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Foto de Omar Ortiz, pintando, de http://aiveegohphotography.tumblr.com/ |
Ella añoraba, cada tarde,
el calor de la trastienda de sus ojos,
mucho más que la blancura
de sus
manos al teclado.
Él añoraba la patria no conquistada.
Esa que preludiaba dando color
a la estancia
de sus deseos no sabidos,
de sus sueños más preciados.
Pasaron los días,
y en la circunscrita levedad de un aula
oscura,
recorrieron torpemente las sendas
de una cremallera y dos cordones.
Se perdieron en oquedades.
Balbucearon anhelos prendidos a labios
inexpertos.
Se demoraron poco y mal
en espacios donde encontrase.
Entre perneras contrahechas,
un tirante de sujetador colgante,
un saliente
improvisado
y algunas frases de corto alcance,
ese amor sin más
academia
que el instinto por desbrozar,
los amantes debutaron e
n un plató por estrenar.
Se miraron.
Recompusieron su ropa.
Se colocaron el pelo.
Maquillaron su
expresión.
Les vi salir del Cuarto .
Cerraban la puerta
de una clase
de ternura,
con dientes de cachorros juguetones.
Les miré hasta donde fui capaz,
perderse por los habitados corredores,
hablando con los chicos
hacia el aula, por disimular.
Siguiendo mi camino,
hacia el gimnasio me dije:
ni sobró, ni faltó, ni hubo bastante,
como decía
doña Ana Jimenez Padilla,
maestra en aderezar composturas
de la cotidianidad.
Una cremallera y tres botones...
ResponderEliminarTras ellos el cielo.
Besos.
Creo que sí.
EliminarEsas trabas a la piel debutante, qué recuerdos!.
Un abrazo.
Clases de vida, sueños eternos, encuentros fugaces, miradas cómplices, anhelos satisfechos, pasión desbordada, aprendizaje completo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Suspiros que debutan, miradas que se pierden, botones que se indisciplinan, cremalleras que se atascan. El alegre caos de los inicios.
EliminarUn abrazo
Un "aquí te pillo aquí te mato" contado bonito.
ResponderEliminarHe dejado una silla preparada con tu nombre, por si pasas por mi blog.
He pasado entre refranes. Lo que me hace recordar que más sabe el diablo por viejo, que por diablo:-) No recuerdo la contraseña de wordpress, pero la repescaré. No soy debutante en ello.
EliminarUn saludo
Se perdieron entre miradas, ternura, suspiros, frases entrecortadas en la indisciplina de la impulsividad y mil sensaciones por descubrir, son cosas que pasan en el colegio de la vida.
ResponderEliminarMe encantó tu texto, Albada.
Un beso.
Se pierden y se encuentran entre pizarras y hormonas, entre mochilas de besos y plumieres de ternura.
EliminarDebutantes al fin, haciendo prácticas de la declamación del verbo amar.
Un beso. De vuelta a los horarios escolares, los ritmos y las risas de la edad que no debimos olvidar.