Siguiendo la iniciativa de Dorotea, en su blog Lazos y Raíces, sobre reuniones, mi participación es la que sigue
La reunión no había sido convocada. Era fruto del cese de un
viento del noreste de intensidad, más que variable, intensa, y que había
formado un remolino policromado en la placeta. El remolino recorrió la plaza
levantando bolsas vacías, y papeles arrugados, (uno de ellos una chuleta de estudiante,
y un poema de un amor rechazado, al juzgar por la rabia de las arrugas). Levantó
hojas caídas de árboles del paseo y dos calcetines, amén de cáscaras de
cacahuetes, alguna colilla y una arenilla de dudosa procedencia.
Cuando el viento se fue desvaneciendo, la esquina de la plaza
era un batiburrillo, o reunión, que me quedé a presenciar, por mera curiosidad. El
diálogo entre los calcetines, uno de deporte, blanco sobado, y bajito, y el otro
a rombos azules y rojos, fue un momento mágico.
Estábamos las bolsas y las cáscaras, los papeles y demás, atentos
y expectantes porque el viento les había dejado pisando el de rombos la punta
del blanco, y temíamos una lucha encarnizada por poseer un trozo de suelo de
uso individual.
El blanco decía qué que pocos modos, que en su punta era muy
sensible.
El de rombos le contestaba que perdonase pero que el viento y
no él, era el responsable de tal ataque, porque a él, ese blanco simple, y la
medida bajita del otro le tenían encandilado.
El blanco se estremeció, porque se había sentido soso,
maltratado y olvidado en cajones, y su sueño era ser un calcetín alto, con
rombos o lunares, o cuanto menos, de un color alegre, como el naranja o el
verde ─explicó emocionado.
El de rombos hizo un esfuerzo y se aposentó un poquito más
sobre el blanco, por abrazarle.
Nos quedamos con los ojos como platos, porque en el suelo,
compartido, se abrazaban, así, sin mayores artificios, ni citas sentimentales.
Cuando la barrendera, con esa escoba de fibras largas se acercaba al rincón, tuve la tentación de impedir que les molestara, pero luego pensé qué haría yo con un calcetín blanco casado con uno de rombos. Y me alejé.
Desde entonces, cuando mi lavadora sigue con la broma de comerse un calcetín,
le dejo desparejado en un cajón, y cuando vuelve a salir otro desparejado les
juntos y guardo limpios y los uso así, como amantes cercanos.
Palabras 379, un pelín largo
A mí no se me ha hecho largo, todo lo contrario, je,je.
ResponderEliminarCuando mencionaste una reunión, no se me ocurrió que puediera ser de esa índole, y de esa original reunión te ha salido un relato la mar de original y simpático.
A partir de ahora no me enfadaré tanto cuando vea en mi cajón de los calcetines un par desparejado, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Es la idea, dejar que los calcetines vuelen, y si aterrizan, que sean amigos de otros :-) Si llegan a la estratosfera, eso ya..no sabría decirte, serían amigos de los globos d helio :-)
EliminarUn abrazo
Simpático cuento, que me hizo sonreír.
ResponderEliminarBesos.
Gracias.
:)
Lo mejor es conseguir la sonrisa cómplice, seguro
EliminarUn abrazo, Amapola
Un pelin largo, lo dices tu y un montón genial me lo parece a mí, tu imaginación y creatividad no conocen límites. me has hecho reir. Saltibrincos
ResponderEliminarPues reír ya es una matrícula de honor, Ester :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, y feliz noche
Hola Albada, este cuento me ha sacado una sonrisa, tu imaginación no tiene límites, gracias. he colocado en mi última publicación un gesto sonriente para ti en especial, ya que me los has sugerido, que sepas que lo he hecho con todo mi carió, gracias por sugerírmelo.
ResponderEliminarUn besazo
Es que tu qué me pongo, si un traje u otro, me hizo pensar en que lo que mejor sienta, es una sonrisa. Muchas gracias, por tu guiño cómplice.
EliminarUn abrazo, y a por una noche excelente, con un añito más
¡¡¡Está muy bueno!!!
ResponderEliminarQue original y buena historia, me encanto. felicitaciones por tu ingenio.
mariarosa
jaja, genial, si te gustó ya es mucho ;.)
EliminarUn abrazo, y por una noche amable
¡Qué bonita historia, y qué original!¡Me ha encantado!
ResponderEliminarUn beso grande
Las cáscaras de cacahuetes hablaban también, y los papeles arrugados, pero ya era mucho lío para el relato. Me encanta que te gustara.
EliminarUn abrazo, y por un finde estupendo
Un relato muy sentimental y emotivo, Albada. Me ha gustado cómo has plasmado esas emociones a través de artículos inertes. El mundo paralelo de los calcetines desparejados.
ResponderEliminarMil besitos de viernes y muy feliz finde ♥
¿Seguro que los calcetines no sienten?...quién sabe, lo que contarían ellos, y los sombreros, por ejemplo :-)
EliminarUn abrazo y gracias
Muy bueno Acabo de leer al de Tracy
ResponderEliminarfelicitaciones
a vos
y
a
todos
Muchas gracias. Lo de reuniones me sonaba muy serio y formal :-)
EliminarUn abrazo
Esos calcetines que desaparecen son calcetines aventureros... algunos vuelven y otros siguen aventurados en mundos desconocidos.
ResponderEliminarBesos.
En la estratosfera se hacen amigos de los globos escapados o soltados. Seguro que hacen juegos malabares que nos dejarían a cuadros, o a rombos :-)
EliminarUn beso
Y ya te has inventado una historia... y con calcetines. Tu imaginación no tiene límites... jajaja
ResponderEliminarUna ilustración, que me has recordado al leerte.
Besos.
http://guerreroagustina.blogspot.com/2012/10/diario-de-una-volatil-misterioso.html
jaja, y qué verdad, es que un un misterio casi filosófico, dónde irán los calcetines que se quedan perdidos...¿al país de nunca jamás, como los niños perdidos? :-)
EliminarUn abrazo, y feliz noche
Pero qué gracioso y entretenido es tu relato. Casi se les oye hablar a los calcetines desparejados. Ahora mismo voy a la caza en mi armario que debe haber más de uno y los juntaré a que críen calcinitos multicolor. Gracias por un rato de relax. Un beso
ResponderEliminarSi no los tiraste, tendrás más de dos, seguro :-), haz la prueba. Si se reproducen, mira, sería el primer calcetincito fruto del amor. Salvo los tejidos por las abuelas y madres.
EliminarUn abrazo y por un finde fresco, para calcetines gruesos :-)
Los calcetines deberían poder hablar,al menos cuando uno de ellos desaparece.
ResponderEliminarTe salió un relato divertido y muy original.
Besos con cariño.
Sí, pero igual hablan, pero no les oímos, quién sabe :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Original relato de calcetines desparejados pero que también puede tener un significado para la vida.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Hay más filosofía de la que en una primera lectura se saca, eso seguro. Sin intención, al releerlo lo vi claramente.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias
Que historia. A partir de hoy, no mirare los calcetines de la misma forma.
ResponderEliminarDesde luego, nunca se sabe y los desparejados no deben perder la ilusión.
Un saludo.
Hay un antes y un después. Porque si sienten y hablan...igual hay que escucharles y rescatarles cuando la lavadora les secuestra :-)
EliminarUn abrazo, Ángel
Pensaba que los ibas a dejar volar hasta la plaza y luego ya ellos se apañan.
ResponderEliminarUn beso Albada.
Ya habían volado, con el viento, pero aterrizaron así, uno pisando al otro, sin querer. Pero quiñen sabe, igual la barrendera los cogió con mimo y ahora son una pareja feliz :-)
EliminarUn beso, Alfred. Buen finde
Maravillosamente original y pleno de ternura. Creo que, a partir de ahora, cuando vea un calcetín desparejado, me acordaré de tu relato… 🙂
ResponderEliminarMe ha encantado, querida amiga. Una simpática visión para esta convocatoria. Felicidades!
Abrazo grande, y muy feliz finde 💙
jaja, es que ha de haber un punto de inflexión para llegar a sospechar que la lavadora tiene planes ocultos, y que los calcetines hablan :-). Igual hablan sólo cuando se sienten desparejados y olvidados de una cuerda de tender la ropa. Quién sabe.
EliminarUn abrazo, y estupendo finde
A las semanas aparecen, o no, porque hay lavadoras que literalmente se comen los calcetines :-). No sé si les alimenta, eso lo dudo.
ResponderEliminarUn abrazo, y por los calcetines desparejados.
Es una reunión muy frecuente y en la que pocas veces nos detenemos y menos a "espiar" y a "escuchar" sus murmullos.
ResponderEliminarUn abrazo.
No nos paramos a escuchar qué cosas pueda que sientan :-)
EliminarUn abrazo
No te lo creerás pero hace un rato me peleaba con la montañas de ropa lavada y con el montón de desparejados que tengo, cuatro hijos dan para una verdadera montaña, pero jajajaj la próxima vez, me acordaré de tu historia y la sonrisa me impedirá maldecirlos jajaja.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos
Me lo creo, por supuesto. En casa era un rollo, y cada hijo acabó con calcetines de un color. Eso sí, se perdían en la lavadora igualmente, los calcetines, los niños no.
EliminarUn abrazo
Ese pelin largo bien ha merecido la pena. Una reunión de lo más curiosa pero es cierto que haberlas las hay ajaja.Ingenio a más no poder. Enhorabuena amiga.
ResponderEliminarUn besazo grande.
Me alegro que te haya gustado, porque hay reuniones, o manifestaciones por viento que son muy curiosas.
EliminarUn abrazo y feliz finde
Igual tienes razón así que estaré pendiente de sus reuniones. Un abrazo
ResponderEliminarTe sorprenderá lo que arrastra el viento, eso seguro.
EliminarUn abrazo
En más una colada sucede esto. Pero bienvenida la historia porque es genuina y haces que en nuestra mente perdure que cuando nos perdamos un calcetín, nos acorderemos de tu relato. Extraordinario, Al bada.
ResponderEliminarAbrazos con cariño y buenas noches.
Es genuina total. En mi ciudad el viento parece que viene directo de Zaragoza, donde dicen que se fabrica :-)
EliminarUn abrazo, Joaquín
pues es buena idea. hoy día ves a alguien con los calcetines desemparejados, y piensas que los venden así, de diferentes colores, como hacen cosas tan modernas... y para yoga por ejemplo, como hay que quitárselos y quedarse con los pies descalzos, pues da igual. ^_^
ResponderEliminarabrazos!
Es guay ponerlos desparejados, pero puede ser por mi manera de entender el misterio de los calcetones, quién sabe.
EliminarUn abrazo, Chema
Boa noite Alba. Obrigado por essa linda e especial história. Bom final de semana.
ResponderEliminarMuchas gracias, Luiz. Un abrazo
EliminarMuy original y muy tierno, si te sirve de algo yo también hubiera optado por no interrumpir la escena de los dos calcetines desparejados.
ResponderEliminarBesos
Daba pena, eso seguro :-). En serio, quien sabe qué comunican algunas cosas ¿no?
EliminarUn abrazo, Tracy
jajajajjajaaajaj maravilloso
ResponderEliminarpaz
Isaac
Y pacífico, eso seguro
EliminarUn abrazo
Te montas un tierno relato hasta con dos calcetines desparejadoa. Eres genial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Macondo. Muy amable, amigo. Un abrazo
EliminarMuy agradable relato, una extraña reunión , me gusto, un abrazo amiga
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, disfruté escribiendo, eso sí.
EliminarUn abrazo
Que original amiga y que lindo te a quedado este relato. Imagino esa escena de los dos calcetines y no puedo evitar sonreír, me encanto. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarEra la intención, porque hay historias posibles en cualquier rincón :-)
EliminarUn abrazo
Fue efectivo lo de las personificaciones.
ResponderEliminarBesos.
Lo hice así, con calcetines, pero no dejé de imaginar a las hojas seca charlando, pero no quise hacerlo más largo.
EliminarUn abrazo, y gracias
Una delicia de relato! Así en la plaza como en la vida... Qué misterio ese el de los calcetines desparejos que nadie podrá resolver, pero al que tú le has dado la mejor y sabia solución!!! Gracias por el encanto en que me queda el alma. Abrazo bien juevero!
ResponderEliminarMuchas gracias. Yo me lo pasé en grande imaginando, que es lo que sirve :-).
EliminarUn abrazo, Cas, y vamos a por un domingo
No importa el largo sino la calidad.
ResponderEliminarExcelente y magistral relato, Albada,
por donde lo mires. Muy original esta personificación
de objetos pos-reunión humana.
Besos
Muchas gracias. Era muy tentador imaginar que lo que el viento acabó uniendo, tenían que interactuar. Como en la vida :-)
EliminarUn abrazo grande, Myriam
Eres increíble. Tu talento para imaginar,inagotable!
ResponderEliminarSacas historias preciosas de lo más cotidiano y trivial y lo conviertes en magia.
Realmente admirable!
Un gran abrazo!
Eres muy amable, tal vez que me lees con muy buenos ojos :-)
EliminarUn abrazo grande, y te comento, así en mesa camilla, que publicaré a primeros de año un libros con relatos largos que no cabían en este formato, pero con el mismo estilo, el mío :-). Por un bonito día
Pero que imaginación más prodigiosa!! Me encanta el cuento por su originalidad. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Disfruté un ratio largo. Por un bonito domingo
Eliminarjajajajjajaaajaj maravilloso
ResponderEliminarpaz
Isaac
Es que hay que vivir en sociedad, como descubrieron las hojas caídas :-)
EliminarUn abrazo
Hay mi amiga eres grandiosa escribiendo,
ResponderEliminartodo lo que nos regalas, bravo chica linda.
Besitos dulces
Siby
Muchas gracias. A ver qué tal le irá a un libro de relatos que esta ya en horno. Ojalá guste.
EliminarUn abrazo
Una reunión inanimada,,,,,brutal, gran imaginación. Mola mucho
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias. :-)
EliminarUn abrazo
¡Qué bonito y qué imaginativo!
ResponderEliminarFeliz domingo. Un abrazo.
Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
Un poético y bello relato que bien merece compartirse con los más chicos!
ResponderEliminar=D
Es que la realidad no es tan compartimentada, el calcetín, uno liso y uno con rombos...qué problema hay. Así, en la vida, se ha dé saber escuchar al otro, por ejemplo :-)
EliminarUn abrazo
Nada de largo Albada, has hilvanado una preciosa conversación entre dos calcetines que a mi me ha encantado.
ResponderEliminarAbrazos.
Me alegra que te gustase, y es que disfruto imaginando cositas así, tontorronas :-).
EliminarUn abrazo, Conchi, y feliz semana
Un pelin largo que me sabe a poco cuando enciendes el universo de mis sueños...
ResponderEliminarQué maravilla, eso de encender sueños, muchas gracias.
EliminarUn abrazo, amigo
Que lindo y creativo !! Beso
ResponderEliminarMuchas gracias, Hanna. Un abrazo
EliminarQué bueno! Está bien eso de rehacer nuevas parejas de calcetines. Además de resultar creativo... son parejas que sin ser iguales se aceptan tal y como son. Vaya! Menuda lección encierra tu escrito.
ResponderEliminarBravo!
Parejas posibles, que quién sabe si no puedan funcionar :-)
EliminarUn abrazo