En el cuadrilátero inventado, con
calzones negro y blanco, se enfrentaban el tú y el yo. Ambos, como simples
átomos, en una búsqueda sin brújula de un núcleo más pesado, más denso y de
mayor peso atómico.
Cada uno en su rincón, escucharon la
campana del primer asalto, desde su escala y su visión. Desde su entidad
incuestionable y la conciencia real de sus talentos y sus limitaciones.
Los polos opuestos a veces se atraen,
sabiendo de antemano, que hay bailes de iones donde las suman no se suman, pero
asumieron el riesgo de las restas.
Los átomos enredados en un puzzle de
amor, devinieron en lances de miradas incendiarias, en acercamientos cuerpo a
cuerpo, en rendiciones sutiles y en victorias perecederas.
Cuando se produjo la fusión, con la
energía liberada, cayeron a la par las dos toallas blancas al centro del ring.
El sobrecalentamiento del tú y del yo,
produjo en las gradas un olor a expectativa inconclusa, un silencio sideral a
intento fallido.
Ese vacío no desalentó a otros contrincantes
a que bailaran el son de las fusiones, donde alcanzar un empate técnico entre
unos egos donde quepan por igual, cualquier “tu tú” sumado a otro “mi yo”.
Lluvia y aire, piedra y árbol, sol y sombra. Luz lunar tras los cristales, siempre a punto de dar la bienvenida al nuevo día.
Esa es una pelea que nunca acaba.
ResponderEliminarBesos.
O se autopropulsa hacia adelante eternamente, con cambios de calzones.
EliminarUn beso.
El Tu y el Yo, polos opuestos imantados.
ResponderEliminarun resumen muy bonito de que pudiera decirse unión abocada al éxito. Ya dice Sabina...dos, no es igual a uno más uno.
EliminarUn saludo.
Hasta de una cloaca serías capaz de sacar poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé si llegaría, pero hay un inframundo y un submundo bajo nuestros pies, en las ciudades que tienen un qué sé yo que nos atrae. Creo.
EliminarUn abrazo.
De la confrontación sale la luz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarJolines.
EliminarBueno..de la excitación de los átomos nace un quién sabe de inonización que sí es medible. En número de bodas y número de divorcios, pero vaya...que me gustan más las bodas. Yo apuesto por el amor, por si acaso. Puede darse el empate técnico de ambos. Y ser ambos ganadores en el ring de una relación.
Un abrazo.