Cae la lluvia.
Tomada de Internet |
Sólo sé que llueve sobre el camino.
Y que la senda se hará intransitable en pocas horas,
y que las azucenas empapadas
no aguantarán el barro que se avecina,
no aguantarán el barro que se avecina,
si no para de llover.
Y que las mariquitas y las mariposas andan cautivas,
a la espera de un sol, que vuelva tibio
sobre los campos de las esperanzas,
sobre los campos de las esperanzas,
agostadas por esta lluvia de desvarío y lodo,
que han convertido el sueño en pesadilla.
Y que el pan no estará en la mesa
si en los trigales de la fe no se siembra.
Y no se siembra porque con esta lluvia
de mentiras y cinismo, de corrupción impune,
de mentiras y cinismo, de corrupción impune,
las ganas de sonreír andan marchitas.
Cae la lluvia,
que no alimenta ni nutre.
Cae la lluvia y nos faltaran paraguas
si no para de llover.
Dichosa lluvia. Tan necesaria como impertinente. Podía llover siempre por la noche, que hace el mismo efecto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, puede llover y limpiar de verdad el panorama. Pero llueve aún poco y mal
EliminarUn abrazo
Esa lluvia tan necesaria y siempre tardía, que no lo hace al gusto de todos, pero que es imprescindible, para limpiar campos y caminos, conciencias y comportamientos, lodos y perfumes. Bendita agua que nos traerá un mundo nuevo.
ResponderEliminarUn beso.
Ojalá y lloviera sensatez y abrazos, manos extendidas y palabras razonadas, pero llueve lodo sobre los lodos, en demasiadas ocasiones, en esta piel de toro.
EliminarUn beso