Esta vez es Marcos quien convoca para un jueves, con su llamada por un Un gran premio. Esta es mi aportación.
El billete se iluminó súbitamente,
las nubes se abriendo con un rayito de sol.
Desde su jubilación caminaba mirando al
suelo
y allí, medio mojado, lo atisbó.
Con sus gafas bien graduadas
calculó que expiraba el mismo día,
qué sorpresa al consultar por Internet,
el premio gordo le quemó en la mano.
Controló su taquicardia.
Se sentó en la mesade la cocina.
Lamentó la falta de Noelia.
Sus hijos no andaban boyantes, recordó.
Hizo el cálculo mental para el
reparto.
Con su cuarta parte compraría un apartamento,
pequeño, sencillo, de segunda mano.
Ante el mar hasta morir es más amable.
Quedaban pocas oficinas de la Caixa.
el bus tardó más de lo previsto,
los muchachos que chocaban con él
bajaron dos paradas antes.
El dolor en el hombro le dejó exhausto.
La billetera había desaparecido.
Sus sueños también.
Noelia le sonreía. La ambulancia ululaba
en vano.
Bueno, le quedaba un pellizco importante de la situación: acaso estaba aún vivo.
ResponderEliminarEse pellizco aquí no acaba siendo de suerte :-)
EliminarUn abrazo
Relato en verso con sonrisa final... Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un relato, totalmente.
EliminarUn abrazo grande, Rafael
Malditos muchachos... que se lo gasten en medicinas.
ResponderEliminarBesos.
Al escribirlo pensé lo mismo :-)
EliminarUn beso
Muy original versión del billete perdido, abrazos
ResponderEliminarGracias, de alguna manera debía acabar :-)
EliminarUn abrazo
Oh!! el puñetero billete con el que no contaba pero que lo ilusionó durante un breve espacio de tiempo ahora se malgastara. Has hecho una poesía a un billete inquieto. Un abrazo
ResponderEliminarEse final deja el jubilado muy mal, pero el ratito que soñó, igual le valió la pena
EliminarUn abrazo, Ester
Todo se muta en un carrusel que no para.
ResponderEliminarUn beso.
Igual los muchachos le dan más vida al billete.
EliminarUn beso, Alfred
Vaya por dios , sus sueños se le fueron y pobre de él su apartamento quedó solo en eso en un sueño.
ResponderEliminarUn besote, me alegro de que participaras.
Un sueño de cortita duración. Me alegra que te gustara.
EliminarUn abrazo enorme, Campirela
Qué poco tiempo le duraron los sueños...Saludos!
ResponderEliminarPoco rato, capaz que le valiera la pena, quién sabe.
EliminarUn abrazo, y gracias
Uff... le tocó su hora!
ResponderEliminarUn abrazo
Vuelve a Noelia, quizás no cuando te tocaba.
EliminarUn abrazo, y gracias.
Conmovedor y impactante, chapó.
ResponderEliminarUn abrazo Maripau.
Gracias, un cuento muy comprimido.
EliminarUn abrazo y muchas gracias
Y así como vienen los sueños muchas veces también se van. Apenas fue una ilusión, pero si así fue, la suerte no era para él y seguro tampoco lo sería para esos ladrones.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Fue un ratito efímero de sueños. Quién sabe qué nos espera en cada paso ,¿no?
EliminarUn abrazo fuerte, Dulce
Ohhh no me espera a ese final. Siempre intento mantener el optimismo, pero actualmente la realidad me lo pone bien difícil. Muy original apostar a la rima con un tema como éste 😂. Un abrazo
ResponderEliminarEn la realidad no todo es posible. Es un poema que de hecho es prosa, pero muchas gracias.
EliminarUn abrazo grande, Mónica
ay nno!!!! que tristeee,,,pero tambien que bello que Noelia le sonreia..pero muy triste..pobre,,,me dio mucha tristeza pero en el fondo, el ya habia cumplido una vida...debia ir a la siguiente...besosss,,,un encantador aunque triste poema
ResponderEliminarEs un poema triste para una situación que imaginé triste, pero la vida a veces es eso, sueños rotos :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Me encanta la poesía que cuenta escenas o historias realistas como ésta...
ResponderEliminarAbrazo sin sombrero.
Es prosa con forma impostada :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, Carlos
Al menos disfrutó de la ilusión durante unos momentos. Un final trágico según se mire, pues acabaría encontrando a Noelia en otra dimensión. Muchas gracias por la historia y la participación, Maripau.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, lo imaginé muy ilusionado, y ese rato seguro que sería encantador. Su final con Noelia tampoco era el peor posible.
EliminarGracia a ti. Un abrazo
Wow, me dejaste con la boca abierta por la sorpresa, muy bueno tu poema, la ilusión desbordando felicidad, pero quizá la mejor de todo el momento de la partida, el final del camino y su amor esperándolo.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Ese final en la ambulancia era la mejor manera de cerrar el relato, porque volvía con su amor.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, Patricia
Qué poco dura la alegría en casa del pobre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pensé lo mismo al escribirlo :-)
EliminarUn abrazo, Macondo, y gracias
Aunque sea triste, se volverá a encontrar con Noelia en algún lugar del más allá. Profundo y bello poema. Un abrazo
ResponderEliminarEse final no es malo, lo pedía el relato, creo. Me alegra que te gustara.
EliminarUn abrazo, y gracias
Gracias por tu felicitación. Volveré pronto.
ResponderEliminarVuelve cuando quieras. Un abrazo fuerte.
Eliminar¡Bravo!
ResponderEliminarGracias, Tracy. Un abrazo
EliminarLa felicidad desparece en un pis pas.
ResponderEliminarTriste pero seguro que habra nuevo encuentro.
Exelente aportación Albada.
Un beso
A veces es así, llega y se va deprisa.
EliminarPero aunque dure poco, la felicidad nos llena. Un abrazo y gracias Carmen
Magistral giro final.
ResponderEliminarLa taquicardia le avisó, pero el premio para los hijos era demasiado grande.
A la segunda fue la vencida.
Los abuelos no están ni para alegrías.
Besazooo, amiga
jajá pobres abuelos :-). Aquí duró muy poco la alegría, pero estuvo :-)
EliminarUn abrazo fuerte, amigo
nos vamos como llegamos. Ese viaje sobran ropas y oropeles, títulos y fortunas Sólo es válido el cariño que te acompaña Un abrazo
ResponderEliminarAsí es, nos vamos desnudos y solos, como vinimos.
EliminarEntretanto que no falte el amor. Al menos eso. Un abrazo
Todo un poema narrativo.
ResponderEliminarAunque no todos los finales pueden ser felices.
Un abrazo.
Es narrativa, no lo dudes. Porque todos tengamos una ración de felicidad.
EliminarUn abrazo Demi, y gracias
Please read my post
ResponderEliminarSí, lo hago
EliminarYa decía yo que era raro no encontrarte. Pues tomo nota.
ResponderEliminarMe alegra que sigas en tus actividades de promoción de la escritura y desafíos. Un abrazo fuerte, Ginebra
Eso es tener el santo de espaldas
ResponderEliminar¿Te llamas Maripaz?
Un beso
Pues sí, qué expresión más chula, Malque. :-)
EliminarUn abrazo
La suerte puede oscilar entre la fatalidad o la misma vida. Un final sorpresivo. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarA veces la felicidad es muy cortita de patas. Un abrazo y gracias por comentar, Carlos Augusto.
Eliminarufffff que relato tan maravilloso y que poderoso humor negro
ResponderEliminarPaz
Isaac
Humor y suerte o no. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Isaac
Belas palavras. Só os poetas se dão a esse direito.
ResponderEliminarGracias, es poco poesía y más narración.
EliminarUn abrazo
qué bueno, has escrito un relato en verso!
ResponderEliminaral final, el mejor premio es ser feliz... abrazos!
jajaja, sí, al final, aún yéndose sin su billete de lotería, se va feliz.
EliminarUn abrazo, y gracias, Chema.
Una realidad con triste final.
ResponderEliminarmariarosa
Un final triste tras una felicidad efímera :-)
EliminarUn abrazo
Magnifico relato, con la chispa de humor negro que le da salpimienta,
ResponderEliminarMe parece un texto con cierta moraleja.
Un berso.
Tal vez la moraleja es que la suerte acaba siendo simplemente estar bien :-)
EliminarUn abrazo
Dura poco la felicidad en casa del pobre.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Hola, Albada!
ResponderEliminarHacía mucho que no te veía ni leía.. Yo también hago grandes pausas para descansar...
Este entrada es magnífica; en poquísimas líneas desgranas una historia muy compleja, dices muchísimo. Su premió no estaba aquí, sin duda... Muy bueno!!
Un fuerte abrazo, compañera, y que no nos falte tu maestría.
Al menos tuvo sus momentos de felicidad gracias a ése décimo. Abrazo
ResponderEliminarQué bueno un relato en forma de poesía, muy original, Albada, y veo que también andas algo alejada porque este relato es de hace ya unas semanas, que por cierto, tengo que leer al resto de los participantes, un buen relato el tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Hola Maripao, te agradezco la visita en mi blog. A veces, las sorpresas, nos emocionan sobremanera, como es el caso de tu entrada de hoy. Me recuerda el cuento de La Lechera, al final, se rompió el cántaro...
ResponderEliminarTe deseo felices momentos.
Un abrazo
Great blog
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