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miércoles, 30 de noviembre de 2022

POEMAS DE OTOÑO. EL LADO BUENO DE LA CAMA



De momento sigo sin poder comentar ni responder, pero no he dejado de vivir y de escribir, tal vez la misma cosa. Iré poniendo poemas, la mayoría ya publicados en mi facebook. Un abrazo enorme a todos.

EL LADO BUENO DE LA CAMA

Se dejó caer,
por un lado de la cama,
desabrochando recuerdos.
Notando como una manta
de sensaciones de espuma,
y de besos en cascada.
La manta adquirió pliegues
al filo de la mañana,
con sonido a cascabeles
y agua entre sábanas blancas.
Cuando se sintió rodeada
de besos arracimados,
sentados en su ventana,
de besos de frutas rojas,
de besos de albahaca,
de vainilla y hierbabuena,
de miel y canela en rama,
se mantuvo en apnea
por detener la mañana.
Lo justo para que el sol
renaciendo con el alba,
la encontrara empapada
en un arco iris de agua,
y amapolas en volandas.

Octubre 2022

sábado, 12 de noviembre de 2022

TE ESPERO, EN LA TARDE SOLEADA



Sabiendo que estás lejos
pero que algo invisible,
casi como hilo de seda,
sigue uniéndonos,
te pienso. Sí te pienso.
Puedo decirte, sin mentir,
que te echo de menos.
Que el embozo de mi sábana
me recuerda tu ausencia,
y que me faltas, ¡me faltas!.
Sabes dibujar en m piel
trayectos de sur a norte,
con tus manos andariegas,
con tus dedos de pianista,
buscando mis horizontes.
Te imagino escribiendo,
sonetos, rimar por volar...
Con mi foto en tu mesita,
recordando mis abrazos,
deseando regresar.
Me haces sentir tan bella,
pero tanto, que tiemblo
sólo con pensar en ti,
te espero, te espero siempre
por lo que me haces sentir.
Maripau González. La Pineda 17 octubre 2022

domingo, 6 de noviembre de 2022

Desembalando el invierno


                                                                     Imagen de la Red

En el fondo del armario,

se diría que olvidadas,

las cajas de otros inviernos

esperaban mi llamada

como tantas otras veces

al cambiar de temporada

 

En la primera encontré  

guantes de fina lana

chaquetas de buen abrigo

y pantalones de pana,

hasta aquel gorro con borla

y como cinco bufandas.

 

En una caja pequeña

yacían besos de esmeraldas

de temblores en la nieve

y de adornos de montaña.

Cómo olvidar las praderas

vestidas de nieve blanca.

 

Mis besos ante la hoguera

de aquel refugio perdido

me recordaron las tardes

de aquel invierno vivido,

cuando por miedo a mirarnos

la luna se había escondido.

 

Dejando atrás calendarios

que nunca ya han de volver.

Derrotando a las esperas

y a otoños sobre la piel

renació la primavera

y el invierno fue vergel.


Sigo con el mismo problema con blogger. Voy escribiendo en mi muro de Facebook, de hecho no paro de escribir por estar en un lugar muy tranquilo. Desde ya agradecer las lecturas y el cariño. 


Estaré fuera quince días, por vacaciones de invierno, pero estoy sensacionalmente. Un abrazo a todos