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martes, 27 de agosto de 2013

Apasionante

Foto de Edward Weston. De Google.

Me apasiona que dibujes en mi cuerpo.
                        Cuando pintas los pinceles con deseo.
                                             Cuando alunizamos sin red ni cobertura,
                                                                  en la redes de las siestas de Morfeo.


Me apasiona el aire que usas como lienzo.
                          Cuando blandes la batuta como un remo.
                                                Cuando los trastes de la guitarra duermen,
                                                                   prendidos en tu antebrazo de bolero.


Me apasiona el sonar de tu silencio.
                               Cuando desnudas ese pasado huido.
                                                  Cuando el café de la tarde en tu cintura,
                                                                   sabe a rubor de un beso,... derretido.


lunes, 26 de agosto de 2013

La chelista sorpresiva.


La vi atacar la partitura con el señuelo de su arco.


Con las piernas en hogueras por conquistar el tempo y el adagio.


Con la mirada hacia el pasado de su propia brisa en los ensayos.


Atada a la brida de un corcel, cual jinete, galopando en paisajes inventados.


Y así, mirándola vivir quién sabe qué sabores, como niña golosa de la vida,


me quedo degustando el brillo de picardía en su gesto. Ese de infancia revivida.


Han Na Chang,  será próximamente la directora musical de Filarmónica de Qatar. No dudo que será protagonista de extraordinarias obras. 


http://www.thenational.ae/arts-culture/music/qatar-philharmonic-orchestras-new-unifying-force

sábado, 24 de agosto de 2013

Si me dan a elegir...me quedo.

Foto de Google

Contigo.
Cuando las caracolas ahuyentan las marejadas
de los aromas a piel de olvido,
y se barruntan los aires de las auroras,
Contigo.
Contigo
Cuando tus yermos labios están dormidos
de ese olor a algas, de los abismos,
junto al lunar que tienes, bajo el vestido.
Contigo.
Contigo.
Cuando desafías mi hambre con tus latidos.
Esos que devienen rosas sobre esos nidos.
de antiguas golondrinas. Hoy pan y trigo.
Contigo.


jueves, 22 de agosto de 2013

Preludio musical

Imagen de Internet

En la noche los auriculares 
entretenían la espera. 

Esa buena música entre colores 
y sábanas de lunares desprendidos. 

Ese trémulo sonido, 
de unas cuerdas de guitarra entre recuerdos de tu cara. 

Esa atónita vibración de resonancia, 
de un revoloteo de melodía y azabache de tu pelo. 

Esa promesa a fiesta para los sentidos, 
esperando en su trinchera, 
ver entrar tu primavera.






martes, 20 de agosto de 2013

Palabras en hilera

Salou en Marzo

Voy recorriendo mares por la página, desplazando espacios entre olas de espuma.

Voy provocando que los fonemas vuelvan el rostro, se atornillen a mi lápiz, se estremezcan con mi tinta, y se dejen dibujar , como amapolas en un prado.

Rebosantes de luz y rojo. Saciadoras de luz y espacio. Dejo que las frases se acomoden, se organice, se apiñen en mi boca, para dejarlas después al abrigo ante la chimenea de la fragancia de un papel. De auroras locas.


lunes, 19 de agosto de 2013

Hatillo lunar



Recoge de mi fuente tu sed, 
y del paisaje de arena mi fe.

Haz de mi rincón un hatillo, 
donde desatar  tus entresijos, 

Y regresa otro día al lugar 
donde nos gustó empezar, 

Caminos de miel y azahar,
sombras de luna mirando un mar. 

domingo, 18 de agosto de 2013

Paloma incendiaria



Y si regresan las notas incendiarias 
de tus miedos,
no querrán volver las gaviotas 
de tu otoño alado,
a anidar, con su hálito callado, 
las tejas de mi alero.

Y si regresan, temiendo los colmillos 
del olvido,
se perderá la risa de tus labios, 
nuevamente,
entre bocanadas de alcanfor, y 
de un insondable frío

No dejes que se aposenten, 
en ese corazón partido.

sábado, 17 de agosto de 2013

Esa menina Margarita

Gentileza de arcoinri

Me quedé dormida en un banco de Paseo del Prado. No logro entender cómo, con ese hormigueo en las piernas, aunque conozco el motivo, porque ya me ha pasado otras veces.
Me quedo de pie demasiado rato ante un cuadro en concreto.La realidad es que cuando llego ante el lienzo, no encuentro el momento de marchar de allá.

Conozco la historia de la realización de las Meninas en aquella sala del Real Alcázar, donde Diego disponía del taller. Ahora sé que me paré ante la puerta para ver cómo dibujada a mis futuros historiadores y a sus futuros admiradores y que, aunque pintó un Salomón muy manso,  mi perro era juguetón y le gustaba  correr tras de mí, María Agustina e Isabel.

En mi sueño Velázquez me dejaba hojear unos libros de astronomía de un anaquel y posteriormente me daba la mano y subíamos a la terraza, donde me dejaba mirar a través del más pequeño de sus catalejos, señalando en el cielo con su dedo, el dibujo de la Corona Boreal.

Recordé el olor a trementina y el frío de aquel diciembre del 1656, junto al temor a que mi madre, la Reina Mariana, me riñera si el chismoso Nicolasito nos delataba, mientras me ponía en pie y regresaba a la parada de Metro.

La estatua de Diego vigilaba mi marcha, velando porque mi sueño no pudiera ser escrito.

Así le vi, mientras el rumor de la noche se cernía como un manto, sobre el cielo de Madrid.



jueves, 15 de agosto de 2013

La musa de mis versos



La musa de mis versos dormidos,
se asemeja a un crisol de sensaciones.
Arracimando sentimientos y luces,
abrigando la génesis de mis cantos,
seduciendo cual meretriz a mis sentidos.

A ella lego las palabras que me inspira,
las risas que sus silencios me provocan,
las quimeras que se montan en mi pluma,
y el tiempo que se escapa en desbandada,
entre los dedos de espuma blanca y luz dorada.

345, habitación .

Imagen de Internet

Un espejismo revertido a realidad.

Dos personas ante un espejo cóncavo.

Tres pasos y pocos minutos, bajo el sol abrasador.

Cuatro palmeras dentro del oasis de un sueño aplazado.

Cinco poemas de amor, algunos besos y una canción esperanzada.

Las cifras haciendo una escalera, de color.

Trazando abrazos, de sol sin sal.

De dátiles con luz.

De miel con pan..

Número 345.

sin un seis, ni fe, ni afán



Canción de la ciudad sin mar.



Los pasos dejaron huellas en la tarde. 
Ella imaginaba luces más tenues, 
sueños más grandes,
silencio más acogedor.

Dos chavales jugaban a la pelota. 
La arena chispeante, algarabía en el aire…
Hasta un perro corría contento y libre, 
y el mar relucía entre guiños de sol.

Entre sus brazos, el agua la dejó esperar,
a que sonara el recuerdo de una música,
que la hiciera permanecer en la quimera, 
de una ciudad, abriéndose al mar.

lunes, 5 de agosto de 2013

13 rosas rojas



Trece rosas rojas, cierran los ojos,

ante el secuestro de la libertad,

que aquellos a los que llaman rojos,

un mal día dieron en echar a andar.

domingo, 4 de agosto de 2013

Noche vestida de jazz


                                                 Versión de "Try A Little Tenderness"



Habiendo superado los tropiezos de un aplazamiento en la cita para cenar juntos, el encuentro había sido un momento agradable, distendido y cálido.

Perseguían  alargar la magia de las cosas bellas por inesperadas, dando una oportunidad más a la noche y a los sentidos

La penumbra del rincón albergada a una pareja  a punto de echar a andar.

Ella estipulaba con sus ojos el tacto de sus manos, y él calibraba con su oído a través del tono de la voz, el aroma de su cuello.

La música tejía telas de araña entre los debutantes en el arte de entenderse, para entregarse.

El pelo de ella rozó el antebrazo de él, dejando prendidos anhelos, entre las notas de un saxo describiendo rizos, sobre un claro oscuro de ébano y marfil.

Pasó la luna sobre la noche, vestida de jazz


viernes, 2 de agosto de 2013

Con alma de cormorán.

Imagen del libro de Luis Cabrera. Alma de cormorán. 


La trasformación de la crisálida acababa,
poniendo a prueba cada célula,
cada enlace molecular,
cada instrucción previa impresa en su ADN.
O cada decisión buscada por laberintos ciegos.

Con una arruga de entrecejo, como un Garrido cualquiera.
Con cada gesto ante el espejo de caleidoscopio iluminado.

Abriendo desde dentro el norte del capullo,
Y rompiendo los hilos exactos de la seda.
Sufriendo con cada mínimo movimiento,
emergía un compendio de emociones.
Se materializaban las imágenes cosidas a la vida.

En un sobre negro y cerrado, esperaba un libro,
como garante del íntimo milagro, de poder volar.

No es un libro de fotografías, ni de relatos. Son 87 fotografías con otros tantos textos. Algunos muy breves, algunos auténticos relatos. Todos con un corazón latiendo.

Llega a mis manos trayendo un cierto rumor a pasado y a exámenes, un olor a vida y a mar, con un sabor a fruto maduro, por degustar.