.
ResponderEliminarSaludos
Bueno, es que si siempre fueran felices y comieran perdices, para qué los cuentos no? :-)
ResponderEliminarUn saludo
Me fui yendo por ese hombre plantado. Me hice junto a la mujer de boina negra y me di cuenta que era ella quien se quedó esperando a ese hombre que apenas ahora, después de muchos años, aparece ignorando el paso del reloj.
ResponderEliminarExcelente texto, inspirado en un inevitable y mutuo olvido.
(Olvido, pero me importa dejar mi opinión)
Abrazos van.
jajaja. El paso del reloj tal vez benefició a ambos novios por igual y quién sabe si la anciana no lo era tanto e iba maquillada para no llamar la atención. :-)
EliminarEl olvido, palabra que merece un lugar, porque en los textos sí figura, pero pobrecita, casi nunca la ponemos cuando No escribimos, por olvidarnos. Un abrazo
Jjajaja me imagino la situación y bufff vaya un plantón, qué apuros tiene que haber pasado, ahora como hay menos bodas esas cosas pasan menos jajaja.
ResponderEliminarBesos enormes.
Pues sí, cada vez menos bodas de vestidos de novia. Sin embargo decían que el número de bodas va creciendo, en su mayoría por el juzgado. Lo que pasa antes de dar sí, imagino que ser´´a igual de complicado decidirse para una decisión tan importante.
EliminarUn beso, María y feliz semana
Esas botas militares ya parecen un calzado poco adecuado para la ceremonia, así que pudiera ser que ninguno de los dos tuvieran demasiada fe en casarse.
ResponderEliminarUn abrazo