Imagen de Aguirrefotox |
La vi llegar. Vestía tejanos, ojos de verde aceituna,
zapatillas negras y una rebeca azul. Corría, mirando atrás. La imaginé
escapando de algún peligro, de alguien con malas intenciones, de unas sombras
negras como el alquitrán.
Se sentó en el banco, respiraba
alterada. Agachada la cabeza, los brazos sobre las rodillas, la mirada en el
suelo. Levanté la vista de mi Vanguardia y no pude dejar de observarla. No
puedo explicar lo que vi. De sus ojos salían imágenes de un río con alameda, que no
supe identificar, un patio con naranjos de una escuela, una playa con una barca azul y blanca. De su nariz resbalaban aromas, de arroz con leche, que llegó hasta
mí, de salitre y algas, de colonia de hombre y de flor de naranjas. De sus labios
emanaban palabras, "yo también te quiero", "mi niño hermoso", "hasta siempre"…de sus manos brotaban caricias, jabón La Toja,
un anillo de boda, una amapola roja y luego un gato de angora.
Las nubes se
fueron tiñendo de gris y el aire de humedad fresca. Me tiré el abrigo por los hombros y volví a
mirar al banco con la mujer huida. Regresé a mi casa, con mi perra, y por el camino entendí. La nostalgia había acabado por atraparla en sus redes de otoño
dorado. La tela de araña que se gesta tras el verano, por esta vez, la había devorado.
A veces queremos huir de una situación y no podemos , hay fuerzas invisibles que lo prohíben. Tu lo has expresado maravillosamente en tu relato.Un placer leerte. Besos.
ResponderEliminarA veces, la añoranza nos gana la carrera. Y no es sólo le otoño, es la realidad más franca, de que el tiempo no vuelve atrás.
EliminarUn abrazo.
Hermosa foto y hermoso texto.
ResponderEliminarQuedamos atrapados en un atela de araña ante la indiferencia de quién contempla el paisaje.
Un beso.
Es una tela de araña de la que conseguimos escapar, luchando con los ayeres y velando por los mañanas.
EliminarUn beso, Alfred
¡¡Uff¡¡¡
ResponderEliminarA mi me atrapó el texto.
Un abrazo.
Me alegra que te haya atrapado. La añoranza es pegajosa. Lo malo es qeu es contagiosa, para más inri
EliminarUn abrazo.
Albada, amiga has logrado que sienta esa nostalgia en mi alma.
ResponderEliminarMuy original, me ha encantado tu otoño.
Feliz otoño.
Un beso
La imagen de la añoranza corriendo tras nosotros me resultó tentadora, y así la plasmé, claro.
EliminarUn abrazo, Carmen
La foto es espectacular y tus letras también, me ha gustado mucho la manera de contarlo. Me ha sorprendido el pensar cuantas veces somos indiferentes a la angustia de otro.
ResponderEliminarBesos
Nos quedamos como estatuas de sal, viendo a quien nos rodea como lejanos animales que no tienen nada que ver con nosotros, pero no es así
EliminarUn abrazo y feliz noche
Una mujer que emite tanto universo no puede ser una mujer abandonada. Acaso solo llamaba al otoño, tan acogedor.
ResponderEliminarNo, por supuesto que no lo es.Ese universo de pasado, de aromas, imágenes, tactos y sonidos no puede estar abandonada. REs imposible. Puede que esté sola, y que por una vez, se dejara atrapar por la nostalgia. El chaco de niebla queda en el banco, pero ella sigue alentada pro el rumor de la fuente, pro el piar de una mirlo blanco, por el sonido del viento en el atardecer de los vientos, seguro.
EliminarUn abrazo y feliz tarde otoñal, aunque aquí hace calor.
esa nostalgia puede venir si después de un verano muy bueno viene un regreso a la rutina muy malo. además, el pasado cuando fue bueno siempre se idealiza. hay que saber pasar página, aunque yo no soy el más indicado para decirlo, lo reconozco.
ResponderEliminarabrazos y bienvenida de nuevo!
Yo creo que tiene que ver con las tardes más cortas y las noches más largas, con el cambio de estación en cuanto a temperatura. cada otoño la nostalgia nns vierte su aliento en la nuca, por eso corremos porque no nos alcance .
EliminarUn abrazo.
Una red plena de momentos, de sensaciones que atraparía a cualquiera. Los veranos suelen tener aquello de la alegría, del tiempo libre, pero yo prefiero la primavera que me encanta.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
La primavera es la solución a la promesa que trae el verano. A mí me encanta, la verdad.
EliminarFeliz otoño. Un abrazo
Esa nostalgia famosa que llega a todos, sin darnos cuenta...
ResponderEliminarUn abrazo.
Es reincidente, y cada año nos azuza, huimos de ella, pero casi siempre nos atrapa.
EliminarUn abrazo
Ya te ha servido el nostálgico otoño para sacarte del tintero un precioso texto y ofrecérnoslo. No pierdes el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, he estado casi en standby y hoy me puse ante el teclado. Era casi previsible que escribiera del otoño, y salió esta imagen :-)
EliminarUn abrazo
Me he sentido nostálgica de algo que no viví...
ResponderEliminarAsí que, objetivo cumplido. Un placer leerte. Besos
Era el objetivo. Yo tampoco lo he vivido, o sólo en parte, y sentí la añoranza de lo no vivido. sensación que existe, aunque parezca contradictoria
EliminarUn abrazo
Fantástico.
ResponderEliminarRealismo mágico envuelto en prosa poética.
Me encanta.
Mi aplauso para ti.
Besos.
Gracias, Toro. Mi mujer, a ratos, se parecía a ti.
EliminarUn beso
Cuántas cosas se pueden imaginar de una desconocida que llega corriendo y se sienta en un banco. La descripción que el observador hace de ella es poesía pura.
ResponderEliminarHermoso texto, Albada, qué lindo volver a leerte.
Besos.
Pues hay mujeres cuya nostalgia casi es visible, pero no observamos con demasiado empeño. O es que nos contagia a estar nostálgicos con nuestros propios paraísos perdidos
EliminarUn abrazo
Brillante, lírica y literaria prosa para contar ese verano que se va y ese otoño que llega.
ResponderEliminarBesos.
Es la despedida de un tiempo de luz, dejando que el pasado, los recuerdos, los instantes que creímos haber perdido, nos sorprendan tras la entrada del otoño
EliminarUn abrazo
Muy lindo y más por que el otoño me encanta
ResponderEliminarabrazos
Es una estación de prodigiosos cambios en las hojas caducas. Es mágica. A mí me encanta.
EliminarUn abrazo
ResponderEliminarAyer todo tenía un color diferente. Paseo por las calles sumergido en ese algo que transforma las cosas dentro de mi como espectador a un cambio. Por arte de magia todo en mi interior ha cambiado para ver las cosas desde otra óptica; otro sentimiento...Me dejo engañar por aquello que percibo y la gente piensa como yo, siente como yo y nadie abolutamente nadie, escapa a este embrujo de otoño que me lleva suavemente, sin brusquedad. Los sonidos, los colores, el cielo, mi tacto, el aspecto de mi cara y el de los demás, los perros que defecan lánguidamente...Entro en una cafetería y el café me envuelve de otra intimidad. La gente apenas habla sumida en la hondura de sus pensamientos y la camarera ya no sonríe. Con el efecto de la cafeína un sentimiento agradable se instala en mi cabeza y siento un benestar donde todo lo anterior aumenta reparando en cosas que antes pasaban desapercibidas. Con la memoria voy de aquí para allá contándome palabras perfumadas de otoño. El parque tiene murmullo de hojas suaves y el sonido del agua de la fuente, es más frío e implacable. La gente habla de sus cosas sentada en los bancos y mi mirada es una cámara que graba imágenes con escenas del presente...
Pasa mi día casi en silencio. Me siento fente al ordenador y Albada Dos me sorprende con otro relato. No tardo en responder cuando pasada media hora, todo este día que llevo en la cabeza, da su fruto en en el teclado con otra nueva historia...
Feliz otoño.
La pareja de perro y hombre se aleja por la avenida.Ante un banco un charco de imágenes, caricias, aromas y niebla que se expande por el parque, inunda los bajos e los arboles, los parterres de margaritas que acaban diciendo que sí, la fuente con la lánguida cadencia de un agua que no cesa en su búsqueda de un mar sin luna. La ciudad entera se vence y deja vencer por la nostalgia desatada de los ojos verdes aceituna de una mujer con rebeca azul
EliminarPor un decir, Buscador. Un abrazo y gracias por tu sueño de palabras perdidas en una botella sin mar. En otoño.
Cuanta belleza hay en tus letras preciosa prosa, adiós verano, bienvenido otoño...se respira tanta melancolía que traspasa el alma.
ResponderEliminarBesos otoñales.
Adiós verano, qué verdad, y uno se queda viendo las hojas que amarillean, las tardes que encogen, las madrugadas que se dilatan.
EliminarUn abrazo
Hacía días que no publicabas pero mereció la pena esperar ..precioso relato el que nos has dejado ...visto de esa manera el otoño es aún más melancólico ..pero a mi me sigue pareciendo bello ...
ResponderEliminarUn abrazo en la noche .
Estuve liada, pero el otoño ha entrado por la ventana, y me apetecía poner un texto de nostalgia pura, en imágenes.
EliminarUn abrazo y bonito día
El otoño se viste de nostalgia, y tus letras, de hermosa y emotiva poesía…
ResponderEliminarPrecioso en su conjunto, querida amiga. Un placer leerte en esta noche…
Abrazos grandes, y feliz otoño 💙
Un gusto que hayas disfrutado con la lectura. No sé si conseguí que se hiciera visible, palpable la sensación de esa mujer de rebeca azul, pero lo intenté.
EliminarUn abrazo y por un día bonito
Qué sabor a nostalgia, qué colores otoñales transmite tu estupendo relato. Un placer deslizarse por esta historia que nos envuelve cálidamente.
ResponderEliminarPreciosa!
Un beso!
Espero que el aroma a nostalgia pura haya trascendido del papel. Gracias, luna.
EliminarUn abrazo otoñal queda fatal. Un abrazo sin más
Un retrato de la nostalgia, un retrato con sabor otoñal. Maravillosa redacción. Abrazos
ResponderEliminarNos persigue, la nostalgia se cuela por las rendijas de los cajones y sus fotos. No sé cómo lo hace, puntual, cada año y ahí nos vemos septiembre a septiembre
EliminarUn abrazo
El Otoño trae nostalgias a mi alma......... Un texto precioso que atrapa de principio a fin..... Saludos amiga.
ResponderEliminarYo creo que a todas las almas, Sandra. No sé si es malo, por cierto. Retomamos imágenes de blanco y negro y aromas que tal vez se extinguieron.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Me ha encantado esa idea de la mujer intentando huir, literalmente, del otoño. Me parece una imagen muy bella. Y el segundo párrafo, con los sentidos destilando imágenes y sensaciones, también "físicamente", es muy poético.
ResponderEliminarTe felicito.
Un abrazo.
Era la idea, la huida. Mirando atrás sin dejar de correr, en pos de esquivar la nostalgia. Aquí no sirvió de nada.
EliminarUn abrazo
Pobrecilla. El otoño me encanta, pero para mí septiembre (septiembre igual a otoño ya desde el día uno), es época de inicio y, por tanto, época de nostalgia y añoranzas. Me pasa en esta época lo que a otras personas con el año viejo y el año nuevo. Intentaré que no me pase lo mismo que a la chica del relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi me encanta el otoño, pues el calor del verano me agobia,la verdad. Yo huyo despacio de la nostalgia, así si me atrapa no opongo resistencia.
EliminarUn abrazo
Cuántas veces nos hemos sentido víctimas de un otoño así. Has plasmado una estación más allá del calendario. Me ha encantado, mucho.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día ❤️
Me alegro te gustara. No es un estación banal. Nos cambia la luz, y creo qu ello interviene mucho en la nostalgia que conlleva
EliminarUn abrazo
Tela de bonito... has puesto un broche dorado que cierra un verano, uno más entre otros llenos de nostalgia.
ResponderEliminarUn abrazo para ti.
Es un broche que sabe a derrota pero no le es. Es un paréntesis de reposo, que llenamos de frutos secos para el invierno.
EliminarUn abrazo
Un texto nostálgico y dulce que invita a dejarse devorar
ResponderEliminarpor el Otoño que a mi, personalmente, me encanta.
Besos, Albada
Intenté la cadencia de las imágenes salidas de la mujer de rebeca azul.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
¡Qué hermosísimo relato! Esa nostalgia en la que parece que enuelve el otoño... Esas imágenes preciosas con las que has logrado impregnar todo tu escrito... Me encanta.
ResponderEliminarLas palabras que brotan de los labios de la mujer me han inquietado mucho. Sí, es el otoño... pero, he sentido que hay algo más fuerte que puede con ella. Algún dolor que no entiende de estaciones... "Mi niño hermoso" "Hasta siempre"... Será que pretendo hacer de abogado del diablo con las "redes del otoño" jeje...
Será que hace años no me gustaba el otoño, pero con el tiempo he aprendido a sentirlo, no como la pérdida del verano con su alegría, sus cielos azules. No sé... pero la vida me ha cambiado la perspectiva. Ahora tengo la sensación de que el otoño nos devuelve a la tierra y al camino a seguir. Es como si todo volviera a su lugar y en su medida justa. Como si hubiera más tiempo o fuera más despacio y pudiéramos pensarlo y pensarnos con más calma.
Besicos de chocolate, Alba... Ahora, que se van alejando los calores, se pueden servir también en tacita caliente.😘
Me ha hecho mucha ilusión tu comentario, Galilea. Con el tiempo se aprecia mejor le mensaje de la naturaleza con los ciclos.
EliminarPor el chocolate, cómo no. Un abrazo
Es precioso, Albada. Un maravilloso texto, una maravillosa escena, una maravillosa visita a la nostalgia. Me encanta!!
ResponderEliminarHoy te dejo besos
Y la fotografía me capturó desde que la vi en el listado de actualizaciones
EliminarEs una imagen que también me cautivó a mi. Esa sensación que nos da el blanco y negro del fondo creo que es lo que enmarca mejor la nostalgia.
EliminarUn abrazo.