Yo no nací en el Mediterráneo. Lo
conocí a los nueve años en Benidorm, una ciudad horrible llenita ahora de
rascacielos pero que no recuerdo tan fea. Tal vez no lo era tanto o mis
recuerdos me despistan. Me impresionó el mar, porque el río de mi ciudad era mi
escenario de cada verano, nadando y jugando. Es un río muy bonito y ancho, y a
ratos profundo, porque se habían ahogado algunos chavales en o que llamaban
“pozas”. Claro, el mar fue para mi vista como ese río multiplicado por mil. Me
pareció tan inmenso y adorable, con el sonido de las olitas y los juegos para
esquivar las olas, o torearlas, que ya condicionó mi apego al mar nuestro, al
mío. Luego desarrollé esa querencia por el motivo más tonto. Me trajeron a
Ripollet a mis doce años y desde mis trece veraneaba en Comarruga, en un
apartamento muy pequeño, pero cerca del mar.
Estaba tan cerca que íbamos con
el bañador y una toalla al hombro. Pluralizo porque iba con mi hermana, o
hermanas mayores. Luego ya llevábamos a mis hermanos pequeños. Mi primer
amorcete fue en esas playas, donde años después plantaron unos “oasis” de
palmeras, cada cien metros más o menos y ya tuvimos sombra gratis. Hasta
entonces había unos toldos que se pagaban por toda la temporada.
Hay un oasis que es el mío, y lo
considero mío porque creció conmigo. Y yo ante el mar. Por eso, la canción del
Mediterráneo es mi canción bandera. No reniego de otros mares, y sé que lo de
las mareas tiene mucho encanto, pero mi mar es este nuestro. Porque el
Mediterráneo es quien me acogió y acoge, quien me calma, quien me arropa, quien
me estimula e inspira mil versos y alegorías.
Porque este mar, sin niñez sino
adolescencia en sus playas, me ha hecho ser lo que soy, una mujer con vistas al
mar.
Un emotivo texto donde hemos aprendido algo más de ti, comparto el amor por los ríos, crecí hasta los cinco años rodeada de él y siempre me atrajo la tranquilidad que transmite. La playa la descubrí tal vez los doce años no recuerdo bien , pero el río ha sido y es mi insignia.
ResponderEliminarY que decir de la canción creo que es un himno de una generación en la cual nos criamos, con letras que decían muchas cosas.
Un feliz día que el mar te siga inspirando bellos poema como nos tienes acostumbrados. Besos.
Cierto. El río es un lugar increíble, que me encanta, pero el mar es otra liga. Por el mar, siempre.
EliminarUn abrazo
Bonito texto, Alba. Me ha llegado muy hondo la referencia a Comarruga, lugar del que guardo un recuerdo imborrable de mi juventud. Pasé en él junto a mi mujer -muy jóvenes los dos entonces- unos días maravillosos.
ResponderEliminarCon el paso del tiempo el mar y el verano en el mar se me ha hecho insufrible, quizás por las aglomeraciones. Sin embargo este verano quiero volver a él. Son distintos momentos vitales, distintas etapas. Ahora quiero volver para jugar en la arena con mi nieto de año y medio que es un sol. Con el he vuelto a mi niñez y quiero disfrutarla de nuevo.
Un beso
Vuelve con los nietos. Es la playa de toda mi vida, y por supuesto, es la mía. Disfruta, como hago muy a menudo.
EliminarUn abrazo
Un poquito de ti para sentirte más cerca, MariPau.
ResponderEliminarUn beso enorme y que la venta vaya genial.
Cuídate mucho.
Esa playa forma parte de mi vida, y mis hijos también la han disfrutado. Muchas gracias, Mag
EliminarUn abrazo
Bonito escrito. Un abrazo y feliz verano.
ResponderEliminarGracias, y un feliz verano para ti, Josefa
EliminarUn abrazo
Algo tiene el mar de especial...
ResponderEliminarUn abrazo.
Especial y además intransferible. Un abrazo
EliminarTexto que muito gostei de ler.
ResponderEliminarSaudações poéticas
Gracias. Un abrazo y feliz día
EliminarEsa canción siempre me emociona.
ResponderEliminarYo tampoco nací en el mediterráneo pero ya formo parte de él.
Besos
Es tu espejo, y es tu sosiego. Un beso
EliminarUna mujer con vistas al mar y con Rumores de Pleamar, que me lo imagino lleno de poesía.
ResponderEliminarHas ido dejando, como deshojando, nombres de lugares que ya solo el leerlos me suenan musicales.
Yo también he flirteado con el Mediterráneo pero el que de verdad me seduce es el Cantábrico.
Me gusta leerte.
Feliz verano y muchos éxitos con tu libro.
Un abrazo
El Cantábrico me sorprendió muy gratamente. Pero sí, el mar me ha dado miles de alegorías y el sonido de la poesía.
EliminarUn abrazo y muchas gracias
Bonitos recuerdos en bellos lugares que con las vivencias nos hacemos parte de ellos y ellos nuestros.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Son muy míos, pero aquí se entiende mi relación con este mar chico, y nuestro.
EliminarUn abrazo
Boa tarde Alba. Parabéns pelo seu excelente texto. Grande abraço carioca.
ResponderEliminarOhh algunas pinceladas de este estupendo texto,me recuerdan "mi primera vez" al ver el mar! Me ha encantado Maripau!
ResponderEliminarUn beso grande,
Fue así, en Benidorm y toreando olas, que yo, asombrada, no me cansaba de torear. Fue mi bautizo de mar.
EliminarUn abrazo enorme
alrededor del mediterráneo nacieron algunas de las primeras civilizaciones. salvo horteradas como benidorm, las ciudades y pueblos de la costa mediterránea española son bien bonitos.
ResponderEliminarabrazos y suerte!!
Todos los pueblos marineros lo son, son encantadores, en verdad lo son, y nos abducen.
EliminarUn abrazo, Chema
El poema es un sentimiento. Una querencia por esa mar entrañable de las canciones de Serrat, Un abrazo. carlos
ResponderEliminarSerá por eso que no puedo esquivar ni torear a las musas ante el mar :-)
EliminarUn abrazo
El Mediterráneo es lo que tiene, se mete en tus entretelas y te abre hacia él.
ResponderEliminarEntretelas, sí señora, y no se acaba nunca la querencia por él.
EliminarUn abrazo
Tiene magia tu entrada, hay amor hacia ese mar increíble de bello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, es de hecho lo que explica mi amor al mar y sus metáforas.
EliminarUn abrazo
Yo tampoco nací en el Mediterráneo, pero fue el primer mar que conocí, también en Comarruga, a los doce o trece años. Es impresionante la primera vez y te deja hechizado para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es magia pura. Yo estuve asombrada una y otra vez en ese primer enuentro. Luego ya, cuando era mi mar, ya era mi amigo y el asombro mudó a querencia íntima.
EliminarUn abrazo, Macondo, y feliz día
Mi infancia y adolescencia transcurrieron a orillas del Mediterráneo. Qué le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo, je,je.
ResponderEliminarDe paso, te informo que acabo de adquirir tu libro. Seguro que lo disfrutaré.
Un abrazo.
Mucahs gracias por comprra el poemario. Espero que colme tus expectativas. El mar, el mío, forma parte de mi
EliminarUn abrazo
Que bonito Alba y nos traes todo ese sentimiento, en tu escrito y con esa portada
ResponderEliminartodo lo vivido. Mis mejores deseos.. a veces no me salen las actualizaciones
así que vendré directa.
Un abrazo
Traigo lo que llevo, aquí mi unión con el mar. Y no te prepcupes, el blogger va cada día peor. :-)
EliminarUn abrazo
Buenos días Maripau, hoy de tus letras estoy un poco en desacuerdo. Como alicantino que soy y más o menos puede que seamos de la misma quinta, conocí Benidorm en sus momentos de gloria. Fue un pueblo encantador de pescadores de pequeñas casas y calles estrechas, con una auténtica maravilla de playas y alguna que otra calita. Hoy día, sí que es una ciudad insoportable, buena para el turismo y el bullicio, pero ya no es ni mucho menos aquella encantadora ciudad (pueblecito de limpias aguas y claras arenas), hoy, se ha convertido en un amasijo de edificaciones que hieren a la vista. Te lo digo con conocimiento de causa después de haber trabajado mis últimos diez años en Benidorm. Para visitar y pasar unas vacaciones está muy bien, pero para vivir es horroroso bajo mi humilde opinión.
ResponderEliminarEl mediterráneo es maravilloso. Como dice Joan Manuel Serrat "yo nací en el Mediterráneo"
Un fuerte abrazo, amiga.
Por eso hablo de que en mis recuerdos, Benidorm no era feo. Pero mi mente era infantil, eso también. Creo que lo usan como ejemplo de qué NO hacer en una costa, pero fue un tiempo d epelotazo y ladrillo. Lomalo es que seguimso ocn sol y ladrillo, y poquito más.
EliminarUn abrazo, y sí, por el mar, siempre
Pues es que es una gran canción y una gran voz la de Joan Manuel, por supuesto, y no hace falta ser de orillas del Mare nostrum para aceptarlo. Ay, me has traído recuerdos al citar Ripollet. Y Cerdanyola y Mollet y Montornés...aquellos principio de los 70, rebosantes de inconformismo. Cómo nos la jugábamos entonces por la sobredosis de Utopía.
ResponderEliminarNo te imaginas, porque en Cerdanyola, el cura progre nos dejaba su igelsia para asambleas comunistas. No te digo más. Yo era muy jovencita, y realmente creía en las utopías. Ahora ya me bajé de ese tren, a trompazos, eso sí, en la parada llamada Realidad.
EliminarUn abrazo
Hola guapa , que belleza de poema
ResponderEliminarTu no sabes lo que yo echo de menos mi querido y amado Benidorm , ya que el me acogió con 11 años o inviernos y vuelvo a mi lugar de origen mi pueblo y tengo la playa a 7 kilómetros de mi casa , allí en Benidorm la tenía a 100 metros cosas de la vida ,besos de flor.
Era un lugar bonito, como dice Juan, hasta qeu el modernismo de un turismo desbocado lo engulló.
EliminarUn abrazo, Flor, y feliz fin de semana
Bom final de semana com muita paz e saúde minha querida amiga Alba.
ResponderEliminarGracias, te deseo una bonita semana
EliminarUn abrazo
Qué bonito texto el que nos has regalado. El mar es algo increíble. Siempre fuerte y salvaje o mando y tranquilo.
ResponderEliminarYo pasé unas vacaciones de un mes en Benidorm a los 10 años. Lo pasé genial. Allí aprendí a nadar.
Espero que te vaya muy bien con tu libro.
Un beso grande
Es un mar pequeño, sí, pero no hay que fiarse, tiene intantes de un salvaje subido que a mí me apasiona también.
EliminarUn abrazo
Muy bello 😍
ResponderEliminarGracias. Es mi mar :-) Un abrazo
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