La brisa despertó de su letargo dejando
los visillos de mi piel a su caer.
Las notas se fueron acomodando en la
punta de mis dedos de los pies.
Quise bailar nuevamente, saltarme filosofía, sentir esas manos ajenas en mi cuerpo,
cargado de algún tacto de amapolas sobre
un teclado de besos y boleros.
Dejando, ambos, suspiros en el aire, pasitos entrelazados, y tibios descansos,
en un choque de zapatos de la máquina de discos,
nulos alardes para ese primer "te quiero".
Ahora diría. "No. No bailo, pero podemos hacer como que sí".
Hubiéramos perdido las mismas horas robadas al insti y al estudio.
Habríamos bailado los tangos y los pasodobles que no sabíamos bailar,
para acabar acabando igual de rotos, igual de viejos, igual de extraños que en aquel bar.
Hagamos como que sí bailamos, al son de las letras, que nuestras palabras dancen como nosotros hubiéramos querido hacerlo de bien, que nuestras notas se dibujen con nuestros dedos, que nuestros sentidos vibren al son de nuestro latir.
ResponderEliminarBailemos con nuestras letras, que nuestros pies no paren de bailar.
Un beso.
Me pongo los zapatos rojos encantados rojos, busco al hombre de hojalata, al león cobarde y nos disponemos a bailar sobre el camino de la teclas, de un ordenador en este caso, la música preciada que nos lleve a dejar atrás cualquier tiempo que una vez pasado, no podemos cambiar.
EliminarLa máquina de discos, resultó ser máquina del tiempo, y el cuadro volvió a se el de Dalí, muchacha mirando por la ventana, fresco y lozano, mientras avanzamos por el camino musical, componiendo la partitura, que sí perdura.
Un beso.
¿Pero qué no Howls se enamora de una niña a la que hacen anciana y la historia empieza al revés, a la joven la hechizan como ancianita y así viejita sale al bosque a encontrar un castillo vagabundo y es ayudada por un hombre de paja que también está hechizado y la primer danza que tienen es en el aire cuando Howl's la lleva volando escapando de sombras? ;) La historia es una belleza porque es un viaje en el tiempo donde el amor entreteje todo.
ResponderEliminarSoy la anciana con miedo a la muerte, cuando Marco me coge de la mano, me hache un hechizo y me regresa el alma de los quince, la fe de las dieciocho y la mirada de los diez. Navet me acompaña hacia el castillo y a ratos se transforma en escoba voladora, desde donde mi eterna juventud me permite ir regando sonrisas sobre los campos y temas de incitan a bailar a los tristes campesinos.
EliminarCuando se nos van uniendo el oboe, el chelo y una batuta, componemos el tema la historia interminable, dándonos un respiro con una pócima que nos da la vida eterna para matar una y mil veces al terrible Howls que habita en los relojes impugnables de los calendarios.
Un beso Lucía.
Todo tiene su tiempo y su lugar.
ResponderEliminarAhora toca recordar.
Besos.
Y mira cuántos recuerdos acaba teniendo uno!!. Eso es que ha vivido, y sigue vivo.
EliminarUn beso.
Bailar no se da cuando se tienen dos pies izquierdos pero se intenta.
ResponderEliminarUn abrazo
...Que bailar es jugar con más de un pie. Pero bailar a la pata coja también tiene su aquél. De compases y de cigazagas, pero su gracia, y su qué sé yo.
EliminarUn abrazo
Bailar, ya sea con todo el cuerpo o con la mirada. Saltarse clases, horas de rutina y compartir pequeños momentos. Al final del todo solo queda eso, los momentos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Opino como tú, saltarse clases, hacer "campanas", para comer la manzana de la fruta del presente.
EliminarUn abrazo.
Bailar, dejarse llevar por unas manos al son de una música, acompañar con el cuerpo un ritmo, conducir otro ser por sonoro camino imaginario, danzar, disfrutar, desarrollar.
ResponderEliminarUn beso.
Dejarse llevar, aun a sabiendas de que igual el ritmo se descompasa de los pies.
EliminarA veces, sobre todo en la edad de merecer, uno de ha de dejar llevar, de la mano incluso de otro.
Un beso, Alfred