Estatua "mujer con gato". Foto de Google. No sé yo... |
El gato ha aparecido. Al encender la luz de la cocina, para calentarme
un agua donde poner una infusión de verdor para levantar el vuelo a mis deseos…ha
aparecido.
He abierto la puertezuela del microondas, tras ver cómo hoy
seguía haciendo el tonto el fluorescente de mi cocina. Le han cambiado una cosa
que se llama cebador. También han repasado la instalación eléctrica
de esa estancia, porque la nevera hizo locuras la semana pasada, pero todo está
bien.
El tubo de neón es nuevo, y su gas ahí encerrado debe estar
boyante de buenos deseos, pero no consiente en ser encendido a la primera.
El gato tiene cuatro meses, por lo que tiene la sangre en
estado de rebeldía, y una curiosidad que no se agota. Le hemos encontrado en un
armario de cocina, en un armario ropero, en la ventana que da a la plaza, en
una caja de botas de montar nubes, y en algún sitio que no recuerdo, pero hoy
tocaba la sorpresita del día.
Al abrir el micro, para meter la taza con agua ha salido…Sin
más. Ha pegado un elegante salto al suelo, y se ha dirigido a su cajón de
arena, para ir después al bol donde tiene sus cereales para junior, de
colorines y con pollo y quién sabe qué más cosas, para que crezca bien hermoso.
Le he mirado, me ha mirado, yo desde el minuto 0, él cuando ha querido y me ha dicho
-“Te hacía más lista, querida”.
Ha seguido comiendo, y yo he llegado tarde al trabajo, pero
no pienso preguntarle dónde ha estado, ni para qué.
Ese gato guason, que quizás este conchavado con los electrodomésticos, que tanto te alegran el día.
ResponderEliminarUn abrazo.
El gato es ventrílocuo, el que habla es el ratoncillo chino, pero lo he descubierto de casualidad.
EliminarUn abrazo
Los temas de gatos siempre caen bien a quienes los amamos. Lo notable es cómo nuestros felinos saben quien los ama y quien nó. A los quien no, pasan de largo. A los quien si no tienen reservas en saltar sobre la persona y posar sobre su humanidad.Un abrazo.
ResponderEliminarA mí me cae bien el mío, y uno que hace catorce años que veo en el mismo aparador de un ebanista.
EliminarYo no debo ser como el ebanista. Mecachis!. Un abrazo
Ese gato sabe latín.
ResponderEliminarBesos.
Es el ratoncillo. Don Crispín no habla. Ha resultado ser Dixi , el ratoncillo chino, Toro. Tengo ganas de que me adopten o algo hasta que estos diablillos dejen de jugar en mi casa. :-)
EliminarUn beso.
No me fastidies que el gato estaba metido en el micro con la puerta cerrada. Lo normal hubiera sido que hubiera sentido claustrofobia y se hubiera puesto de los nervios, ¿no? A mí me hubiera pasado y eso que no soy gato, al menos de momento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se habría metido estando la puerta abierta, porque se mete por todas partes. Uno cierra y no se percata que se quedó. No creo que tenga claustrofobia. De momento al menos ...no,:-)
EliminarUn abrazo
Si lo sabré yo que son inquietos los gatos, tengo yo una que cuando tenía esos meses no paraba, se subía hasta por las cortinas imagínate como me las quedaba, son super inquietos, no paran jajaja.
ResponderEliminarUn beso.
Y los sofás...y las cortinas como dices, y las puertas si quieren entrar...son muy divertidos, pero es una experiencia que pone a prueba la paciencia de las personas. Este ahora habla...ya veremos qué más bromas hará!
EliminarUn beso.
Gatos como ese no solo se conforman con el queso. Felicidades.
ResponderEliminarHay gatos listos, este ya veremos cómo acaba, pero curiosidad tiene para quince vidas, no para siete!.
EliminarUn cordial saludo.
Animales que se burlan de nuestra estupidez, neones que parpadean... Empiezo a sospechar que vivir es eso.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Seguramente vivir incluye gatos que nos hablan, aparatos surrealistas, y gases encerrados en tubos blancos, que se niegan a obedecer sin rechistar cuando aprietan una clavija.
EliminarSeguramente vivir es una nimiedad que nos confunde. Un beso.
Gatos, garabatos y hasta uñitas... el otro día leía que 2 de cada 3 gatos está comprobado que descienden de ancestros extraterrestres, quizá por ello está garantizada su propia majestad, encanto y poco a poco, con sus ronroneos y maulliditos nos van hipnotizando hasta hacernos sus admiradores y más que sus amos nos convertimos en sus servidores, servidores de croquetas, atenciones y alguna que otra caricia que siempre puede sobrar escondida en las manos, ellos saben encontrarla. Pero en la noche, cuando ronronea cuidando el sueño nos sabemos afortunados de poder tocar a un ser que aunque da la impresión de doméstico en realidad es un ser libre, independiente, salvaje como en la naturaleza que nos ha domesticado para que los atendamos, cada mañana o madrugada, cada noche, cansados o no... te hacía más lista, querida.... ;)
ResponderEliminarEsa voz, Lucía, siempre es el eco de uno mismo. Desde la cápsula de traslocación que por error fue el microondas.
EliminarEse gato, cualquier gato...jamás será capaz de hacer un número circense. No hará como que suma, como los perros, ni como que sonríe, como los delfines. Y ni siquiera hará como que pedalea, como los loros.
De hecho Lucía..yo le puedo querer, pero él a nadie puede amar, salvo a las crías durante la lactancia. Y es instinto. Es un ser extraterrestre, con alma de alien que está de paso.:-)
Un abrazo
Me gustó acercarme a tu blog. Encontré textos frescos para leer con una buena taza de café y disfrutar.
ResponderEliminarSaludos.
Siéntete como en casa. El gato igual no ronronea, igual te critica con su desdén tu peinado, pero oye...uno va descalzo y se toma un té a la canela, y que piense lo que quiera, que la luz de neón igual está magnánima y funciona como Dios manda!:-)
EliminarUn saludo
debieras insistir en preguntarle: La próxima puede aguardarte alguna sorpresa desagradable.
ResponderEliminar'migato que ni era mío, (era de la vecina9 se tumbó alegremente a dormir calentito bajo el motor ¡motor!!!!!!!!, del coche. Anduvieron el tándem gato-coche un par de km. ...
el que ardió no fue el misino, nooooo. ardió el cochecito de marras..
moraleja:
pues esa mismamente.
besos
Un hermano de este gatito se escondió en el motor, pero dentro de un manguito de un motor de camioneta. Hubo que desmontar no sé cuántas piezas para rescatarle. ¡La curiosidad mató al gato!, dicen. Y yo lo creo.
EliminarLe preguntaré más cosas, pero no sé si tendrá a bien responder:-) Un beso
¿Gatos extraterrestres?. En la novela "El planeta errante", de Fritz Leiber, los seres que llegan a la Tierra son humanoides, pero solo eso. Lo seres son felinos, es decir que son como gatos son forma humana, tienen brazos y piernas, manos con pulgar opuesto también, pero su piel está cubierta de pelo, tienen cola y su rostro es definitivamente gatuno.
ResponderEliminarPaul se siente irremediablemente atraído por una ser-gato que se hace llamar Tigerischa. Después, la atracción se transforma en algo que lo lleva a un estado de ánimo dramático, de amor desesperado.
"—No me marcho —dijo.
—Tienes que hacerlo, Paul —dijo Tigerishka—. La Tierra es tu hogar. De prisa.
—Renuncio a la Tierra y a mi raza —contestó él—. Quiero quedarme contigo.
. . .
—Por favor, vete en seguida, Paul —dijo Tigerishka, mirándolo por fin y avanzando hacia él. Sus ojos estaban fijos en los de él—. Ya no puede haber relación ninguna entre nosotros."
(Fritz Leiber, El planeta errante)
Sus intentos de embarcarse en la nave de Tigerisha son vanos, ella lo rechaza violentamente y lo deja atrás, con su desilusión. Pero la verdad es que las diferencias son demasiadas y Tigerisha tiene razón, para ella los hombres están al nivel de los monos y ni en calidad de mascota podría llevar a Paul, aunque quizás, en el fondo de su corazón, quisiera.
"—Y no me quiso bajo ninguna condición. Cuando le pregunté qué sentía por mí, me hizo esto. —Se apretó la mejilla con el pañuelo ensangrentado.
Don volvió a reír.
—Eres un hombre hambriento de castigo, ¿verdad? No sé, Paul, pero si estuviera enamorado de una señora-gata, ese arañazo me convencería de que ella me ama a su vez. "
(Ibid)
Es la historia de amores imposibles entre seres inteligentes y de otras habilidades, o entre seres de distintos planetas sensitivos. Me ha encantado releer qué tanto de renuncia tienen algunos sentimientos nobles.
EliminarGracias por tu aportación tan al caso, pero yo intentaré conversar con el gato joven a ver qué pasa. Ese ser que dormita y juega por mi casa, pero cuyo planeta es tan lejano como su idioma hasta ahora, que ya pronuncia castellano casi sin acento de Oxford:-)
Un cordial saludo, y gracias nuevamente
Albada, me gusta mucho tu relato. ¡Tan cotidiano y tan sencillamente contado!...Parece que te estoy viendo hablar con tu gato mientras él hace travesuras propias de su condición de gato joven y curioso.
ResponderEliminarLos animales son parte de la familia: dan cariño, disgustos, preocupaciones ,compañía, consuelo en los malos momentos y también alegría.
Un abrazo.
Hay animales que cosechan el lugar de uno más en la familia. Dan, en general, mucho más que lo que exigen.
EliminarNo creo que sea casual la foto de tu avatar de blog!. Pero te confieso que hay ratos en los que este gato me supera y me vuelve loca!
Un beso.
Gato al horno con estofado de ratón. Platillo suculento :P
ResponderEliminarUn saludo
¿ Sabes que en la posguerra española no había gatos por las calles ni tejados?....Y ¿sabes que el conejo te lo servían con la cabeza por evitar suspicacias?. Ay...qué malas somos por Dios!...
EliminarUn saludo:
Qué lindo y travieso gatito...
ResponderEliminarMe encantan los gatos. Tengo uno en casa. Es adorable.
Un beso grande
Son animales que nos acompañan, sin que apenas nos den trabajo
EliminarUn abrazo y feliz día