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miércoles, 24 de julio de 2024

Me paro a explicar mi ausencia

 









He dejado este blog muy a medio gas, y os pido disculpas. 

Me lié en diversas actividades literarias, como la presentación de un poemario de una amiga madrileña, un encuentro de mujeres poetas de la UNAM, de Méjico y mi propia salida editorial de un poemario nuevo, OLEAJES DE PLEAMR. 

Ya casi saliendo de un encuentro organizado por mí muy ambicioso. Simple en teoría pero que se ha ido complicando, primero por el número de amigos poetas que participan, pensé en 21 y somos 32,  y luego por empeñarme en hacer una antología con los poemas aportados para el evento de septiembre  que me apasiona pero me ha absorbido.

Al día no me puedo poner, pero intentaré leeros y comentar en lo posible. Mil gracias, y un abrazo a todos. 









jueves, 4 de julio de 2024

TE PERDÍ, Y ME PERDÍ


 


 

Me he perdido en tus versos,

redimida a duras penas

por una brújula sin norte.

Ando huérfana de besos.

Conquisté tus ríos y valles.

 

Quién diría que en tu talle

alunizaba mil veces, lo sabes.

Los meandros de tus palabras,

otrora conocidos con sus trucos,

han devenido para mí laberintos.

 

Crucigramas indescifrables.

No sé dónde quedó la liana

con la que atravesaba tus bosques.

Ni dónde yacen los puentes voladores

donde al final me esperabas.

 

Eres un mapa que ya no sé abrir.

No me oriento ya en tus brumas,

o en las ciénagas que ahora

viven donde estaba abril.

Leo y releo tus poemas..

 

Tropiezo con imágenes densas

que desisto de interpretar,

no entiendo de qué hablas.

Entre estrellas en cielos grises

algo se me ha escapado, amor.

 

Ya barrunto la tormenta

de un inevitable adiós

No somos los mismos, decía Neruda,

qué pena ser siempre el mismo,

pero este abismo no lo saltaré yo.

 

 

 


Mi blog estará a medio gas un tiempo. Lamento que parezca abandono de mis lecturas a otros amigos blogueros, pero estoy, estoy viva. Hay dos poemarios nuevos en máquinas, saldrán ambos en este año.


Ya retomaré la actividad normal bloguera cuando pueda. Entretanto, abrazos enormes, de colores, por favor, para tod@s  

domingo, 16 de junio de 2024

ADOQUÍN ENTRE ALGODONES

 


 

Mi libertad.

Tu silencio.

La letra de ese bolero

que no llegaste a escribir.

 

Comprando conchas de mar

de plenilunio vestidas,

entre nueces por barquitos,

me paré mirando al mar,

en la esquina de tu sueño,

sabiendo que  a aquella cita

no acudirías jamás.

 

Y pensando en ti,

siento que existo

como un adoquín

entre algodones,

de oscuras sangrías,

de fe sin ilusiones.

Pero sigo pensando en ti.

 

Tu libertad.

Mi silencio.

Las letras que se perdieron,

amaneceres de fuego,

que te negaste a sentir.




miércoles, 12 de junio de 2024

OTOÑO EN LA MIRADA



Y tú, flor de esperanza,
como un caballo herido,
de un galopar nocturno.
Y yo, rosa cautiva,
jardín de otros anhelos
ya desacompasados.
Y tú, olmo de otoño,
cual camino casi pétreo,
ahora desnudado.
Y yo, seda sin fondo,
fuego en reserva dulce
en un papel de estraza.
Y tú, campo labrado,
hoy erial de otros tiempos,
boca, besos lejanos.
Y yo, gaviota humilde.
Luz. Pájaro libre.
Sol. Sed sin pecado.
Rojo y blanco el aroma.
Suelos sin fin ni techo,
en aquel cofre tan amado.





domingo, 2 de junio de 2024

ENCUENTRO POR LORCA Y A. GUIMERÁ, EN EL VENDRELL

 


La plaza minúscula de Extrenadura y Andalucía de El Vendrell acogíó un homenaje a ambos poetas.

Recitamos cinco sonetos del amor oscuro, publicados en 1986 por vez primera. Yo recité un poema dedicado a Lorca. El que ahora pongo.

 

Federico en verde

 

Verde campo y verde cielo.

Te veo pintar de verde,

los cielos que yo más quiero.

 

Yo dejaré tu cintura,

prendida de terciopelo.

De verde, tu pelo suave,

de verde, mi cielo negro.

 

Y soñaremos dormidos,

en una cuna de enebro,

las mejores filigranas

de los primeros requiebros.

 

Entre tu boca y mi boca,

entre el aire de los tiempos,

galopan libres las alas,

de las miradas al viento.

 

Porque yo te quiero verde,

desde los pies, al cabello.

Verde, en mi luna de fuego.




 

lunes, 27 de mayo de 2024

YA ES PRIMAVERA

 



Se amotinan los abrazos,

los besos incendiarios,

los colores de las flores,

las marejadas de olas

y las brisas de los lirios,

para que las rosas azules

con vocación de amapolas,

iluminen la noche y las auroras.

 

Ya es primavera.

Porque veo a las mariposas.

Porque las flores se abren,

las abejas liban polen,

la sangre anda al galope,

y los besos se roban.


Porque las golondrinas

traen olor a espliego.

Y regresan a sus nidos

de saliva en los aleros.

Me dejo llevar por la eclosión

de la luz por los rincones.


Y dejaré que la mañana 

me agarre por la cintura,

decorada de sueños

vividos entre verde y luna.

 

Ando escuchando

el aire socarrón

de los pájaros aullando a vida,

entre abejas juguetonas.

 

Voy escuchando las risas de mar,

por un campo de minas

de esa pradera donde duermen las rosas,

con sus espinas.

 

Ya es primavera,

y las nubes juegan

con los sentidos,

dando a sus formas,

los contenidos.



jueves, 23 de mayo de 2024

SIGUIENDO EL CORAZÓN, O TAL VEZ NO

 


A veces permito que mis dedos
sigan la pluma del propio corazón,
quien a su vez se deja llevar
por la mente en carne viva.
En algunas ocasiones.
A veces, en un vuelo sin escalas,
sin límite y sin pasaporte
ese patrón manda
cuando el corazón le deja,
y se basa en experiencias.
A veces desconecto,
en un deshojar de abalorios.
Y en una caída sin alas,
dejo que la rosa de los vientos
deje pétalos de escamas.
A veces, nos duele el silencio.
Y en esos ratos, la luna,
cautiva de las mareas,
tiñe de un halo blanco el reflejo
de un gato sobre un tejado.
A veces, ese ruido sincopado
se acopla a los latidos.
Y hace interferencias
como un aparato cualquiera.
Como intruso indeseado.
Y en esos minutos,
quedan sueltos los “yoes”
que se esconden enraizados
en el muro del corazón,
como enredaderas prisioneras.
A veces, algunas veces,
con ese ruido devastador,
recomponemos un cuadro
de algo que podemos reconocer
desde un espejo trucado.

sábado, 18 de mayo de 2024

NACÍ UN DÍA

 


Nací un día de marzo
como una promesa viva.
Me crié en la naturaleza
con velos de las monjas,
Semanas Santas y ayunos,
y unas flores a María.
Cuando descubrí, más tarde,
que echarse a llorar no sirve,
me disfracé de elefante
con colores de alegría.
Aprendí a poner tiritas,
en rodilla infantiles.
Y en corazones dormidos,
en almas desvencijadas,
y en caracolas perdidas.
En lecturas inquietantes.
En locuras mal urdidas,
o en negros pozos sin vida.
Los hijos se hicieron grandes
como en reloj averiado.
En un suspiro sin aire,
en un dormir de un instante.
Ahora, con alas libres,
despegan hacia la vida.
Hoy día dibujo sueños,
de agua, sin monstruos tristes,
con pececillos que nadan
alegres, para lucirse,
y con aletas de vainilla
ante un mar con arrecifes.