En un no parar de estar y seguir estando. Del monte al mar y del mar al cielo. Sin más horizonte que seguir las rayas de un sube-baja que no llega a más allá de un destino controlado. Pero intensamente vivo, a pesar de los carriles.
Es para subir, y bajar, claro, al monte desde donde se tienen unas vistas excelentes. La humedad del ambiente, los colores, nos sumergen en un mundo verde que nos lleva a un azul cielo y mar.
... una y otra vez.
ResponderEliminarBesos.
En un no parar de estar y seguir estando. Del monte al mar y del mar al cielo. Sin más horizonte que seguir las rayas de un sube-baja que no llega a más allá de un destino controlado. Pero intensamente vivo, a pesar de los carriles.
EliminarUn beso
Una escena muy sugerente. Un movimiento controlado y predeterminado,de singular belleza rústica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es para subir, y bajar, claro, al monte desde donde se tienen unas vistas excelentes. La humedad del ambiente, los colores, nos sumergen en un mundo verde que nos lleva a un azul cielo y mar.
EliminarMe gusta que lo encuentres atrayente. Un abrazo
Un haiku con mucha fuerza, mucha vida y, por sobre todo, mucho movimiento.
ResponderEliminarMás saludos, Albada!
Es un sentir. Me alegro te gustase.
EliminarUn saludo
Precioso haiku...
ResponderEliminarBesos y felicidades.
En la sencillez de estos versos has encerrado un mundo entero...
Besos
Hermoso haiku y foto. Lo he vuelto a leer y me ha gustado mucho de nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso