SOÑANDO A PODER VOLAR
Desde la energía oscura
que habitaba dentro de él,
con gran subjetividad
se elevó hasta otro nivel.
Fue un inicio pintarrejeado
de incertidumbres varias,
de un parpadeo intenso
y dudas involuntarias.
Con porcentajes de miedo,
anquilosamiento ligero
de miembros desentrenados,
sus alas le
respondieron.
El suelo duro y tan frío
le había dejado confuso,
alicaído, sucio y maltrecho.
Con unos golpes contusos.
Aturdidas y torpes,
movidas a
trompicones,
desde su atávico instinto,
sus alas eran aviones.
Cuando tropezó sin
más
con una corriente cálida,
descubrió, asombrado,
que su estrategia era válida.
Desaparecieron entonces,
lentamente, sus temores,
las ideas preconcebidas,
y leyes de profesores.
Reencontró en ese instante
la incuestionable certeza,
de que para saber volar
lo que estorba es la pereza.
Este volador no fue Ícaro, seguro.
ResponderEliminarPues seguro que no :-)
EliminarLa ilusión es importante a la hora que comenzar, hacer lo que sea, y más aún si no se tiene experiencia. Precioso poema. Gracias, por dejarnos el video.
ResponderEliminarUn besote grande.
La ilusión y las autoprofecías. Se cumplen, también las malas :-)
EliminarMuchas gracias. Un fuerte abrazo, Campirela
Poema bonito que gostei de ler
ResponderEliminar.
Saudações poéticas e amigas.
.
Poema: “ Amor e Saudade “
.
Gracias por tu lectura. Un abrazo
EliminarEn su caída libre, recordó todas sus lecciones.
ResponderEliminar;)
Un beso.
El abejorro por física no puede volar, no hay nada menos aerodinámico, pero vuela, y el tipo debió pensar en él :-)
EliminarUn beso.
Para saber volar solo son necesarias las alas de la imaginación.
ResponderEliminarBesos.
La voluntad es lo que nos impulsa, es el motor, y en esto de volar..tambén :-)
EliminarMuchas gracias, querido Juan. Feliz viernes.
Creo que una vez que se aprende a volar, entonces lo siguiente es majorar la velocidad, ser el mas rapido de la tribu es lo importante
ResponderEliminarCon volar me conformaría, ser el más rápido igual no es ventaja según para qué :-)
EliminarUn abrazo, y gracias.
El vuelo lleva de todo, y para modificarlo tenemos la aspiración, para modificar , y siempre con ilusión.
ResponderEliminarBello siempre leerte Albada.
Feliz jueves.
Un abrazo fuerte.
Sin ilusión, voluntad y fe yo creo que todo se hace cuesta arriba, somos Sísifos, pero soñar es gratis, y el tipo lo sabía.
EliminarUn abrazo, Carmen, y gracias.
Volar... con la imaginación, con el deseo, con la pasión, con el tiempo.
ResponderEliminarYo también volé.
Besos.
Ya somos dos. Lo que no sé es si oxidadas las alas se pueden lubrificar, pero bueno... :-)
EliminarUn beso
Un Ícaro ensalzado desde lo poético. Te dejo un gran abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo.
EliminarPor un bonito día. Un abrazo
Volar sin alas y con la imaginación...
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso es la fantasía de la ilusión ilusa, pero sirve.
EliminarUn fuerte abrazo, y muchas gracias, Rafael.
Ciertamente la pereza es un ancla que anula el deseo de volar, pero para hacerlo hay que intentarlo al menos. Un placer leerte y oirte.
ResponderEliminarUn beso dulce.
La experiencia se adquiere, si no nos lastra la pereza y el pasotismo.
EliminarMuchas gracias, Dulce. Un fuerte abrazo
¡¡Que bonito!!
ResponderEliminarLa pereza no es buena compañera cuando se inicia un vuelo.
Un abrazo.
No impulsa nada, ese procastinar tan frecuente nos deja atados y necios.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias, M. Rosa.
Impecablemente construido y narrado con sensibilidad y oficio. Bravo!!
ResponderEliminarAbrazo hasta vos!!
Gracias, es muy sencillo, y simple. Me alegra que te gustara.
EliminarUn fuerte abrazo, Carlos.
La de cosas que impide la pereza, a veces hasta pecar. Tu has puesto a volar los versos y cada grupito, cada estrofa es un poema. Abrazos
ResponderEliminarLos fonemas se enrroscan a mi lápiz y salen, a veces, con gracia :-)
EliminarUn fuerte abrazo, Ester. Y muchas gracias.
Boa tarde de quinta-feira minha querida amiga Alba. Parabéns pelo belo poema.
ResponderEliminarGracias, Luiz. Por un bonito viernes.
EliminarUn abrazo.
Pues yo no tengo ninguna pereza, sin embargo, por más que muevo las alas, no levanto el vuelo más que en sueños.
ResponderEliminarBonitos versos.
Chocolate tal vez, mira a ver en Cien años de soledad o la propia Santa Teresa de Jesús. :-), quién sabe de lo que somos capaces ¿no?
EliminarUn fuerte abrazo, Macondo.
Querer es poder, proponérselo y hacerlo, lograrlo, hermoso poema, me ha gustado mucho, un abrazo.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Querer con ilusión, o voluntad sin ceder, es la única herramienta de superación.
EliminarMuchas gracias, Patricia. Un abrazo grande
Toda ilusión puede tener su fruto Albada, como suelo decir no es poder, es querer y cuando algo se quiere se lanza uno con las alas abiertas. Un abrazo
ResponderEliminarSin temeridad, pero con fe, hay que intentarlo, el ser humano evoclucionó así, es nuestro poder. Por no rendirse, ni procastinar, si tener pereza.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
Un volador muy particular. Me encanta que se elige la voluntad y las ganas. Un abrazo y muchas gracias por ser parte del encuentro
ResponderEliminarEs una decisión. Tener fe, creerlo, y llevarlo a la práctia. Lo de volar es un sueño, y una quimera hasta inventar los aviones.
EliminarGracias a ti por esta iniciativa. Un fuerte abrazo.
Un poema maravilloso, Maripau. Es más que un poema diría, si eso pueda decirse: es toda una lección de vida que nos muestra que, en realidad, las cadenas más férreas que nos sujetan son aquellas que nos imponemos nosotros mismos, a veces nos resignamos en esa pereza, asumiéndolas. Eso es cómodo, pero con eso jamás aprenderemos a volar. Un abrazo
ResponderEliminarSalir del círculo ese conocido y seguro, es perderse la oportunidad de vivir otras vidas. En este caso la mariposa se detuvo en la mano extendida de un niño, para seguir volando luego. El poema está dedicado a esa mariposa, y a esa mano. Seamos mariposas, alguna vez, siendo funambulistas...sin red.
EliminarMuchas gracias, David. Un fuerte abrazo
Un poema con un final contundente y muy acertado. Un abrazo y muchas gracias por entrar en mi blog y comentar.
ResponderEliminarTengo pendiente, y lo haré, recitar un poema tuyo, mejor dicho dos, porque tu poesía me encanta. Esa revista actual me parece una iniciativa realmente solidaria y bella, y qué menos que decirte cuánto lo valoro.
EliminarUn abrazo fuerte, Chelo.
De nuevo, al igual que con otro compañero, me ha venido a la cabeza Juan Salvador Gaviota y su deseo de trascendencia, de volar por volar, de superar sus miedos y limitaciones y correr el riesgo de ascender por el placer de ascender.
ResponderEliminarUn saludo.
Volar por volar era imposible, pero alguien lo soñó. Da Vinci también :-) Sí, ese librito es muy interesante, junto al Principito. Creo que son lecciones de vida muy simples de entender.
EliminarMuchas gracias, y un abrazo.
Me ha gustado oírte recitar. Es otra dimensión en el vuelo.
ResponderEliminarUn besazo
Gracias, es mi voz normal. Me alegra que te guste.
EliminarUn abrazo, Tracy
La pereza es el gran enemigo de cualquier iniciativa. Aprender a volar es lo que hacemos con cada nueva afrenta de la vida, intentando no caer muchas veces en el duro suelo.
ResponderEliminarMuy buena aportación, Mari Pau. Felicidades.
Gracias, intentamos si sacudimos el miedo y el polvo de las alas.
EliminarUn fuerte abrazo, Marcos.
Volar, versar, tal vez soñar
ResponderEliminaro incluso la vida poetizar.
Todo es inspiración para unos versos, volar o no hacerlo...también.
EliminarMuchas gracias, Julio. Un abrazo.
No hay nada como echarle valor y decisión a la vida, y seguir los instintos de uno para poder triunfar! Un abrazote amiga!
ResponderEliminarSuele ser el miedo lo que nos impide soñar, y volar también.
EliminarUn fuerte abrazo, amiga.
Inspirados versos sobre alguien que venció a la pereza, para echarse a volar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tal vez escuchó a su voz interna, pero consiguió lo que nadie hizo.
EliminarMuchas gracias, Demi. Un fuerte abrazo.
Con la pereza no se avanza, además es aburrida.
ResponderEliminarUn abrazo, gusto escuchar como recitas!!
Muchas gracias, Rosana. Un abrazo.
EliminarBoa tarde de domingo e bom início de semana minha querida amiga Alba.
ResponderEliminarIgualmente, Luiz. Un abrazo
EliminarAh, ojalá solo fuera la pereza. Si solo fuera por eso, creo yo, por lo menos ya habría despegado unos centrimos del suelo. Flojera, autosabotaje por miedo a triunfar y, por consiguiente, a hacerme cargo... Parte de las cosas que no hacen medios tontos, medios cobardes, complejos y paradójicos. Excepto cuando soñamos que volamos sin más.
ResponderEliminarVa un abrazo, Albada.
El autosabotaje es muy común, la flojera y los miedos tampoco son escasos. Pero así somos.
EliminarUn abrazo; Julio David. Gracias
Vengo un poco tarde pero no quiero que te falte mi comentario. Temor a volar es normal. El hombre está hecho para tener los pies en el suelo, pero nadie ha chocado jamás contra el cielo. Me encantaría ser mariposa y posarme en una mano amiga a quien llevar entre las alas al país de los sueños.
ResponderEliminarUn placer leer tu poema y escuchar tu voz
Esa mariposa se posaba, y otras más de su especie, en la mano abierta de un niño, era asombroso. Somos cobardes por lo general. Un día, sin embargo, nos pasa algo, y resulta que éramos más fuertes y valientes de lo que suponíamos.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
Maravilloso, Albada. Volar y seguir soñando... y si se puede huir de la pereza.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Se puede, seguro que se puede :-)
EliminarUn abrazo, y gracias, Rita.
Francamente me encantó y el final es muy bonito y cierto
ResponderEliminarPaz
Isaac
Gracias, Isaac, me alegra que te gustase.
EliminarUn abrazo, y feliz día