Estos días voy escuchando ramilletes floridos de adjetivos sobre representantes de partidos políticos. Como si dijéramos que se acercan nuevas elecciones, que serán una repetición de lo sabido, con resultados similares y pactos de obligado cumplimiento, ahora como premisa previa.
Me permito poner un juego de adjetivos, referidos sobre el presidente español actual, por diversos autores, recogido
vía copyleft, de las redes sociales ante las votaciones de 2011 que ya usé. Es que toda esta película me suena a dejà vu
Como
arbitrario y caciquil que era, abrió su
ampuloso ego y con afán
crematístico, y en modo diferido,
quedó sobrecogido.
Un ruin, avaro, bribón y bellaco rey del mambo,
cual usurero, hizo de recortador. Tan egoísta, falso, demagogo y cínico como el cobarde y represor que era, rehízo un rancio
credo.
Contrató
a un ganapán que transportaba a un gañán
violento, charlatán y sofista. Siendo de natural insolidario, retrógrado,
prepotente y estólido, encontró indecente y
torticero al internauta y sin mediar
hipócrita razón, como oportunista, mentecato, machista y engreído que era, en el anonimato de las redes se
creció.
Vestido
de soplagaitas y ramplón, garrulo por charlatán y zafio y marrullero de vocación, siendo estulto por necio, trolero de nacimiento,
fulero por la primaria, farfullero por la edad del pavo, e impresentable de
herencia, quedó gaznápiro y embobado.
Como
el gandul y perezoso, el holgazán y haragán que era, trabajó de remolón, de
zángano de un panal, de indolente de salón.
Ya
mayor, y aún negligente, entrenó de engañador, de mentiroso infantil. Y ya
puestos en la senda de ser mentiroso, embustero, farsante y tramposo, prosiguió
su carrera de estafador.
No es
inventado. Este cuento no es falaz. Ni roza lo fraudulento. Pues aunque ilusorio o supuestamente irreal, no es capcioso. Es el reflejo en
absoluto artificioso, de un corrupto.
Que por embustero recalcitrante, parece
asustaviejas y agorero.
Aunque
sólo sea un memo, un palurdo, o un ceporro, ese que parece lelo,
sólo es... un simple e infeliz bobo. Poco más y poco menos.
Creo que te excedes en dedicarle tanta atención :)
ResponderEliminarUn beso.
Si no fuera porque el necio con cara de bobalicón no e asunto baladí...los que hicimos el juego dedicamos demasiado tiempo en un personaje que pasará a la historia por frases poco acertadas y recortes muy de tijera larga
EliminarUn beso
Qué descansada te has quedado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me reí mucho, la verdad, pero descansada, lo que se dice descansada...mirando nómina, yo que he sufrido dos bajadas y un secuestro de extra, pues de momento no mucho. ;-). Pero bueno...
EliminarUn abrazo
Qué bueno está tu texto, mi querida Albada, opino lo mismo que tú, que es un infeliz bobo.
ResponderEliminarInventan mentiras que ya nadie se las cree, ni siquiera ellos, y al final, se les ve el plumero, pero mejor no dedicarlos más tiempo del que están teniendo.
Un beso muy grande.
Y si observas, no se hace mención a maneras de gobernar o gestionar los erarios público o financiación de partidos etc. De hecho, ni hay tarjetas negras ni n, ni papeles de Panama o de Cuenca. Era puro divertimento. Por desgracia el tema no da para un post ludico, sino para reflexión severa de electorado español. Pero vaya...
EliminarUn beso, dulce María
A unos los recortes de todo tipo: salariales, sociales, asitenciales...
ResponderEliminarA otros, sobres de corrupción bajo mano.
Y no pasa nada...
Besos.
No pasa nada de nada. Eso es lo malo de lo malo
EliminarUn beso
Donde está aquí el icono que aplaude?.
ResponderEliminarNo te sobra una coma, amigo.
Besos.
Pues no sé si para aplaudir o para llorar :-)
EliminarUn beso
Los políticos mienten más que hablan.
ResponderEliminarEs penoso, pero sí. Un abrazo
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