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jueves, 2 de octubre de 2025

Franja de Gaza, sin solución.

 GAZA, LA SOLUCIÓN FINAL

Asignar una patria y territorio
pareció una idea sensacional,
justicia, tras la solución final,
ensayo pensado en laboratorio.
Entonces no fue contradictorio,
nacía de una indignación mundial.
Pueblo errante, diáspora universal,
se entendió un deber compensatorio.
Tardaron pocos años en guerrear.
Vimos la cara oculta de la luna,
con su sed insaciable de medrar.

Forzar en otra tierra, de una en una,
poblaciones o kibutzs que asentar,
sin solución final inoportuna.




Me sigue sorprendiendo la nula empatía de Israel a un pueblo asediado, por ellos, además. Que sean ellos, los judíos, quienes provoquen lo mimo que sufrieron ellos, un genocidio.

Hoy sabemos que la IV flotilla humanitaria ya está en boca de todos, y que los 47 países de sus integrantes algo tendrán que hacer frente a la retención de sus ciudadanos en aguas internacionales, llevados a Israel y presumiblemente deportados porque sí, porque ....¿son el pueblo elegido de Dios, tal vez?. ¿O porque hay un Trump con ganas de una Riviera Maya costera allí? .

viernes, 26 de septiembre de 2025

MIENTRAS ME ALCANZA



Me rondará más pronto que tarde
la parca, con su guadaña y calavera,
con las cuencas negruras del tiempo.
Mientras la muerte me alcanza
quiero muertes de mentira, espasmos centrípetos.
Quiero morir mil veces en mi tálamo
Entre tus brazos, sondeando horizontes,
con mi cuerpo pulsátil y anhelante,
todo mi yo busca tu ser, erguido, enloquecido.
Quiero morir mil veces, pequeñas muertes vivas,
sentir que me muero, sin dudarlo
saber que más tren que vaya al cielo no veré.
Quiero morir entre jadeos y sudores,
sentir que con la muerte me renazco,
saber que en la esquina de tu sueño
serás mío por siempre. Sin remedio.



sábado, 20 de septiembre de 2025

La prisión de los olvidos.

De Lecturalia

He dibujado tu cara, con más pena que gloria. 
Con un carboncillo que dormía en un plumier olvidado.
He hecho un boceto y he mirado mis manos. 
Mis dedos artrósicos me traicionan 
o los  recuerdos se me  confunden entre los verdugones de los años.

Una cara que ahora encuentro ajena, 
me mira desde  un bloc  
Arranco el mamarracho, 
quedando pedacitos en la espiral metálica.  
Esa espiral, tan superior,  con su vertical visión del mundo. 
La que divide la realidad de lo que sucedió.
Hago un esfuerzo para arrancar con precisión 
los fragmentos perforados de este intento de dibujo. 
Para desincrustar con ellos los últimos retazos de ese recuerdo confuso.

Quedo exhausto y pensativo 
con un dolor derramando  escarcha 
entre las falanges y esa instantánea de dos jóvenes 
asomados a una noche cuajada de estrellas.

Yace en la mesa de la cocina una bola de  papel, 
junto a la caja de calmantes y frente a un plato de loza.
Los recuerdos van derramándose 
entre los azulejos hasta desaparecer, en esta prisión de los olvidos.




Mañana, en el café de la esquina, intentaré volver a recordarte, a recuperar las líneas de tu torso mientras cocinabas cantando... esa canción, sí esa. Que ahora no recuerdo. 



martes, 29 de abril de 2025

En el ascenso

 



En el ascenso

 

Voy a perderme en tu escalera.

Entre los escalones de espuma

de un fondo marino

con burbujitas de mar,

donde tú esperas.

En el ascenso,

hacia el cobijo de las mareas.

 

Me dejaré mecer

por las limadas esquinas de tus deseos.

En el ascenso,

deslizándome entre tu brisa lunar,

remontaré, entre irisadas esferas,

las curvas de tus desilusiones,

y mis esperas.

 

A horcajadas de mis dudas

y de tus miedos.

En el ascenso,

cerrando los ojos con vendas

de heridas resanadas,

te ofreceré la mano,

como a otro ciego.

 

Por laberintos de caracolas,

sin restos ya lamentos.

 

En el ascenso,

llegaré a lo más alto

de tu edificio maltrecho,

a golpes de ausencias rancias,

y de desaprovechados retos.

 

Para llevarte conmigo,

en el ascenso.

 


viernes, 31 de enero de 2025

Décimo premiado en jueves

 



Esta vez es  Marcos quien convoca para un jueves, con su llamada por un Un gran premio. Esta es mi aportación.

El billete se iluminó súbitamente,

las nubes se abriendo con un rayito de sol.

Desde su jubilación caminaba mirando al suelo

y allí, medio mojado, lo atisbó.

 

Con sus gafas bien graduadas

calculó que expiraba el mismo día,

qué sorpresa al consultar por Internet,

el premio gordo le quemó en la mano.

 

Controló su taquicardia.

Se sentó en la mesade la cocina.

Lamentó la falta de Noelia.

Sus hijos no andaban boyantes, recordó.

 

Hizo el cálculo mental para el reparto.

Con su cuarta parte compraría un apartamento,

pequeño, sencillo, de segunda mano.

Ante el mar hasta morir es más amable.  

 

Quedaban pocas oficinas de la Caixa.

el bus tardó más de lo previsto,

los muchachos que chocaban con él

bajaron dos paradas antes.

 

El dolor en el hombro le dejó exhausto.

La billetera había desaparecido.

Sus sueños también.

Noelia le sonreía. La ambulancia ululaba en vano.

 

 


martes, 21 de enero de 2025

A MI MAR


 


 

 Voy desgranando versos

al borde de aquella orilla,

que me acuna y me relaja.

que me recuerda ser agua,

 siendo agua estoy viva.

Quien me alienta y quien me mata.

 

 Mis metáforas marinas

nutren mis almohadas blancas

como playas tropicales.

Mis versos de intenso rojo

son remedos de corales

vistos desde lontananza.

 

 Sirenas y  barcas varadas,

me miran esperanzadas.

Los mascarones de proa,

de mis versos de añoranza,

toman mi mano y mi pluma

y escribo a mi mar amada.

 

 Salitre, arena mojada,

mi refugio de ermitaño

cuando estoy ya desbordaba.

Me transformo en caracola

por recomponer mis alas.

Renazco. Mi mar aguarda.



 

jueves, 16 de enero de 2025

ALGO SOBRÓ O NOS FALTÓ

 



Nos faltó alguna madrugada tibia.

Un champagne con burbujas bien helado,

unas gotas de elixir de las delicias,

o un amor algo más equilibrado.

 

Nos sobró la impaciencia de tu boca,

y ese deseo tan loco y tan temprano.

Mi prudencia excesiva en las pasiones,

y esa glorieta con olor a desengaño.

 

Nos faltó la quimera, por bandera.

Más valor de mi piel sobre la tuya.

Un dueto entre las flores como orquesta,

y una brisa marina con locura.

 

Nos sobró, ay amor, tan larga espera.

Las trampas en las manos de los necios.

Nos faltó y nos sobró, ay, primavera,

equilibrio para andar por un trapecio.

 

O no sobró, ni faltó, y hubo bastante,

pero quedamos sin tomar el tren

de un diptongo vacío y ya sangrante

que moría al bajarnos al andén.



 

 

 

 

sábado, 11 de enero de 2025

CRECIENTE Y MENGUANTE

 


CRECIENTE Y MENGUANTE

 

La mañana va asomando,

bajo una luna creciente

y los restos menguantes de estas fiestas.

Hasta los espacios menguan.

 

Se empina y mira por encima de mi hombro.

Quiere saber qué ando escribiendo,

como a veces es curiosa

por saber que ando leyendo.

 

Ahora escribo menos,

me planteo más qué aporto

con cada verso que nace de mi pluma.

No me seduce dejar jirones de mí.

 

Ahora leo menos, curiosamente, también.

Disecciono los poemarios,

las novelas, los ensayos,

y el bisturí amputa cientos de páginas.

 

Los diarios, virtuales en mi caso,

tampoco me aportan más

que la constatación de tendencias

que me tensan, que me aterran.

 

Son la muestra de que, seguramente,

necesitaremos otro Renacimiento

si el oscurantismo sigue campando a sus anchas.

Los leo y rezo por un futuro que no será.

 

El día seguirá abriéndose

traerá encuentros con amigas, relatos y poemas,

lecturas compartidas. Y entre palabras impresas

olvidaremos la historia de la vieja Europa.

Nuestra historia.



martes, 7 de enero de 2025

SIN ZAPATOS LUSTRADOS NI ABARCAS DESIERTAS



 



 

No hay zapatos lustrados en los balcones,

ni cartas escritas con esfuerzo en los buzones reales

de unas tiendas abiertas a juguetes y sueños,

a delicias y anhelos, a ilusiones con sabor a mazapán.

Fui una niña buena, la mejor de las niñas posible.

 

No hay cáscara de naranja para los camellos

ni la copita de anisete para algún Rey Mago,

ni las miradas de una niña soñadora.

Algún viento desalmado se los llevó, y ya no siento

esa lumbre en mi mirada, anhelante,

ni el corazón vestido de promesas

ni ese duermevela por si acaso

pudiera ver a los Reyes dejando algún regalo.

 

No hay zapatos lustrados en mis balcones,

ni escribo cartas con mi mejor caligrafía

a unos Reyes que dicen que se vinieron

y que nunca me dejaron lo que les pedí.

Tampoco importaba tanto. Yo era feliz.

 


FRAGMENTO FINAL 

DEL POEMA ALBACAS DESIERTAS, DE MIGUEL HERNADEZ

…”Y hacia el seis, mis miradas

hallaban en sus puertas

mis abarcas heladas,

mis abarcas desiertas.”

                                       


 

viernes, 3 de enero de 2025

DESENVOLVIENDO EL DÍA

 


DESENVOLVIENDO EL DÍA

 

El sol despertaba con sigilo.

Aparecía con parsimonia.

La playa reflejaba colores marinos,

tornasolados y brillantes.

 

Mientras yo me peguntaba

qué me depararía el día.

Qué aromas a sal y vida

rodearían mi mirada.

 

Caminé dejando huellas

que cualquier ola borrará,

como tantas cosas que hago,

que duran lo que dura el instante.

 

Ese pie en cada paso,

esa efímera huella de mi voz,

es lo que soy, y nada más.

Llevo abiertos los sentidos, por si acaso.

 



Un albatros surca el cielo,

Un velero en lontananza

me recuerda lo que amo,

mi ilusión de navegar.

 

Desenvuelvo el día como lo que es,

el regalo de vida que se me otorga,

los planes que pocas veces hago

dejando que la brisa me lleve, sin más

 

 

 


miércoles, 1 de enero de 2025

Feliz 2025



Cada quien hizo balance, y en parte aquí lo hice.

Feliz año nuevo, gente hermosa.

 

TIEMPO CONGELADO

 

Con una uva caprichosa en el cielo de la boca

quedé colgada entre dos campanadas,

diría que entre la quinta y al sexta.

 

En ese instante sin tiempo

navegué por un año variopinto y tornasolado.

Atisbé unas bombas, muchos muertos,

hasta un diluvio en el levante español, cuánta tristeza.

 

Un año con luces y sombras.

Entre risas y abrazos, versos y trenes,

estupores y decepciones,

atmósferas oníricas de poesía y complicidades

todo cupo, nada faltó.

 

En ese instante sin tiempo

donde sólo mi corazón marcaba un ritmo

desenvolví los sueños del año que acababa.

Algunos se han cumplido mlimétricamente.

Otros siguen en el cajón de los posibles.

Unos cuantos quedaron arrumbados bajo un confeti pisoteado.


Atraqué al filo de este otro año,

con sus fuegos artificiales tronando en la noche.

Las luces de paraísos impostados me invitaban,

recuperando a un Cronos implacable,

a dejar atrás lo pasado, a diseñar el futuro.