Aturdido hacia la libertad.
El camino a la libertad se perfiló estrecho,
jalonado con muros de opresión pétrea,
de techos bajos, de aire enviciado,
de señales de aire libre allí a lo lejos.
Poder recorrer tan pocos pasos
era la aspiración dormida de su alma.
Su cuerpo se había acostumbrado
al poco espacio, al recinto de su celda.
El día en el que se percató del azul,
del aire que olía a luz y libertad,
por un segundo incierto quedó paralizado.
Sus miembros no parecían responderle.
La costumbre de las medidas acotadas
había delimitado sus escasos movimientos.
Como un pájaro al que abre la jaula
le aturdió la infinita sensación de libertad.
Trastabillando,
salía del pozo de su prisión.
Aprender a ser libre, y decidir
nunca resultará fácil.
El difícil camino de la libertad...
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo es, por lo que implica de responsabilidad.
EliminarUn abrazo fuerte, Rafael
Hay caminos que cuestan andar, pero cuando los traspasamos sabemos que el viaje ha merecido la pena.
ResponderEliminarUn besazo, feliz día.
Eso Mandela lo tenía muy claro, y es así, la libertad nos la dan, pero puede ser un regalo envenenado.
EliminarUn abrazo grande
El camino hacia la libertad esta bordeado de zarzas y flores silvestres, de todo hay en el camino. Encontramos muros infranqueables y para superarlos no tendremos otro remedio que levantar el vuelo, nos guían las ganas de avanzar. Un poema muy bello, te felicito.
ResponderEliminarNos guían las ganas, casi nunca los pies, por eso se añora tanto la libertad cuando no se tiene, y qué poco la valoramos. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Ahora tendrá que tomar decisiones y temer equivocarse.
ResponderEliminarEso que le sucede recién liberado solo es el principio.
Quien es Laurita, la dela inscripción,?
Besazoooo
Tomar decisiones es asumir la responsabilidad cuando nos equivocamos. Laurita no sé, pero la imagen es de mi mismitud :-)
EliminarUn abrazo grande, amigo
Pienso que aquellos que han estado encadenados de pies y manos, cuando son liberados, no pueden caminar o moverse bien porque los miembros se van atrofiando, jamas se recuperan plenamente, ni fisica ni mentalmente
ResponderEliminarLas largas condenas en prisión, sea física o mental, son casi imposibles de superar.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Nunca, más cuando esa libertad se nos ha negado obligándonos a vivir otra realidad.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Pienso en las mujeres maltratadas psicológicamente y te comprendo perfectamente, hay realidades paralelas.
EliminarUn abrazo, Dulce, y gracias
La libertad preciosa palabra que tanto encierra. Precioso, Albada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Encierra una responsabilidad, pero sin ella no somos nada.
EliminarMuchas gracias, un abrazo
Cuando superamos esas situaciones, nos hacemos más fuertes.
ResponderEliminarLa libertad se la da uno mismo siempre y cuando no se le haga daño al projimo.
Pero al cien por cien no existe tal libertad.
Feliz tarde noche Albada.
Un fuerte abrazo
No puede existir al cien por cien, porque hay normas de conducta. Siendo seres sociables no podemos ser libres de hacer lo que no apetece en cada momento pero sí de, sin molestar, ser quien somos.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
¡Bienvenida!
ResponderEliminarPreciosa entrada que tiene diversas lecturas y yo me quedo con la del ser humano ante la libertad de elegir.
Es la belleza de la libertad, que aún en prisión deja un rayo de capacidad de optar. No siempre es fácil sin embargo.
EliminarUn abrazo fuerte y muchas gracias
Vuelves en plena forma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vuelvo...como puedo :-). Muchas gracias.
EliminarUn abrazo grande.
Las celdas pueden llegar a resultar muy cómodas, porque son previsibles y controlables. Pero claro, son celdas. Es lo que tienen. Ejercer la libertad para cambiarlo es un tremendo desafío, porque se trata de hacer lo contrario a lo que veníamos haciendo. Y sin embargo, es necesario. Es el único modo de sobrevivir, y de que valga la pena hacerlo.
ResponderEliminarA menudo "viaje" me ha llevado tu poema, Albada. Echaba de menos leerte. Me alegra muchísimo que estés de vuelta.
Un abrazo
Las celdas mentales también existen, y esas son tremendamente difíciles de abrir. La libertad es un regalo que no solemos valorar.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
El camino hacia la presunción de libertad puede ser muy retórico. Hasta los dictadores hablan de libertad. Cualquiera diría que el poema te ha sido inspirado por lo de las cárceles de Siria que salen ahora a la luz. En fin, la libertad siempre es un sueño. Pero algunos gozamos de ciertos márgenes -que los bárbaros pretenden recortar y reciben votos de los tontos para ser recortados, aumnque estos sean también perjudicados- y muchos no tienen ni márgenes. Y ya sabes, aquello de come y calla sigue en vigor en el mundo.
ResponderEliminarLa presunción de libertad, me ha gustado porque se parece a la presunción de inocencia. Ambas deberían existir siempre, porque hay o no libertad, o se es culpable o no.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias