Lola y Luis cumplen esta semana su quinto aniversario de bodas. Para ambos es una segunda relación instaurada y bendecida, en este caso, por un juzgado de paz, dejando atrás historias de velos y párrocos.
Mientras preparan la cena, Luis la acaricia suavemente
la cadera antes de seguir pelando patatas.
- Cielo, me gustó mucho tu regalo del año pasado
- Sí...me
dijiste, y se notó. Sabes que yo disfruté de él más que tú
- La glotona del chocolate siempre has sido tú, bien
es sabido.
- Pues reconoce que tú también disfrutaste, o me
engañaste, -dice ella, lavándose bajo el grifo, -este olor a ajo...
qué pesado es de quitar, jopé- añade
frotándose intensamente las manos.
- Te apetecería celebrar el aniversario de alguna
manera especial, Lola, o mejor reservamos mesa en un restaurante que nos guste?
- Los cambios son estimulantes, pero cenar fuera
también me gusta. Lo dejo a tu elección
- No sé...había
calibrado hacer.. un trío. Pero vaya, igual te ofende...no sé, -anuncia sin
levantar la vista de la patatas que ahora anda pelando con precisión y esmero.
- No, ¿por qué me iba a ofender?, no seas bobo. Ahora
que lo dices, podría estar bien.
- Vale pues.- dijo troceando las patatas a dados,-
para proseguir con voz neutra- y qué prefieres, ¿una mujer o un hombre?
- Lo que tú digas me parecerá bien. Lo que te apetezca
- Pues hombre. No se hable más. Así celebraràs mejor
¿No?
- Vale. Gracias, -dándole un beso en la mejilla
mientras sigue removiendo el sofrito
- Y qué te parece...¿buscamos uno de nuestra edad, o
un jovencito?
- Puestos a escoger, mejor joven, -dice riendo,
mientras le acaricia para palmear después una nalga de Luis
- Pues joven. Decidido entonces... que un día es un
día, .
- Estupendo. Contactas tú, y así será mi sorpresa.
- Pero yo no conozco a nadie joven y liberal. Si sabes que
hasta salgo de marcha con los carcamales del curro...va...piensa mujer....
- Dicen, pero igual es falso...dicen eh?que el chico
del quinto tercera es más que liberal. Bueno, lo deja ver la portera cuando
habla con la señora Gertrudis.
- ¿Con quién?
- Con la del primero primera, sí hombre, la señorona.
- Ah, es cierto. Y a ese chico, tú le conoces?
- No mucho. Me he cruzado en el ascensor un par de veces. Se ve que va al gym a diario. Y es alto, bastante más que nosotros, con el pelo clarito y un poco largo. Igual le has visto.
- No mucho. Me he cruzado en el ascensor un par de veces. Se ve que va al gym a diario. Y es alto, bastante más que nosotros, con el pelo clarito y un poco largo. Igual le has visto.
- No me suena. Pero parece que será mejor que te
encargues tú ¿no?
- Bien. Lo intentaré. Pero no sé si sabré...y deja ya
de probar, que el estofado está sensacional, bruto.- dice mientras le aparta la
cuchara de la boca-
- Vale pues. De hoy al sábado, a ver si puedes
sonsacar si estaría dispuesto...ah... y lleva la jarra de agua, please. Que
ya puse la mesa, tardona.
La cena transcurrió sin incidencias, con la tele puesta, enumerando las malas noticias para la gente de mediana edad.
El viernes, al día siguiente, le comentaba a Paul, en su piso de quinto, cómo su Luis estaba pensando en regalarle por el aniversario de bodas, un trió.
– !ya ves qué
moderno se nos ha puesto!- dijo, abrazándose a ese pecho de veintitrés abriles, dos
meses y cinco días
Mientras Paul piensa que por fin podrá tener Luis en sus brazos. :D
ResponderEliminarBesos.
Llegó el sábado, la velada fue satisfactoria para Lola, pero fue Paul quien quedó prendido de ese cuarentón de escasa canas, conversador brillante y alma de poeta.
EliminarPudiera ser :-). Un beso