Me rondará más pronto que tarde
la parca, con su guadaña y calavera,
con las cuencas negruras del tiempo.
Mientras la muerte me alcanza
quiero muertes de mentira, espasmos centrípetos.
Quiero morir mil veces en mi tálamo
Entre tus brazos, sondeando horizontes,
con mi cuerpo pulsátil y anhelante,
todo mi yo busca tu ser, erguido, enloquecido.
Quiero morir mil veces, pequeñas muertes vivas,
sentir que me muero, sin dudarlo
saber que más tren que vaya al cielo no veré.
Quiero morir entre jadeos y sudores,
sentir que con la muerte me renazco,
saber que en la esquina de tu sueño
serás mío por siempre. Sin remedio.
Pero qué alegría volver a ver una entrada tuya, querida Albada, pero qué voz más bonita tienes, me ha encantado escuchar tu voz recitando el poema, qué buena ha estado esta entrada. Mi admiración. Y un aplauso.
ResponderEliminarBesos enormes.
Mil gracias, dulce María. Yo he seguido escribiendo, no sé si entiendo la vida sin leer y escribir :-)
EliminarUn abrazo grande
Gracias, Mari Pau, por ofrecernos tu declamación que si es bonito leerte más lo es escucharte. Que esa muerte la queremos todos, y no la que, por desgracia , a todos nos ha de legar.
ResponderEliminarUn besazo y mucha suerte.
Que tarde, que nos encuentre gozando, latiendo, siendo una voz dle alma que florece.
EliminarUn abrazo enorme, Campirela
Que tarde en alcanzarte...
ResponderEliminarUn abrazo.
Que tarde, y nos pille bailando, sintiendo, estando plenamente vivos.
EliminarMuchas gracias, querido Rafael
Si creo que dormir o estar en una especie de espasmo al lado de un ser amado, puede ser una especie de muerte.
ResponderEliminarMe refería a orgasmos, pero soñar puede ser otra forma de ir en tren al cielo.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Ya te lo han dicho pero es verdad, se te añora y cuando regresas nos entusiasmamos; ya había oído tu voz pero me sigue gustando escucharte. Abrazos y hasta pronto
ResponderEliminarMi voz es esa, como sabes. No puedo cambiarla, y se adapta bien a mis versos.
EliminarUn abrazo enorme, y muchas gracias.
Me encantan esas muertes tuyas, tan vivas.
ResponderEliminarUn abrazo.
En cascada, pueden ser en cascada, así que morirse de mentira, es una fiesta de renaceres.
EliminarUn abrazo grande, Macondo. Gracias.
A todos nos alcanzará en algún momento, mientras, mejor disfrutar y morir por aquello que nos hace felices como en tu poema. un placer leerte y oirte.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Gracias, los franceses no se equivocan cuando definen el climax, y es la manera más fácil, y barata de saberse vivo, creo.
EliminarUn abrazo, Dulce
Precioso! Muchas pequeñas muertes antes de morir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo las quiero todas. Las que me toquen, si esto es una rifa, quiero mi ración entera de vida.
EliminarUn abrazo, y mil gracias
La "petit mort" de la que hablan los franceses. Tu poesía, también se renace con el tiempo.
ResponderEliminarUn placer leerte y escucharte.
Un abrazo.
Exacto, era eso. Y creo que el instante, en la mujer los instantes, son la constatación más clara de estar vivo.
EliminarUn abrazo enorme, querido Juan.
Es un gusto leerte y oírte Albada. Esa parca todos deseamos que tarde mucho en llegar. Un abrazo y feliz fin de semana
ResponderEliminarQue tarde, pero el tiempo que nos toque sea un festival de ratos que nos lleven al cielo, viendo arte, sintiendo la naturaleza,, o simplemente gozando de pequeñas muertes.
EliminarUn abrazo
Qué placer reencontrarte en esta página nuevamente..
ResponderEliminarUn lujo leerte querida poeta!
Beso grande.
Gracias. Intentaré poner un poema a la semana. Si no me olvido lo haré. :-)
EliminarUn abrazo enorme, Luna
la muerte es lo peor de la vida. ojalá hubiera sólo pequeñas muertes, como el final del libro o la noche que cae sobre el campo o ciudad.
ResponderEliminarabrazos, albada!!
Es el destino final del hombre, pero entretanto vivamos con felicidad.
EliminarUn abrazo