He regresado a mi
playa
de arena casi
olvidada
vuelvo a dejar
que mis huellas
sean lamidas por sus
aguas.
Recordé la adolescencia
de taquicardia
encendida,
con temores de
antesala
con rubores a
escondidas.
Apareciste en la
playa
donde habíamos
quedado
recuperando el
tiempo ido
no dejamos de
besarnos.
Las caracolas
marinas
se dignaron dibujar
esperanza sin
esperas
e ilusiones de
ultramar.
Creí que sería
imposible
reencarnar esa
alegría
de sentir que el
mundo es bello
sólo porque te
vería
Deseando que guste, sin esperanzas de momento de usar el blog como podía, y querría. Un abrazo enorme a todos